La proposición de JaeHyun le pilló por sorpresa, tanto que por unos instantes se quedó estático, incapaz de mover un sólo músculo o de articular palabra alguna con tal de darle una respuesta. Aun así, después de conseguir salir de su colapso, asintió. Por fin conocería no sólo al padre de aquel muchacho, sino también a su hermano, Mark. Quería ponerle cara, saber como era el nuevo desconocido, como serían sus rasgos, al igual que los de su progenitor. Estaba deseoso de verlos, aunque sabía a la perfección que en cuanto estuviese delante de ambos volvería a quedarse en blanco y a soltar incoherencias, una detrás de otra. "Vamos, Johnny, debes de calmarte. Son sólo personas, como tú y como JaeHyun", se repitió mentalmente, más sabía con total seguridad que en el fondo de su desgastado corazón ese chaval era surrealista, de otro mundo; su belleza era impecable, y el hecho de conocer a "quien puso la semilla" era todo un honor. El camino se hacía cada vez más tenso, o eso era lo que comenzaba a subir por el cuerpo del más alto, un inminente nerviosismo. Sus manos, algo temblorosas, buscaron en el interior de los bolsillos de sus jeans su cajetilla y mechero, soltando un suspiro cargado de alivio en cuanto las yemas de sus dedos rozaron el cartón plastificado que resguardaba los cigarros. Ni siquiera se percató de la atenta mirada ajena que lo analizaba sin disimulo alguno, en como tomaba uno de aquellos cilindros tóxicos entre sus labios, apretando el borde con los mismos para así encender el otro extremo con el mechero. Se encontraba absorto, en la forma en el que el humo llegaba hasta sus pulmones y como en un instantáneo rechazo lo expulsaba por sus fosas nasales.
━¿Fumas?━La clara voz del rubio llegó hasta sus oídos, provocando que el humo se acumulase en su tráquea por unos dolorosos segundos antes de expulsarlo a trompicones, tosiendo como nunca había hecho en su vida. Sus costados comenzaron a doler debido a la fuerza ejercida, y sus ojos se volvieron acuosos en menos que canta un gallo, desbordando inevitablemente alguna que otra lágrima. Volteó a verlo, mostrando por primera vez asombro al no avergonzarse. Sin embargo, esa jodida sonrisa volvió a formarse en la cara impropia, dejándole sin fuerzas algunas en las que sostenerse. ¿Qué rayos pretendía ese renacuajo? ¿Que le diese un infarto en medio de la calle? ¿Una sobrecarga de adorabilidad directa al corazón? Ignorando la brillante mirada del menor dio otra calada, más larga aún que la anterior, la cual no pudo disfrutar debido a la repentina llamada de atención.
━¿Acaso no lo ves?━Respondió de igual manera, sólo que ninguna sonrisa o gesto anímico transformó su rostro. No quería parecer impresionado por la sublime belleza del contrario, por lo que pensó que mostrar desinterés calmaría su ser y sus pensamientos más profundos. Pero mierda, él no lo ponía fácil, claro que no. Una oleada de calor se acumuló como un foco en la boca de su estómago, expandiéndose poco después por cada recoveco que hubiese en él. Nunca había pensado tener el cuerpo de alguien pegado al suyo propio, y mucho menos que fuese el del mismísimo Jung YoonOh. Sus ojos no daban a basto de la perspectiva que tenía en esos momentos; el muchacho se encontraba contra él, acorralándole entre su palpitante ser y la fría y mugrienta pared. La agitada respiración chocaba contra su descontrolado pecho, necesitando unos segundos para que aquella imagen se desvaneciese. La inocente sonrisa volvió a formarse en el rostro ajeno, al tiempo que pasaba el dorso de su mano por su frente, como si se hubiese deshecho de una gran carga.
━¡Por los pelos! Casi nos atropellan. La próxima vez debemos ir por la acera en vez de hacernos los valientes.━Demasiado bonito para ser verdad. Esos momentos de arrebato donde el amado besa al protagonista con pasión sólo ocurrían en las películas norteamericanas que su madre solía dirigir de vez en cuando. Johnny luchó contra viento y marea para no dejar caer su mandíbula hasta el suelo, limitándose a forzar una media sonrisa que, al parecer, contentó al más bajo de los dos. ¿Cómo podía ser tan estúpido? No es como si se conociesen de toda la vida, aunque el hecho de que le llevase a casa de su padre ya era un avance.━Johnny, ¿tienes hermanos?
━Sí. Tengo una hermana mayor. Está trabajando en Nueva York en un bufete de abogados. Por tu parte... No tengo nada más que preguntar. Me vas a llevar a la casa de tu padre, y ni siquiera sé si le parecerá bien que lleves a un extraño a su casa, y ademá-.
━Me da igual.━Nunca se esperó que su voz sonase tan dura, tan tajante a su decisión. Johnny evitó mostrar sorpresa ante ese repentino cambio de actitud, más seguramente no pudo evitarlo pues la mirada penetrante de aquel angelito se ablandó, volviendo a ser el de siempre; un lindo y adorable veinteañero. Supo a la perfección que sus labios se curvaron en señal de disculpa, mostrando timidez ante aquel brusco cambio de actitud, con lo que Johnny respondió de la misma forma, dedicándole una sonrisa que, al menos, aliviase la conciencia del joven YoonOh.━No es justo que él traiga a sus compañías y que yo no puede llevar a la mía, ¿no? Además, tengo veinte años, tampoco soy un chaval. Sé lo que hago.
Si antes estaba nervioso, ahora se encontraba a un ataque de nervios. ¿A qué clase de compañía se refería JaeHyun? No quiso darle demasiadas vueltas, por lo que desvió su felina mirada de la del adverso y se dedicó a seguir el camino en dirección a casa del muchacho de cabellos dorados. Las luces de las farolas provocaban que sus sombras se estirasen y adquiriesen figuras retorcidas, como si estuviesen sacadas de una novela de terror, junto al tono pálido de las mismas ofrecían un aspecto fantasmagórico a ambas figuras masculinas, las cuales deambulaban como un par de almas en pena en algún encuentro desafortunado con la víctima perfecta. Aun siendo de noche, la temperatura había aumentado considerablemente, provocando que la frente del castaño se perlase, adheriéndose de esa manera varios mechones a su piel, los cuales se oscurecieron ligeramente ante aquellas gotas saladas que rodaban de vez en cuando por el rostro del susodicho.
━Hemos llegado.━Interrumpió la suave voz que poseía el impropio, percatándose del característico trino que emergía de su garganta cada vez que hablaba, uno grave pero agradable para cualquier oído que se preciase a escuchar sus armoniosas palabras. Sin embargo, su mirada se tornó seria, casi inexpresiva, dándole pequeños destellos de luz los farolillos que adornaban la entrada del jardín de su casa, una muy grande y bonita, a decir verdad. El cuerpo del menor se movió en dirección hacia la verja, la cual abrió tras agacharse y tomar de debajo de una maceta una llave que se hallaba ahí. Con precisión introdujo aquel artilugio de metal en la cerradura, girando la misma hasta que cedió. Fue entonces cuando la colocó de nuevo en su lugar correspondiente una vez se aseguró de que volvió a cerrarla, dirigiendo sus pasos hasta la enorme puerta de madera pintada en un tono verde oscuro, contrastando con la fachada blanca cubierta en algunos lugares por hiedra.━¿Estás preparado?
Johnny sólo alcanzó a asentir, esperando a que el menor hiciese algún truco de magia para abrir ese imponente pórtico. Sus ojos vagaron por el cuerpo del contrario, en la forma en como se agachaba, tomaba otra llave (sólo que ésta estaba bajo el felpudo) y como la introducía en el interior de la cerradura, girando aquel metal dentado hasta que un chirrido dio luz verde a que habían conseguido su cometido con éxito. Lo que no se esperaban era la escena que se hallaron ambos tras pisar el interior de la vivienda, provocando malestar en incomodidad a los dos jóvenes...
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¡Hola corazones míos! Perdón por haceros esperar, pero es que las vacaciones se han acabado y con ello mi tiempo libre. Además, este capítulo no me ha salido como quería en cuanto a expresividad y cantidad... Por lo tanto ando un poco-bastante frustrada conmigo misma porque la inspiración y las musas o llámalo como quieras me han abandonado. ¡Aun así espero que la disfrutéis mucho y comentéis sobre lo que os parece! ¡Besos! (De verdad, disculpad por haberme salido tal mojón pero es que ando escasa de imaginación. ;-;)
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» Moments« ☆☈ JohnJae
FanfictionLa vida es un juego. Un delicioso pero, en ocasiones, tortuoso laberinto cuyo final es la muerte. "La gente no sabe disfrutar ya de la vida, ¿no crees?" Posiblemente esas fueron las palabras más cuerdas jamás escuchadas por sus astutos oídos. Posib...