Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2

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Le gustaba la sensación de tener un momento de soledad e intimidad consigo mismo, aunque eso conllevase esperar a encontrarse solo en la cafetería, acompañado por una taza de café. Sus ojos, similares a los de un felino, seguían clavados en el contenido del vaso plastificado, inmovilizados por las suaves ondas que se formaban con el repiqueteo de su dedo índice sobre la estructura. Hacía un par de meses que conocía a JaeHyun, más nunca tuvo la suficiente valentía como para quedar con él, por lo que se conformaba con enviarse escasos mensajes por Kakao Talk. Un suspiro, seguramente algo exagerado para el "problema" que rondaba en su cabeza, inundó la enorme sala impregnada con un olor a deliciosa fritanga que sólo conseguía abrirle el apetito. Se sentía agobiado no sólo por el tema de sus estudios, sino por la situación con Joy. ¿Qué debía hacer? No se atrevía a enviarle algún mensaje, dejando el recado a alguno de sus compañeros, e incluso evitaba poder hablar con ella o cruzarse ambos en algún pasillo que le obligase a mantener el contacto visual. Parecía un completo imbécil, pero simplemente le costaba enfrentarse a la realidad. Con un ligero movimiento de cabeza dejó su visibilidad al completo, apartando de esa forma su largo flequillo, para finalmente sentir como su corazón se encogía del tremendo susto que le dio su mejor amigo: Ten. 

Casi se caía de espaldas debido a la cercanía de ambos rostros, percatándose del fruncido ceño que éste portaba, provocando que algo en su interior le dijese que algo no iba del todo bien. Por el contrario, el más alto de ambos se limitó a alzar su ceja derecha como señal de incertidumbre, ganándose una asesina y fría mirada que le hizo congelarse. Chittaphon Leechaiyapornkul era un chico que le encantó a todo el mundo desde que pisó el año pasado su universidad, haciéndose amigo de todos con los que compartía conversación. Era entrañable, pudiendo ser aquello por su extraño pero adorable acento extranjero o por sus rasgos que le hacía verse más exótico de lo que debía. Se sentía afortunado de haber hecho buenas migas con él, aunque en un primer momento se viese algo reacio a hablarle. Por el bien de ambos decidieron que el seudónimo de Ten le venía como anillo al dedo, y así es como todos comenzaron a referirse a él cada vez que le preguntaban por la explicación de alguna clase, por algún trabajo o simplemente por charlar. Sin embargo, en esos momentos el pánico se apoderaba de él, y ni siquiera tenía la fuerza como para decir qué era lo que pasaba; presentía lo que iba a ocurrir en los próximos segundos.

  ━Seo YoungHo, me debes una explicación.━Habló finalmente el tailandés al tiempo que su mano provocaba un hueco golpe sobre la estructura de la mesa una vez la golpeó, como si desease que el más alto le prestase atención a lo que estaba diciendo... Y bien que lo hacía. Cada vez que empleaba su nombre completo debía mantenerse alerta y tragarse, en la mayoría de las ocasiones, su orgullo.

  ━¿Ocurre algo?━Pronunció el norteamericano con una pregunta como única señal de respuesta. En esos precisos instantes su cabeza no conseguía ligar una frase con sentido, por lo que rezó a todos los dioses que su mejor amigo no fuese tan malvado y quisquilloso con la regañina. A veces pensaba que era como su segunda madre, ya que siempre andaba detrás de él, guiando sus pasos con sumo cuidado.    

  ━¡Claro que ocurre algo, rascacielos!━Se dirigió a él, todavía más malhumorado que antes. Un "Ay Dios..." escapó de los labios de Johnny, reconociendo por aquel irritante tono de voz que empleaba Ten que ese pequeño "insulto" iba a ser un aperitivo en comparación con lo que seguramente soltaría a continuación.━ ¡¿En qué estás pensando, cabeza hueca?! ¡Aclárate de una vez y dile lo que verdaderamente sientes a Joy! Es una buena chica, y no se merece que estés jugando con ella de esa manera... Así no sólo va a salir perjudicada esa pobre muchacha, ¡sino que tu reputación se va a ir a la mierda! ¡Así te echarán del equipo de basket por mala conducta y-.

  ━Wowowo, no vaciles tanto, Ten. No me van a echar del equipo de baloncesto por esa gilipollez. Le estás sacando las cosas de quicio, y me estás provocando dolor de cabeza. Así que por favor, cállate. 

» Moments«  ☆☈ JohnJaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora