Mangel me llevo a casa y nos quedamos viendo una película, él en el sofá y yo en su regazo con la jarra de palomitas y el debajo de mi acariciando mi abdomen el cual aún estaba plano ya que era mi segundo mes, de todas formas sus manos allí me relajaban.
Suspire a gusto y terminé cayendo en sus brazos totalmente agotado mientras escuchaba su respiración tranquila en mi cuello avisando que él ya se había dormido y el agua de la fría llovizna de invierno golpeando las ventanas.
Muchos escenarios pasaron por mi cabeza,de aquí a ocho meses con los mellizos en sus cunitas, tal vez dos varones, o una nena y un varón, o dos nenas.
Realmente estaba de alguna forma preocupado, sabía que tenía que dejar que Mangel entrará en mi vida pero, sin mentirme a mi mismo, quise pensármelo y plantearlo con cabeza fría, pero simplemente con este hombre el cual me está abrazando como si su vida dependiera de eso y está respirando en mi cuello tan tranquilo me hacía replantearme seriamente si debía pensarlo y fracasar en el intento o dejarle el camino libre y caer por el abismo luego, tarde o temprano cuando todo terminará.
Y derrepente aquí estaba, estábamos, porque si, había visto y me había relacionado con muchos chicos atractivos, guapos, bestiales, sensuales, pasionales y muchísimos más pero hay una categoría superior cariño, en donde solo estás tú; pensé mirando a Mangel por el rabillo del ojo el cual estaba ajeno a toda mi disputa mental acerca de él mismo.
Pero sabía que Mangel era mi otra mitad, aunque sea un amor a primera vista lo sabía.
¡Demonios! Él iba a ser el padre de mis hijos y yo aquí pensando en si debería amarlo y darle una oportunidad.
El agarre de Mangel se intensificó en mis caderas y su cara se enterró más en mi cuello, sus dientes tomaron un pedazo de mi cuello mordiendolo leve dejando seguramente una pequeña marca roja que más tarde tomaría color. Se lo permití tirando mi cuello para el costado, dándole a entender que me gustaba y que tenía permiso para continuar algo que él no dudo en hacer comenzando a repartir pequeños besos los cuales eran malditamente cariñosos pero también pervertidamente húmedos.
Sus manos se deslizaron de mi abdomen a mi cadera en donde estaban mis manos las cuales él no dudo en entrelazar con las suyas.
Ahí me di cuenta que todo encajaba, que yo ya había caído por él como la lluvia que estaba cayendo en mi ventana, golpeándose fuerte y deslizándose lentamente por el vidrio sólido como único apoyo en esas épocas y únicas condiciones.
Y la verdad no me quejaba, caer por él era lo que yo y mis bebés queríamos ¿porque simplemente no hacerlo? Era algo que me estaba carcomiendo lentamente como la lluvia actualmente la cual golpeaba más y más fuerte en mi ventana.
Rubs cariño ya deja de pensar en lo que estés pensando ¿si? Estoy aquí para cuidarlos a los tres y lo estaré siempre que tú me lo permitas-susurro claramente terminando de hacer un chupón el cual yo ni siquiera estaba enterado que había empezado a hacer, me daba impotencia de alguna forma no poder gritarle que estaba pensando en él y que sólo él actualmente era dueño de mis confusos pensamientos y sentimientos-quieres decirme que está pensando esa bonita mente que posees?-.
Y era aquí la salida del laberinto, el momento en que todo de mí grita que lo hiciera, que no me callará y que le admitiera que estaba pensando en él y en mi actualmente sentimiento de comenzar a quererlo pero no, mi subconsciente me reprochaba diciéndome que no sea egoísta, que pensara en mis bebés y en su necesidad de Mangel el cual acariciaba mi vientre posesivo.
Sinceramente estoy empezando a quererte de una forma en la cual no debería-comenzo mi boca antes de que pudiera detener las palabras que habían comenzado a salir-yo tengo miedo de entregarme a ti y golpearme fuerte el día en el que tú te des cuenta de que allá afuera hay cosas mejores y-suspiré-me dejes aquí solo con mis bebés los cuales también te quieren, lo sé, se que mi racionamiento aún es tonto pero no quiero lastimarme y si puedo evitarlo mejor ¿sabes?-.
Mangel me giró en su regazo y yo dejé el ahora vacío pote de palomitas sobre la mesa. Mi pelinegro me sonrió acariciando mi abdomen mirándome con cierta chispa en sus ojos las cuales siempre estaban allí, pero en la noche parecían brillar aún más dejándolo más guapo con esa barba de unos dos o tres días la cual apenas comenzaba a salir y me causaba cierta cosquilla en las palmas de mis manos.
Rubén, te seré sincero con esto-sonríe leve acariciando mi abdomen-si te dejas caer prometo sostenerte y no soltarte hasta el día de mi muerte, y el día en que nuestros niños nazcan los sostendré de la misma forma con la cual te sostendré a ti-tomo mis manos besando mis nudillos-y voy a conquistarte poco a poco, comenzando desde hoy hasta el día que me digas que sí y que me ames, y si hay vida después de la muerte que me ames en la misma-finalizo su promesa besando mi mejilla la cual estaba roja antes tales palabras de ese hombre las cuales sonaron llenas de un sentimiento vivo y latente el cual mi corazón estaba comenzando a aceptar lentamente-.
Mangel-suspiré tarareando su nombre sintiendo un buen gusto en mi boca, como si su apodo fuera hecho para ser pronunciado solo por mi cuerpo y mi boca, fundiendo su cuerpo con el mío en un deseado abrazo el cual terminaba de sellar su promesa aceptando la misma-.
Dime Rubén-susurro sin romper el momento íntimo que se había creado entre ambos, realmente agradecía a Willy y su familia por ir a cenar esta noche-.
Yo acepto que tu seas mi médico de guardia y que me intentes cortejar-suspire cerrando mis ojos aspirando su perfume, perdiéndome en los brazos de Morfeo-.
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Gracias A La Invitro ✖Rubelangel✖
FanfictionRuben está cansado de sentirse solo y siempre le han parecido lindos los bebés,digamos que en el amor no le va bien y el mismo está cansado de decepciones.Por eso va a una clínica de donantes de espermatozoides y se embaraza aunque el no contaba de...