Una mano le sostenía la de ella, apretándola con fuerza. Le dolían las piernas, le dolía el pecho, la espalda y los brazos, prácticamente le dolía todo. Intentó volver a dormir pero, no pudo. El pánico era mucho más fuerte que el sueño en ese pequeño segundo que se despabiló, su padre levantó la vista cuando Ruggero hizo un ruido con la boca. El chico estaba sentado en el otro extremo en uno de los sillones blancos, y su padre tenía la cabeza acostada en la camilla. Era una sala de hospital no tan desagradable como la de la otra vez pero con la diferencia de que esta no tenía una ventana. No había relojes, y no sabía qué hora era. Quería saber cuánto tiempo estuvo durmiendo en esa habitación, los dolores todavía seguían siendo fuertes por lo que, supuso que no llevaba un día entero con los ojos cerrados intentado descansar.
Su padre le acarició los dedos y le sonrió.
— ¿Cómo te encuentras?
Karol respiró, su respiración era normal.
—Me duele todo el cuerpo.
Su padre agachó la cabeza y miró hacia la puerta, iría a buscar al doctor. Se paró y la voz de la castaña lo detuvo.
— ¿Qué me pasó?
Robert miró a Ruggero, y él a Robert.
—Tu amigo te encontró en la calle así cuando venías para casa. —Se pasó una mano por el cabello y lo desordenó más. — ¿Te acuerdas de algo? —Karol negó con la cabeza cuando, realmente si se acordaba de todo menos cuando entró al hospital. Eso sí era un hecho borrado.
—Esta bien, iré a buscar al doctor.
La chica intentó sentarse en la cama pero no pudo moverse, entonces el castaño fue a su encuentro y le ayudó. Una mueca cruzó por su cara, y él lo lamentó. Tenía una bata blanca que no le cubría los brazos, y las heridas que ella misma se había hecho parecían que se las realizaron cuando le pegaron en el Instituto. Sacó su vista de ahí y lo miró, tenían una distancia bastante alejada. Karol se quejó internamente, quería estar cerca de él, su presencia le cambiaba, le gustaba esto. Podía ser ella misma y podía olvidar los infinitos líos que se acumulaban en su cabeza como un rompecabezas.
Alargó la mano, y el vaciló en tomarla pero al fin lo hizo. Él aceptaría todo para estar cerca de ella cuando todas las posibilidades provenían de Karol, la castaña acarició su brazo lentamente.
—Gracias, Rugge.
Él tragó gordo e hizo una seña con las manos para ver si se podía sentar a su lado. Ella asintió y le hizo un lugar.
— ¿Sabes? No tienes que agradecerme, siempre voy a estar ahí.
Su aliento choca contra la oreja de la muchacha y sintió que su cuerpo cambiaba de estar adolorido y mejor. Esto era raro.
Ruggero besó la frente de la chica y salió de la camilla justo antes de que su padre con un doctor entraran por la puerta, iban hablando sobre unas medicinas que debía tomar.
El doctor le comentó que no tenía nada roto y sólo tendría que pasar en cama unos días hasta que el dolor sanara, no era algo tan grave pero que tendría que venir a hacer unas revisaciones por si las dudas.
Le tomó la presión, y le hizo unas pruebas de vista. Hace poco había dejado sus anteojos atrás, no quería usarlos de nuevo y así fue, estaba completamente bien.
—Bueno, lo mejor de todo es que las heridas se van a curar y estás bien, sin ningún hueso roto.
Karol asintió. Realmente no estaba bien, sentía un peso en medio del pecho. Tenía ganas de llorar toda la tarde pero, Ruggero sujetó su mano y las lágrimas volvieron a su lugar.
Este le había cambiado su forma de ser, en parte....
Miró hacia sus pies que estaban en el borde de la bañera llena de espuma, su padre tocó a la puerta y ella le permitió pasar. Estaba toda cubierta de burbujas así que, no tenía problema, a pesar de todo era su padre. No le había perdonando pero dejó que hiciera su trabajo de papá y se preocupara... Pidió una licencia de una semana por ella y realmente lo agradeció, tal vez eso era lo que necesitaba: que realmente sintiera preocupación por la salud de su hija.
— ¿Te sientes mucho mejor?
—Mucho mejor no, tan solo estoy mejor que antes. —Sonrió y se acomodó el moño que tenía en medio de la cabeza.
— ¿Esto te está relajando? —Su padre la miró, tomó su mano y Karol extendió más la sonrisa. Sabía que él realmente estaba arrepentido pero, perdonarlo no se sentía muy bien. No iba a hacerlo así como así por más que fuera su padre. —El chico que estaba en el hospital me dejó está carta para ti... —Extendió la mano a su bolsillo trasero del pantalón y lo sacó. —También está flor. —Sacó la mano detrás de su espalda y se la mostró. Era una bella rosa.
—Ow, que lindo de su parte... ¿Sigue aquí? —Intentó mirar por la puerta, ya que estaba en el baño principal de la casa pero, esta estaba cerrada.
—No, se fue hace unos minutos. —Su padre agachó la cabeza y se acomodó en el piso de una forma en la que estuviera más cómodo. —Es un gran chico, ¿no?
—Supongo.
— ¿Estás interesada en él?
El pequeño interés en su padre sobre su vida amorosa le alarmó un poco pero está era lo que siempre había querido. Un padre que le preguntara sobre los chicos con los que hablaba o cosas por el estilo. Una sonrisa se volvió a extender por su rostro pero no mostró sus dientes, sino fue algo más vergonzoso.
—Me hizo daño hace tiempo atrás pero, trato de olvidarlo. Me interesa él pero creo que nunca podremos llegar a hacer algo. —Explicó la muchacha. No podía entender como le soltaba todo de una a él, era su padre, sí. Pero nunca había tenido esa confianza.
—El amor sobrepasa todas las cosas que una persona pudo haber hecho en una vida, todos los errores cuando uno ama desaparecen... —Su padre agachó la cabeza. Karol sintió demasiada pena, lo amaba, era su padre y sabía que lo decía por eso en parte. Ella sacudió su hombro y le sonrió.
—Sé que lo dijiste, en parte, por lo que pasó entre nosotros pero, a pesar de todo eres mi padre y siempre, por más que cometas muchos errores, voy a quererte. Me criaste. —Sonrió. —Cuando mamá murió, eras mi único amigo, la única persona que pudo mantenerme como yo te mantuve... —Obligó a que sus lágrimas no salieran. —Tal vez, hiciste algo realmente estúpido y doloroso pero de esas cosas se aprende ¿o no?
En sí, lo estaba perdonando. No porque sentía pena y odiaba verlo de tal manera. Sino porque sabía que él lo había hecho con buenas intenciones. No lo perdonó del todo pero, dejó que los problemas fluyeran como si fuera un globo aunque algún que otro alfiler deseaba pincharlo y hacer que este volviera a tierra, destrozado.
❤️❤️❤️❤️❤️
35 votos y sigo! PD: ¿Les gusta cómo va avanzando la relación entre Karol y Ruggero?🤗
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inmerse in the dark | ruggarol «adaptada»
Fanfiction«No vales la pena » « ¿Por qué no te matas? » « ¡Vete con tu madre, imbécil! » La vida se vive una vez, y Karol tendrá que aprender a sobrevivir en la sociedad.