Dylan

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Los pasos de mis amigos en el pavimento de la acera adornaba el fúnebre ambiente de la noche. Había sido un día largo y diría yo, complicado. Mis padres estaban sufriendo un divorcio y claramente me estaba afectando demasaido aquella situación, aunque quería hacerme el fuerte como siempre lo hacia parecía no estar funcionando esta vez, las voces de mis compañeros interrumpian el silencio que había en mi cabeza.
--¿Cierto Dylan... ?-- la voz de Lucas sono esperando que yo corroborara en el tema que estaba hablando con los demas chicos, después un silencio le siguió. --Estas en las nubes, ¿En que piensas. --
--Nada, quiero llegar a casa y tomarme una cerveza fría, sólo eso. --dije.
Seré corto, nunca e tomado en verdad, creo que por eso les causo gracia lo dicho. Eso es una pérdida de tiempo y temo volverme adicto como papá, que aunque muestre esa cara de buena persona es el mismo demonio cuando esta ebrio.

Tengo veinte años de edad y dentro de dos semanas y media cumpliré los veintiuno, ¿Les e hablado de lo que me gusta?. Me gusta o mejor dicho, me apasiona el fútbol americano, soy criticado por muchos por un pasatiempo que tengo y que no cambiaría por nada del mundo, la Danza. Para la mayoría es afeminado pero me importa una hectárea de comino. Las chicas no me faltan ni digo que me sobren, trabajo en tiempos libres con mi padre, el tiene una furgoneta en donde carga mercancía, es buen remunerado por su buena forma de asociarse con la gente lo que favoreció en la amistad con su jefe, que Dios, parece ser su bendita adoración o algo por el estilo.
Mi madre es ama dé casa, quiero decir que es la chica (mujer) que siempre voy a adorar, simplemente le doy gracias por traerme al mundo. ¿Saben?, aunque pata ella no sea mucho ella para mi si, es decir, no recibí ningún tipo de regaños de parte de ellos más que de mi hermana mayor y mi padre.

Llegue a casa después de unos cuantos minutos caminado, tengo armando un auto desde hace cinco años cuando papá consiguió la armadura solamente, poco a poco lo fui construyendo con ĺo que gano en el trabajo con papá, casi está listo, las luces de la cocina estaban encendidas y lo noté por que es una de las ventanas que daba hacia la parte delantera de la casa de dos plantas. Entre.
   Llevaba puesta el gorro de mi sudadera, hacia un viento horrible, como odiaba este jodido clima.
--Llegas tarde. --mamá estaba en la cocina con un cigarrillo en la yema de sus dedos con el rostro cansado y desvelado. --Hace frío, ¿No?
   ¿Lo ven?, evita el mierda tema, soy el único tonto que muere por que le llame la atención su madre.

--Si mamá, si decides salir ve abrigada. --dije.
   --No tengo porque, hijo
Deje mi mochila en el suelo entrando a la cocina mienttas mamá giraba su rostro para servir la fría comida al plato.
--Tendremos un pequeño viaje la próxima semana, ¿vienes conmigo? --
--No lo se Dylan, la casa estará sola. --con su meñique dio un golpe a la colilla del cigarro y ceniza cayó manchando el blanco suelo. --No queremos que nos roben, bueno, lo poco que tenemos. --note sarcasmo.
--Susan puede quedarse, ella si es responsable.
--¿Me hablan? --el grito de mi hermana en la sala.
--Susan, ¿Te quedarías aquí mientras mamá y yo nos divertimos? --pregunté. Ella con un gestos de desprecio lo negó. Parecía estar entretenida con las aburridas noticias que pasaban en las noches que nadie veia, sólo me llevaba dos años más aquella chica de cabello castaño y de personalidad fuerte, claro ejemplo a seguir, pues en unas semanas se iría a Ucrania para terminar su doctorado en Economía, todo gracias a su esfuerzo.
--Hijo, ¿Puedes prepararte tu la cena, estoy muy exhausta. --
--Claro, ve... ve a descansar, dulces sueños. --dije.
Esperaba una respuesta pero parecía no importarle entonces la deje. Mire la cocina, ese lugar en donde mamá cocinaba para mi cuando tenía tan sólo unos cuantos años con tanto cariño y empeño, ahora simplemente parezco valerle.

Había calentado la cena de ayer, pocas veces se esforzaba por hacer una deliciosa cena. Desde que supo que papá le era infiel todo se fue al carajo. Encendí el horno de microondas para recalentar la comida que constaba de un pedazo de carne con un guiso e hice mi magia.

--Huele delicioso. --dijo como elogio Susan.
--Gracias, supongo.
--¿De que hablabas hace unos momentos, ¿Se irán de vacaciones sin mi? --dijo. Cuando quite mi vista de la comida Susan ya había entrado a la cocina, se recargo sobre la barra que estaba cerca de mi con un gesto de curiosidad echando a andar la comida en horno.
--Algo por estilo, pero parece no importarle. --dije. Intentaba ocultar lo que en verdad sentía, nostalgia. --Ni hablar.

--¿Como vas con esa chica de tu academia?, ¿Aún hay algo de que quieras contatme?.

Esa chica, atractiva y buena en mover el culo. Mire a Susan con una sonrisa tenua.
--Apenas se ella, así que no se aunque..
--... ya la llevaste a la cama... --fui interrumpido, eche una carcajada.
--¿Que... ?, ¿Por qué piensas eso? --tome asiento en una de las sillas de mi comedor. --Claro que no.
--Pues.. lo digo por la cantidad de chicas necesitadas que entran en la noche sólo para que les des un revolcón. --dijo con un tono de indignación.
--¿De que hablas?, no meto a chicas a mi habitación.
--Entonces son chicos, bien, no diré nada.

No tengo nada en contra de esas personas pero me sorprendio cuando pensó aquello.
--Oye, ¿Pero que te fumaste?
--Nada, nada, es sólo que en esta casa las paredes son muy delgadas y créeme, que todo, todo se escucha.
No pude evitar soltar otra carcajada y dar un par de golpes a la mesa. Me gustaba cuando habia esta clase de charlas, en donde me recordaba lo idiota que era.
Me miro por el rabillo de sus ojos con una sonrisa.
--Bueno, ¿Me dirás o no?, te veía muy emocionado con ella.
--Susan, ¿No te sientes culpable de que papá y mamá se divorcien? --dije.
Su gesto cambio por completo. Recorrió la silla y tomo asiento.
--No Dylan, es una decisión que ellos tomaron, ¿Crees que es correcto que mamá soporte a papá cuando está ebrio? Y mas aun, ¿Crees que esta bien que mi madre soporte las infidelidades de papá? --parecía segura de lo que decía. --Nunca en tu vida pienses que es nuestra culpa, ¿Si hermanito?, ¿Acaso te afecta eso?.
--No, es sólo que ayer en su pelea me mencionaron, odio cuando lo hacen. -rasque mi nuca aún sin quitarle la mirada de encima. --Al diablo con eso.
Dije frustrado.
La comida estaba lista, tome el plato y los cubiertos y de nuevo tome asiento junto a mi hermana.

--Esa ss la actitud, deja de pensar en eso, pero nunca creas que se trata sobre ti, o de mi, seguramente hablaban de como corregir tu comportamiento, recuerda que no vas bien en la Universidad, ezfuerzate.
Me dejo un beso en la frente lo que me dejo un rubor muy notable causando una risa de su parte.
   --Ahora come eso, frío no es bueno, ¿Quieres calentarlo una tercera vez? --dijo. --... sabrá feo.
--No es necesario. --tome el cubierto y arranque un buen trozo de carne. --Después de tres no creo que quede nada.
   --Bien, me quedaré aquí hasta que termines, quiero que duermas temprano. --bostezo y recargo su rostro sobre la mesa.
--¿A que te refieres? -- comence a masticar el grueso trozo de carné.
   --Se que sales en las noches, con eso todo está claro. --

Nunca en la vida nadie podrá superar a mi hermana, parece estar tomando el cargo de mamá.

Tu Gatito, Mi Osito. [EDITANDO] B/LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora