Tu Gatito, Mi Osito. [EDITANDO] B/L

Mi peor miedo

No podia decir que no era incómodo estar con Julian despúes de que sospechó que era Gay, se que estoy mal en no confiar en el y mucho menos cuando me dijo que me apoyaría, solo era miedo a que se arrepintiéra y recibiera algún tipo de burla de su parte aunque lo dudaba, debo de mencionar que es mi única familia cerca. Estaba a un dia previo de mi presentación a la academia, se preguntarán si estoy nervioso pero no lo estoy, cuando una persona esta nerviosa es porque no esta seguro de lo que va a hacer, pero estoy mas que seguro de lo que voy a hacer mañana. Papá dice que apenas es el comienzo de algo muy grande y que aquello cambiara mi vida, y por supuesto lo creo, Mamá dice lo mismo pero ella cree que voy a descuidar mis estudios, hare ambas cosas a la vez.

Ya era tarde y permanecía en mi habitación, el silencio reinaba en aquel ambiente, las nubes habían perdido ese color niveo que las hacia únicas en el cielo, habian tomado un color gris y todas estaban agrupadas en todo el cielo, la luz del sol apenas salia a relucir pero al final de aquel espectáculo de tristeza que mostraban las nubes el regalaba el suyo. Estos últimos dias apenas y le dirigía la palabra a Julian, evitaba estar cerca de el, evitaba incluso el contacto físico, dirán que estoy exagerando pero no queria que por mi culpa se incomodará.
   No despegaba mi vista de la ventana de mi habitación.
--¿Cuánto tiempo estarás asi? --una gruesa voz resonó--. No hice nada esta vez y estas de nen...
Antes de que terminará aquella palabra me gire bruscamente hacia el.
   --Perdón... --
--No tienes porque pedir perdón, después de todo solo soy eso para ti. --dicho eso enarqué una ceja y volví mi vista hacia donde la tenia, ¿Qué le sucede?--. ¿Solo veniste a eso?
--No eres eso para mi, y no, queria saber hasta cuando me dejarás de hablar, ¿Quieres ir por una hamburguesa?, mañana será un dia especial y quiero que estes feliz conmigo, estaré apoyándote.

   Suspire nuevamente, la ventana de mi habitación tenia un borde, eche andar mi cerebro un dia y acomode un par de mantas, resultaba cómodo estar ahi y me tranquilizaba cuando estaba molesto.
   --No me convences.
--Esta bien... --se acercò a mi y se recostó a mi lado abrazando con sus ejercitados brazos.
   --¿Qué haces?.
--Nada, quiero estar con mi hermanito, ¿No puedo?, se que con un abrazo te puedo reconciliar.
   Bufé un poco molesto.
--Oye, Oye, ¿Por qué eres asi?, ¿Es por la pregunta que te hice?. --mantenía mi vista firme, no pensaba mostrarme débil con el--. Te dije que te creía. Estos dias estas cortante conmigo, ¿Ya no me quieres?.
   No evite reir un poco, resulto un poco infantil la previa pregunta pero me mantuve con la misma actitud.
--Ya dejame... --dije. Aparte sus brazos de alrededor de mi cuerpo, era orgulloso como toda mi familia, todos lo habiamos heredado, o eso creia.

   --Bien, te dejaré. --pareció darse por vencido, no niego que me senti mal por el tono que usó. Tratar con el era equivalente a tratar con un niño de nueve años, aunque estaba asi porque lo queria hacer molestar como el me hiso el dia que recibí el pase. Gire hacia el notando que salia de mi habitación. Mi vista cayó al suelo.

   Unos minutos después de nuevo la voz de mi hermano sonó, esta ves era mas queda y serena, aun asi me habitación estaba en un tremendo silencio que hasta el mínimo sonido de un alfiler caer al suelo podia ser el mas grande estruendo para mi.
   --La cena esta lista Jayce, vamos. --gire hacia el, solo asomaba su cabeza por el marco de la puerta, escondía algo detras de ese rostro de nerd inocente, sabia que haria. Cuando me molesto con el suele ser amable como nunca y caigo en la trampa de perdonarlo. Asenti.
   Baje a la cocina en donde habia freído un montòn de piezas de pollo, solo tenia puesto un delantal rojo con una oración plasmada, esta decia Keep Calm and Kiss The Chef , y una bermuda de marca.

   Tome asiento en el antecomedor, mis pies volando me recordaban lo bajo que era, apenas y lograba tocar el suelo con la punta de mis pies desnudos. Julian me colocó el plato con dos trozos de pollo y a un lado una ensalada.
   --Provecho principe. --me gustaba cuando me llamaba por mi apódo, me percate que estaba concentrado en su comida poco despues de tomar asiento, tanto que olvidaba triturar la comida al ponerla en su boca para despues tragar, esboce una sonrisa, me demostraba tanto afecto por aquella simple palabra, yo era demostrativo con el y moría de ganas por estar con el comiendo, habia veces que me sentaba sobre sus piernas a comer juntos. Comence a degustar aquel rico platillo, me fui primero por la ensalada con aceite de soya ya que el siempre decia que comiera la verdura primero. Estaba por dirigir una palabra pero por afuera escuche como la lluvia cayó con fuerza, parecia tener prisa, tanta que no aviso su llegada. El cielo se ilumino y después un rútido sonido en el cielo sacudió el ambiente lleno de paz que cosechabámos Julian y yo. Mi respiración se agitó con fuerza como si hubiese corrido un maratón completo, mi corazón se volvió loco al instante y mi cuerpo comenzó a temblar. Todo lo anterior provoco que corriera hacia Julian y lo tomara como un niño se sujeta a su juguete cuando otro envidioso se lo quiere arrebatar, las lagrimas brotaron. Tengo que confesar que le tengo una fobia a las tormentas, era y siempre será mi peor miedo, las odio con cada centímetro de mi ser. Cuando sucedían lo único que mi cuerpo queria hacer era agarrar algo o no soltarlo, esta fobia es llamada Brontofobia, es muy común según mi hermano pero es mas que claro que lo dice para que no me sienta avergonzado.