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  Una tarde llena de preocupación y curiosidad no es una muy cómoda que digamos, lo digo por mi solicitud a la Academia de Baile, era una de las mejores en Philadelphia a comparación con muchas que son privadas.
   Después de comer subí a mi habitación para ver la televisión, me quite todo el calzado y calcetas para estar cómodo aparte era una extraña regla de mi hermano Julian, no entendía el porque no podía entrar con zapatos al departamento. El sol de la tarde entraba por la ventana, esa característica luz tan apagada alrededor de las cuatro o cinco de la tarde, tenía en mi mano el control remoto de mi TV y mis piernas con algunas marcas de cicatrices pasadas estiradas sobre un recargo de mi cama. Hoy era el día en que la respuesta de la Academia llegaban y estaba preocupado, era en lo único que invadía mi mente.

   --Jay!-- la voz se mi hermano interrumpió el programa de Two and a half Men de la televisión, me era entretenido ver programas para jóvenes, estaba en camino de ser uno. Baje y Julian tenía en la mano un sobre rojo con el logo en la parte de adelante, no sabia si sonreír o gritar, estar nervioso u orgulloso porque me tomaron en cuenta, vaya, una mezcla de sentimientos.
--Por Dios, por fin llego-- dije.
   --¿Lo abro por ti?--
--Claro, sólo que me pondré cómodo... -- dije, corrí hacia el e inunde mi rostro entre su ancha espalda mientras lo rodeaba con mis brazos y escuchar una risa de Julian me tranquilizaba de tal modo. Escuche como los dedos de Julian rompían el papel parecido a tela y adentro estaba una hoja de color blanca el cual no fue de mucho para que lo tomará.
--¿Que dice?-- pregunté, asomaba ligeramente mi cabeza buscando la hoja.
   --Jayce... -- balbuceo, se dio la media vuelta y me abrazo, no lograba distinguir su rostro y así saber por mi mismo sin que me dijera.
Las caricias de Julian parecían de consilio y me di cuenta que no me habían aceptado, ¿Qué más podía ser?, sólo quedó aferrarme a el con fuerza. Todo a fue al caño.
--Campeón, te han aceptado!-- dijo. Me separe de el y no pude evitar sonreír y echar algunas carcajadas juguetonas, era de esperarse, una de sus bromas pesadas que claro no caían en este momento.
   --Creí que no quedaria-- dije.
--Te dije que si-- respondió con ánimo y felicidad.
--Ahora podré hacer lo que me gusta Julian!-- los gritos de emoción salían, fui aceptado en una academia reconocida del Estado. Me sentía muy emocionado, personas nuevas, todo nuevo.

  
   Los fuertes brazos de mi hermano me abrazaban. Parecía tan feliz como yo.
--Si pequeño, ahora no te veré mucho tiempo, ¿Quien me hará reir?-- pregunto.
   --¿Por qué no en la salida de tu Universidad me acompañas a la Academia?-- pregunté, presumirle a todo mundo que era ún integrante de esa academia era un sentimiento o impulso que no tardaría en hacer.
--No lo se, lo pensaré-- dijo. Tomó de nuevo la hoja de papel para darle un vistazo. Me deje caer sobre el sofá y el siguió el ejemplo, ne levantó y dejo mi cabeza sobre sus piernas.
   --Dice que mañana será tu primer día, creo que les interesas amiguito-- mordia su dedo con fragilidad pareciando ese chico raro que solía ser cuando leía comics y estaba detrás de la computadora trabajando para uno de sus amigos
--Pero mañana es muy pronto, no creo estar preparado.. -- reclame con un puchero.
--Perdona, comienzas en dos días Jayce, mañana sólo irás a dejar documentación... mañana lo hare por ti-- dijo, soltó la hoja de papel.
   --¿Te lo imaginas?, trabajando para una famosa estrella, bailando detrás de ella-- parecía soñador y como mucho de ustedes lo era.
--Si, lo imagino-- siguio, sus manos enrredaban mi cabello. Me habia ganado la lotería.

Tu Gatito, Mi Osito. [EDITANDO] B/LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora