La casa de Ethan

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Los trabajos de demolición de las propiedades empezaron esa semana. Pero no en las casas aledañas, por lo que no me percaté de nada hasta que Trisha volvió de un reparto de mercaderías, con la noticia.

—Por lo visto ya empezaron a demoler las casas para la construcción del centro comercial —comentó mientras se abría paso a través de la entrada principal. —Me pregunto si tanto polvo y ruidos llegarán a afectar la concurrencia de nuestros clientes.

Me encogí de hombros. En realidad, no me había preguntado antes al respecto. Aunque Trisha tenía un buen punto. Cuando se comenzaran a echar las casas de los costados, ¿tendría que cerrar la tienda hasta que pase todo eso? Sacudí mi cabeza para apartar esos pensamientos, probablemente aún faltaban varios días para aquello, debido a que el predio a ser usado para el centro comercial tenía casi 100.000 m2 y las demoliciones empezaron en otra zona.

Acomodé el dinero del reparto de Trisha en la caja registradora y me dejé caer en la butaca de atrás del mostrador.

—¿Está todo bien? —preguntó ella al oírme suspirar.

Le mostré una poco convincente sonrisa y contesté que sí. No le había dicho nada acerca del encuentro con Norman del otro día. No sé si lo escondí por temor o por las dudas que su visita me había generado, pero sí era consciente de que desde ese momento me encontraba con más nervios de lo normal.

—¿Quieres que salgamos a comer esta noche? —le pregunté. Sentía que necesitaba despejar mi cabeza de todo lo que estaba empezando a ocurrir.

Ella desvió mi mirada, algo inquieta.

—Hoy no puedo, tengo planes.

—Ah, —contesté, algo desilusionada— entonces le hablaré a Curi para ir a su casa.

—Es que... Curi tampoco podrá —soltó de golpe.

La miré extrañada.

—Su madre le regaló unas entradas para un estreno de cine y... pues... iremos ahí.

No me miraba a la cara cuando hablaba, lo cual me hizo pensar que algo raro había ahí.

—Te hubiéramos invitado, pero sólo tiene dos entradas —agregó al notar que yo no respondía.

—Claro, —contesté— no se preocupen.

Ella se dirigió al taller y yo me quedé ahí, con ese extraño sentimiento que me agarraba algunas veces de que había algo de lo que no me enteraba.

Me encontraba acomodada, leyendo, en el sofá de la sala cuando sonó el timbre de casa. Sabía que no podían ser Trisha o Curi porque para estas horas ya deberían estar en el cine. Me sujeté el cabello en un intento de rodete y me dirigí al portón.

Ethan me esperaba allí. Vestía unos jeans y una camisa a rayas, por lo que entendí que había pasado por su casa antes de venir. A pesar de la oscuridad, pude ver el descapotable estacionado al costado.

—¿Está bien que salgas a la calle en ropa interior? —me preguntó mientras le abría el portón.

—Es un short —contesté riendo.

—Pero es muy corto —replicó él.

—Pues por eso se llama "short" —puse los ojos en blanco. —Además no esperaba visitas y el portero eléctrico se descompuso hace meses. No me queda de otra que venir hasta aquí para hacerte pasar.

Ingresó al estar después de mí.

—Iré a ponerme otra ropa —le dije.

—Quédate así —me dijo repentinamente—. Tengo pensado ordenar algo de comer y quedarnos aquí. ¿Te gusta la idea?

Casa NO en venta (completa✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora