Capítulo 7: VII

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Comencé a buscar de Dios, me dí cuenta que en su amor todo era posible, las personas se extrañaban al verme porque ya me habían creido muerto, contaba mi experiencia a grandes rasgos y hablaba de la misericordia de Dios, todos me creían un loco.

Estaba tan arrepentido por la falta de razón en la decisión que tome por Dimarco, muy avergonzado visite a la Sra. Felmina de Dimarco que se encontraba hospitalizada, pero al ver mi rostro comenzó a gritar, Asesino, el mato a mi hijo. Muy aturdido salí de inmediato y decidí pagar la curación de la Sra. Dimarco.

La culpa me estaba matando, todos los días le pedía perdón a Dios, y le decía que me liberara de esas ataduras.

Al poco tiempo la Policía realizo investigaciones por la desaparición de Sam Dimarco, me llegaron a interrogar, y me dijeron esto:

-Buenas Tardes Sr. Sanguinelly.
¿Únicamente queremos saber si tiene alguna información sobre el Sr. Dimarco

Les seré totalmente sincero, merezco ser arrestado y pagar la condena que se debe.

-¿Pero que hizo con Sam?

Su cuerpo se encuentra cerca de el muelle Viejo.

Ellos con muchas carcajadas se despidieron y fueron a buscar a Sam Dimarco en la ubicación que les brinde y se llevaron la sorpresa que todo lo hablado era correcto.

Y así es como llegue aquí. Llevo mas de 20 años en la cárcel, y le entregue mi vida a Dios el 16 de Diciembre de 1997, desde ahora le adoro de todo corazón, el se volvió mi vida, perdono mis pecados, lavo mis vestiduras y me hizo un hombre nuevo.






Esta es la historia de mi vida...

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