La tarde del 20 de Septiembre de 1997 celebraba un aumento en finanzas de mi compañía, era algo estupendo ya que nunca se había alcanzado ese nivel.
Esa misma noche tomé tanto que perdí la noción del tiempo, creo que lo último que hice fue recostarme, vomitar y perder el sentido por completo.
No lograba comprender que había sucedido.
¿Será una pesadilla? Me preguntaba constantemente mientras miraba a mi alrededor y con dificultad diferenciaba corales, algunos peces inofensivos y la luz de la luna en su resplandor, tenía la certeza que todo estaba mal. ¿Será posible que alguien me hiciera esto? ¿Pero cómo? ¿Qué podía hacer allí? Tenía escalofríos y me sentía aterrorizado al darme cuenta que podía respirar bajo el agua, sentía frío y me sentía diferente, creo que estaba entumecido, muy lentamente ví salir el sol y los rayos de luz que caían sobre el mar, me acerqué lo más que pude al muelle viejo e intenté salir inmediatamente del mar, lamentablemente me ahogaba fuera de él, no podía creerlo, sin duda alguna tenía branquias...
Viendo mi deficiencia, gire mi cuerpo y llegue al fondo del mar, en ese momento me convencí que todas las ideas eran correctas al poder encontrar una parte de un espejo casi enterrado y poderme llevar la mayor sorpresa de mi vida.
Correctamente, era un pez, solo con ver esas escamas, branquias y unas grandes espinas en las aletas me causo pavor.
Me había convertido en lo que más temía, era el miedo encarnado...
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