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Capitulo ~7~

#Please don't desappear.

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Tae— ¿Qué sucede muñeca?... ¿Miedo? ¡¿Por qué?! Si no pasaron 5 horas cuando pedias por mí, para que te penetrara fuerte... ¡Duro!— le clava un beso violento sobre sus labios.

Jennie— No. No lo hagas... no lo quiero.

Tae— Nunca debiste confiar en alguien como yo Jennie, las apariencias engañan... Tú fuiste demasiado fácil. — murmura perverso. Se quita el buzo que tiene puesto y lo tira al suelo, luego procede a bajar la cremallera de sus húmedos pantalones liberando su gran bulto entre sus piernas aun aprisionado por sus calzoncillos.

Jennie— Te lo suplico, no lo hagas... — suplica pero él hace caso omiso, se posiciona sobre su entrada, liberando completamente su miembro, acomodándose para penetrarla.

Tae— Cuanta conmigo... 1! —al momento ella se siente como es penetrada sin previo aviso, gime de dolor— 2! ... 3! ...4! — la coge con una mano de su cadera atrayéndola más hacia la suya, haciendo más fuerte y bruscas las penetraciones. Con la otra, enreda sus dedos sobre el largo mechón de pelos haciéndola retorcerse. Ella inevitablemente deja fluir sus lágrimas mientras su cuerpo se sacude por las intensas embestidas. — 5!..6!...7! 8! 9! 10!! — grita fuertemente.

Jennie— Por— por favor ya basta...— suplica ronca mientras intenta empujarlo con ambas manos pero le es inútil, — Ya detente!— murmura sollozando, entonces él se detiene de repente porque su mente se ausenta y se sitúa en otro momento, en el que __________ aparece y grita entre lágrimas la misma frase <<Por favor, ya basta. Detente>>. Tae vuelve en sí, observa por segundos a Jennie quien se encuentra aplastada debajo de él y repentinamente de nuevo la recuerda. Él retrocede inmediatamente por la impresión, la sensación perturbadora, todo su cuerpo se estremece y su respiración se vuelve insuficiente. Jennie simplemente se limita a observarlo con el rostro empapado de sus lágrimas amargas, cubriendo temblorosa su cuerpo con las sabanas.
Él se encamina hacia la vitrina y coge otra botella de vodka tomándolo a fondo, pero se atraganta por el nudo dentro de su garganta, frustrado y enojado tira la botella contra un mueble donde se estrella y se rompe. Su cuerpo tiembla, porque su mente la recuerda, haciéndole una mala jugada. Comienza a descontrolarse, tirando todas las botellas, y cada objeto que se atraviesa en su camino, sin importar si resulta ser lastimado.
Jennie quien se encuentra muy atemorizada de alguna manera siente que debe intervenir, sus sentimientos no soportan verlo así, dejando el miedo detrás habla:

Jennie— ¿Qué haces? Ya basta... ¡Detente! Deja eso. ¡No lo hagas! — Se pone de pie y se dirige hacia él, —¡Por favor! — grita una y otra vez, pero este le hace caso omiso. Hasta que de pronto ella se abalanza contra él con la única intención de calmarlo, pero es empujada bruscamente contra el suelo donde resulta ser herida por un trozo de cristal. Inesperada y torpemente él también tropieza y cae al suelo, donde al verse derribado comienza a reír sínicamente, pero luego las carcajadas comienzan a ser llanto, un llanto desesperado y lleno de dolor, levanta parte de su cuerpo del suelo, y se apoya en sus rodillas, cubre su rostro con ambas manos y se hunde en sí mismo:

Tae— ¿Por qué? ¡¿Por qué?!... ¿Por qué tenía que ser de él, de ese idiota? ¿Enserio lo amabas tanto para acabar así? ¡Ah!— Cierra sus ojos por duros instantes recordando la dura confesión de Jimin que lo sigue atormentado, de nada sirve el alcohol que bebió durante una hora en el club, todo es inútil hasta que de pronto alguien lo llama en un susurro, una voz tenue y suave.
Él deja instantáneamente de llorar al reconocer esa voz, se queda en silencio por unos segundos, incluso piensa que tal vez fue una ilusión de su traicionera mente, pero de nuevo lo llama la misma voz, su cuerpo se estremece pero no es hasta que siente un ligero contacto sobre su cabeza... un contacto cálido y un aroma familiar, cuando él retira ambas manos de su rostro, abre lentamente los ojos y la ve justo delante de él, se queda inmóvil frente a "ella", observándola fijamente, sin poder decir nada por un momento, pero entonces él percibe que "ella" está herida y está sangrando.