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Capitulo 4

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#El asesino tarde o temprano siempre vuelve a la escena del crimen.

Narrador

>Día anterior: Luego de la llamada de Jimin

Las calles de Seúl se encuentran muy pesadas. La noche se hace presente junto al incesante frio, y el cielo amenaza con una futura tormenta. Las ráfagas de aire pegan fuertemente contra su cuerpo y rostro que esta descubierto, pero él extrañamente no siente más el frio, sino la sangre hervirle, un calor continúo e intenso que le provoca un fuerte ardor.
Sus labios se encuentran resecos al punto de partirse, seco al igual que su garganta, Él se encuentra agitado sin razón, la desesperación lo corroe. Ya desesperado, rápidamente pasa auto tras auto sin cuidado alguno por la autopista, poniendo en riesgo su vida, sin temor alguno por si mismo, solo acelerando más a cada segundo.
Luego de unos minutos de incesante velocidad se detiene frente a una grande casa con un patio enorme, una lujosa mansión. Donde se baja inmediatamente, tirando la moto a un costado. Se dirige a pasos rápido hacia la puerta donde el mayordomo y otros criados ya lo esperan. Apenas entra escucha roncos y alarmantes gritos junto a agudos y secos golpes provenientes del segundo piso. Con la respiración agitada se dispone a subir los escalones. Ya arriba advierte el agua y los fragmentos de vidrio sobre el suelo. Ve también un grupo de empleados inquietos, quienes se encontraban consternados y asustados, pero su vista se detiene frente a una mujer de edad ya marcada, quien tiene los ojos húmedos y la respiración constante, con el cuerpo tembloroso. Jimin se acerca y a penas ella lo nota pide desesperada su ayuda y señala la habitación que tiene la puerta cerrada. Él decide llamarla:

JM — ¿Suzy? Suzy soy yo, Jimin. Abre la puerta.

Pide tratando de sonar calmado, pero solo recibe gritos y negativas respuestas.

JM — ¡Suzy! Escúchame, solo tienes que abrirme la puerta.

SZ— ¿Jimin? ¿Eres tú? — escucha en respuesta del otro lado, una voz frágil.

JM— Déjame entrar.

SZ— ¿Por qué estás aquí? No pedí que vinieras ¿Qué haces aquí?

JM— Ábreme la puerta, así podremos hablar— trata con gran dificultad, sonar lo mas tranquilo posible.

SZ— No Jimin, no quiero verte. No quiero que me veas, no así.

JM— Por favor Suzy.

JIN— ¿Qué sucede? — pregunta sobresaltado quien recién llega junto a Namjoon y Hoseok. — ¿Dónde está ella?

SZ— Así que todos están aquí. Vienen a ver en la clase de fenómeno que me convertido.

JM— Estas muy equivocada. Suzy, es la última vez que te lo advierto. Abre la maldita puerta. ¡No quiero tener que derribarla!

SZ— ¡No te atrevas Jimin! ¡Vete! ¡Largo tú y tus amigos!— grita ella de repente. —Ya no soy la chica que solía ser. Soy un monstruo, prefiero morir antes de que me veas en este estado. ¡Maldición! Mis manos están sangrando... soy una tonta, volví a hacerme otra maldita cicatriz

JM— ¿Qué mierda estas diciendo?

Jin— ¿Dijo que está sangrando?

JM— ¡Suzy! ...¿Suzy? ¡¿Suzy?!

Esta vez no recibe respuesta alguna, lo cual lo desespera decide aumentar la fuerza de sus golpes y empujar la puerta. Entonces un criado aparece exaltado y trae consigo la copia de la llave, Jimin la toma inmediatamente y libera el seguro, pero aun no puede abrir la puerta, algo dentro está trabándola. Decide empujar más y poner toda su fuerza corporal en ello, Hoseok lo ayuda. Una vez consigue entrar se llevan todos una gran sorpresa. Se quedan desconcertados, aturdidos por segundos al ver todo el desorden; el espejo roto y la sangre sobre él, sobre el suelo, sobre la cama, sobre la pared, y también el olor fuerte a alcohol que embriaga apenas lo inhalas, entonces la ven sentada sobre el suelo, con las mangas del sweater teñidas de rojo, al igual que su rostro hundido en lágrimas. Ella se encuentra muy pálida con la mirada perdida, pero con el llanto presente.