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~Capitulo 16~

[Lugar: Seúl / Mansión Bae]

Suzy vuelve después de su larga ausencia en su propia casa. Las puertas se abren ante su presencia, y los criados la reciben respetuosamente. Ella entra sin dirigirle la mirada a alguno e ignorando sus voces pasa hacia la sala donde se encuentra con una desagradable sorpresa:

— ¡Oh! Suzy, veo que ya... ¡Dios! ¿Qué manera son estas de presentarse? Ve a darte un baño y cámbiate que tenemos visita. — Habla su madre con un alto ego, manteniendo la compostura, plasmando su repetitiva falsa y exagerada sonrisa, tratando de ocultar su vergüenza al ver a Bae en un estado desalineado y errante.

Suzy tensa los músculos, aprieta la mandíbula y endurece los pómulos. Su mirada resplandece en llamas su enojo, su creciente furia. Desde el otro extremo, una figura femenina de buenos trazos y elegancia la observa fijamente. El ambiente del gran espacio se vuelve sumamente denso con el correr de los segundos, y la Sra. De Bae es testigo de eso.

—Buenas noches, Suzy. — murmura a quien observa con desprecio.

— ¿Qué demonios haces tú aquí? — cuestiona Suzy inmediatamente, sin importarle la presencia de terceros.

— ¡Señorita! Esa no es manera de comportarse ni de dirigirse frente a una visita. — Llama la atención la Sra. De Bae — Muestra más respeto, ¿Dónde quedaron tus modales?

— ¿Respeto? ¿En serio? ¿Qué ahora llamas visita a la basura? Pensé que tenías clase madre, y que no dejabas entrar a cualquiera.

—Descuide Tía. A veces a mi prima se le olvidan los modales y la cortesía.

—Tu mejor cierra la boca. No me vuelvas a llamar prima, ni amiga. Entre tú y yo no hay vínculo alguna estúpida. ¿Cómo tienes el descaro de presentarte en mi casa luego de lo que hiciste aquella noche? ¿Cómo pudiste hacerme algo como eso? — cuestiona realmente molesta mientras se aproxima hacia la desagradable presencia.

—No es algo que deba discutirse aquí, ¿O sí? —observa desafiante sin mostrar pudor alguno, o cualquier clase de arrepentimiento.

—Ya es suficiente. ¿De que están hablando? — pregunta la Sra. De Bae realmente confundida en medio del conflicto. — Alguien explíquenme lo que está ocurriendo entre ambas.

—No eres bienvenida, y nunca más lo serás en esta casa. Lo que hiciste aquella noche, nunca voy a perdonártelo y vas a lamentarlo te lo juro.

—No fue culpa mía. Tú lo enviaste a mis brazos, eso dijo él. Lo que sucedió contigo luego es ajeno a mí, nunca imagine que acabarías destrozada en aquella fabrica, siquiera que hablabas en serio. Dios, mírate ¿Quién puede tomarte con seriedad?

— ¡Eres una maldita zorra! — la empuja, esta cae sobre el sillón, Suzy se pone sobre ella y la acorrala entre sus piernas. Sin mostrar compasión alguna la golpea repetidas veces, descargando su ira, todo su odio acumulado. Pese a que sus condiciones físicas son delicadas, y que algunas de sus heridas vuelven a sangrar por los bruscos movimientos, ella no se detiene. Se arma de fuerza al recordar aquella noche que marcaron su sentencia.

¬Flashback¬

—Res-responde... por favor responde Park Ji-jimin. ¡Joder! Respóndeme. — pedía desesperada hundida en la angustia y el terror. Una y otra vez intento comunicarse con él pero simplemente sus llamadas eran destinadas al buzón. Envió varios mensajes implorando su respuesta. Incluso pavorosos mensajes de voz que se escuchaban distorsionados. "¡Dios! Te necesito... Están persiguiéndome, Jimin... ellos van a matarme."
Luego de casi haber perdido la esperanza, alguien contesto desde el otro lado: