2. Un dorito verde

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El lugar era algo oscuro por los arboles que daban sombra, Ford tenía a Rick agarrado de la camisa por la furia tratando de saber que es lo que pasó, Rick no le importó contarle, pero solo para seguirle el juego tomo su pistola láser apuntandole en la cabeza.

—Parece que alguien quiere jugar al tonto. ¿Qué pasaría si te mató de un solo disparo?—

Ford saca su pistola también y serio lo pone en la cabeza de Rick. —Lo mismo digo contigo.—

Ambos se quedaron mirando fijo por unos segundos y luego Rick se empezó a reír de aquella escena, Ford estaba confundido y bajo la guardia un segundo.

—¿Qué es tan gracioso?—

—Tranquilo, no voy a m-matarte, solo seguía el juego.— Decía entre eructos mientras guardaba su arma y miraba a otro lado desinteresado.

Ford tan solo bajo el arma y lo soltó para luego suspirar y calmarse sobre lo sucedido.

— Bien, ¿Ya vas a decirme que es lo que pasó?—

—Claro, muy sencillo. Estaba hablando con mi nieto, tropecé dejando romper una máquina de dimensiones desconocidas y de repente bulu badub puf aquí estoy.— Trataba de ser chistoso pero sabía que el mismo no podía serlo y menos en esta situación, aunque actuaba de forma inmadura.

Algo cerca de ellos se escuchaba mientras que los dos estaban atentos al entorno del lugar, miraban a su alrededor y Ford vió algo brillar en los arbustos.

—Creo que hay algo o alguien dentro de los arbustos.—

Rick fue a revisar y lentamente con su pistola láser apuntaba al arbusto, se estaba moviendo poco a poco pero Rick al ver que no salía de allí arrastró lo que estaba dentro del arbusto y era una especia de alien extraño, tenía una gema en su cabeza y Rick pudo identificar la gema al instante.

—¡Oh diablos! ¡Ford, encontramos un peridoto!— Decía​ Rick con felicidad mientras miraba al alien. —¡Quitate esa maldita cosa de la cabeza!—

El alien verde tan sólo lo miraba ya que era una de las personas más extrañas que ha conocido e irritables. Tan solo lo miró de mala forma y le gritó.

—¡No! ¡Nunca obedeceré tus ordenes! ¡Está gema pertenece parte de mi cuerpo!—

—¿Qué?— Preguntó Ford. —¿Un alien con una gema incrustada? Esto si es nuevo.— Decía mientras tomaba una libreta parecida al de los diarios, tomo apuntes de su forma física y la observaba poco a poco.

Al ver que el humano Ford estaba ocupado tan solo mantuvo un poco la tranquilidad. —Mi nombre es Peridot. Vengo del Planeta Madre y...—

—No me interesa.— Decía Rick Entre eructos y la baba que corría de su boca. —Me has quitado todo el gusto de matarte, cabeza de Dorito.—

—¿Ñeh?— Decía con un poco de temor al escucharle decir eso.

—Oye, no puedes ir matando así porque lo decides. Además me puede facilitar para un nuevo diario.— Sonreía Ford tras ver a Peridot y analizando cada detalle.

—Disculpen, yo no soy un experimento o algo para investigar. —Decía Peridot enfadada mirando a Ford.— Vine aquí porque un hoyo negro me absorbió.—

—¿Qué? ¿Tú también?— Decía Ford sorprendido.

—Otro para el convivio, traigan las miserables cervezas.— Decía en sarcasmo sin animos, no le interesaba absolutamente nada de lo que ambos dijeran.

—¿¡Podrias bajar tu ego de una maldita vez!?— Decía Ford tan enojado que pronunció una palabra que nunca dijo en su vida, haciendo tapar su boca.

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