Todo sigue igual que siempre... ¿cierto?

2.3K 244 120
                                    

—¿Extraño? Debe ser tu imaginación... —respondí, tratando de ocultar mi nerviosismo.

Madoka no pareció creer ni una palabra de lo que decía, pero no volvió a preguntar.

—Bueno, en ese caso, salgamos mañana a divertirnos.

Asentí sin verlo directamente a la cara. No quería imaginar qué rostro tendría en esos momentos; ¿su mirada extrañamente seria? ¿Una expresión decaída? ¿Su típica sonrisa? No me animé a averiguarlo.

Escuché que se alejó y vi su espalda mientras lo hacía, tuve el impulso de hablarle, pero me contuve y no dije nada.

Al día siguiente fuimos a una cafetería solos los dos, pero eso no duró mucho tiempo ya que nos encontramos a Ryuji apenas tomamos asiento. Hayato e Ibuki se unieron a los pocos minutos y todo nerviosismo o pavor que hubiera tenido hasta el momento quedó en el olvido.

Madoka parecía divertirse también, pero había algo extraño en el aura que lo rodeaba.

Terminé olvidando por completo el incidente con Madoka y podría decir que todo volvió a la normalidad entre ambos. Aunque en verdad me sentía patético por haberle dado tanta importancia a ese incidente. Mi reacción había sido demasiado extremista. Después de pensarlo tanto, había conseguido aceptar y olvidar.

Era como si nunca hubiera visto "eso". Aunque aún había algo que no me daba total confianza.

—¿Y Madoka? —le pregunté a Keiichirou mientras barría la sala.

—Está en su estudio, últimamente ha estado bajo mucho estrés por su trabajo —sostenía un par de documentos mientras hablaba.

—Sí, eso supongo.

En verdad. Los últimos días ellos habían estado esforzándose mucho por un proyecto de una señora bastante inconformista. No parecía estar satisfecha con nada que le entregara Madoka, y eso sólo complicaba más la agenda que Keiichirou tenía preparada para los encargos de otras personas.

Ambos ocupaban un descanso bien merecido, aunque eso no evitaba que Madoka siguiera haciendo desastres en la cocina y molestándome con trajes de gato y otros artilugios de esa calaña.

El teléfono de Keiichirou sonó de repente sobresaltando un poco a ambos.

—Lo siento Chihiro-kun, si Madoka-sama pregunta, dile que fui a encargarme del asunto del que hemos estado hablando —tras decir eso, se marchó dejando los documentos que sostenía sobre la mesa.

Dejé recargada la escoba en una pared y me acerqué a los papeles con curiosidad.

En todas las hojas había dibujos del mismo vestido con diferentes modificaciones en las mangas, el cuello, la cintura, los bordes. Al parecer, los diseños rechazados de la señora exigente.

No podía entender cómo ninguno le había convencido lo suficiente, para mí todos eran bastante buenos. La única explicación era que había algo mal con esa señora. Si no la satisfacía el siguiente diseño, Madoka y Keiichirou estarían en problemas (el vestido, si no recordaba mal, como máximo debían entregarlo en cinco días más)

Negué con la cabeza mientras me dirigía a la cocina para servir algo del té que había puesto a calentar hace rato para llevárselo a Madoka. No se me ocurría una mejor forma de ayudar, aunque tal vez mi interrupción sólo lo retrasara más.

Sentí un dejavú cuando dejé la bandeja con la taza y jarra del té en el suelo y me acerqué a la puerta en silencio. 

Sólo quería comprobar que no interrumpía a Madoka; tal vez y se había quedado dormido en sofá, o cortaba algo importante. Al no escuchar ningún ruido preciso, abrí un poco la puerta y asomé mi cabeza. Sentí que me iba a arrepentir, aunque no por eso dejé de husmear. 

La misma escena se mostraba ante mí otra vez.

Madoka apretaba sus ojos con algo de fuerza, y parecía murmurar algo mientras movía su mano en una especie de vaivén.

—...hi..ro...

No sé por qué lo hice, fue como si algo hubiera tomado control de mi cuerpo en ese momento.

Avancé un par de pasos en cuclillas, evitando emitir sonidos, para escuchar mejor qué era lo que decía entre dientes. Sentía que me arrepentiría al conocer la respuesta, pero algo me impedía salir de ahí.

El rostro sonrojado. Su frente perlada de sudor. Y un nombre que decía entre dientes.

Abrí mis ojos al darme cuenta qué era lo que decía.

——

–––––––

----------

Hola! Disculpen a tardanza, en verdad, pero el internet y la disponibilidad (e inspiración) me odian lo suficiente :"v Mañana sin falta subiré el siguiente capítulo (si pudiera lo haría ahora, perdón)

Espero que les haya gustado, siento que cambié algo la forma de escribir, pero ya ustedes opinarán.

Si les gustó, no olviden comentar, votar o dar alguna recomendación.

Nos leemos luego y gracias por leer^^)/

Difícil de ocultar (Shounen Maid) (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora