Espera

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—¡¡Madoka!!

Muchas personas que andaban por ahí voltearon a mirarme con curiosidad, pero ignoré sus miradas. Mi completa atención estaba en el rubio que había detenido su andar para girarse con lentitud al escuchar que lo llamaba.

Soltó la maleta que cargaba al verme ahí, pero no se movió de donde estaba.

—¡¿Cómo se te ocurrió desaparecer sin más?! —exclamé con euforia mientras me acercaba a él, al fin conseguía moverme—. No puedes tan sólo irte y fingir que nada ocurrió, ¡eres un adulto, ¿no?! ¡Enfrenta los problemas en lugar de huir de ellos!

—Chihiro-kun... —murmuró sorprendido.

Una débil sonrisa se formó en sus labios mientras me miraba.

—Yo no planeaba irme por siempre.

—¿Eh?

—Han habido algunas complicaciones de diseño con algo que me encargaron hace tiempo —comenzó a explicarme al ver mi mirada de desconcierto—. Pensé que lo mejor era ir directamente con la señora para preguntar adecuadamente las cosas que le disgustaban, creo que lo recuerdas, ¿no?, que los últimos días Keiichirou y yo estuvimos bastante ocupados. 

Por alguna razón, al escuchar lo que dijo comencé a reír. Sentía un gran alivio al saber que él no desaparecería para siempre, en verdad había sido muy impulsivo lo que había hecho.

—Entonces... ¿estaría mal si regresamos a la mansión en lugar de que vayas? —pregunté recordando que Keiichirou podía estar preocupado.

—Pero... ¿no te sientes asqueado? —la expresión que hizo Madoka al hacer la pregunta fue apagada y vacía.

—Yo... —nunca me había cruzado ese pensamiento por la cabeza, pero tenía que responder de una forma en la que Madoka entendiera lo que estaba pensando sin malentendidos—. Todavía soy menor de edad. Sin mencionar los lazos sanguineos...

—No hace falta que lo remarques...

Por su reacción vi que mis intentos de no lastimarlo dieron el resultado contrario. No debía de divagar en ese momento. Tenía que ser claro.

—Trato de decir que... ¿podrías esperar por mí? —le pregunté a la vez que lo miraba a los ojos con la expresión más seria posible.

—¿Eh?

Madoka abrió los ojos sorprendido por mis palabras.

—Faltan seis años para que me pueda considerar un adulto —le expliqué bajando la mirada. Sentía algo de pena al decirlo—. ¿Crees poder esperar? 

Pasé saliva al no escuchar ningún tipo de respuesta. No me sentía capaz como parar mirarlo a la cara para ver qué tipo de expresión estaba poniendo en ese momento. De alguna forma, comencé a sentirme arrepentido de lo que había dicho.

Pero cuando sentí la cálida mano de Madoka posarse en mi cabeza me atreví a mirarlo.

Tenía lágrimas en sus ojos, pero no eran de tristeza, la sonrisa en sus labios y la forma en la que me miraba me decía que había dicho lo adecuado. Acercó un poco su rostro a mí antes de decir algo.

—Seis años son mucho tiempo —dijo mientras acariciaba mi cabeza—, pero no me molestaría esperar cien años por ti.

—Madoka...

Ambos sonreímos.

La gente que pasaba a nuestro alrededor parecía ignorar por completo nuestra escena, aunque no era como si quisiera que fuéramos el centro de atención. Y menos cuando Madoka cortó la distancia besándome en los labios.

Sentí mi rostro arder a la vez que me llevaba las manos a la boca en un acto precipitado. El rubio tenía su típica sonrisa de felicidad, mientras que yo miré a todas direcciones para asegurarme de que nadie nos hubiera visto.

—¡¿Qué demonios crees que haces?! —le pregunté exaltado.

—¿Eh? Si debo de esperar seis años para poder tenerte, al menos debería poder besarte —lo dijo con su habitual tono infantil y quejumbroso, cosa que me hizo fruncir el ceño.

Apreté mis puños con fuerza y le di un golpe en el rostro sin mucha fuerza.

—¡Una persona no se considera adulta hasta que cumpla los veinticinco años! —dije, dándome la vuelta con falso enojo. 

No eché a andar hasta que me aseguré de que Madoka también lo hiciera. Ahora, había varias personas que nos miraban a él y a mí con intriga, pero no les presté ningún tipo de atención.

—¡¿Eh?! ¡Eso es cruel! —escuché a Madoka quejarse a mis espaldas—. ¡Ni siquiera yo tengo esa edad aún!

No tenía que girarme a verlo para saber que él, al igual que yo, tenía una sonrisa en el rostro. Seis años podían no ser mucho tiempo.


Fin

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Y aquí está el último capítulo :"3 (es curioso que éste lo escribí antes que el pasado) Espero que les haya gustado y les agradezco mucho por haber leído hasta el final

No olviden dejar sus opiniones, votos y recomendaciones^^ (creó que tuve una traba al inicio)

¡Muchas gracias en serio por haber leído!<3

¡¡Y espero que nos leamos luego!!

Difícil de ocultar (Shounen Maid) (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora