Miedo

2K 226 38
                                    

Salí corriendo de la mansión, escuché a Keiichirou gritando mi nombre a mis espaldas pero no me giré o detuve por eso.

Tenía miedo.

Miedo de que Madoka se fuera y no regresara jamás.

Sentía que esa era la mayor posibilidad al haberle mentido sobre mí a Keiichirou. Y es que, él nunca mentiría sobre algo así. Además, no había dejado ni siquiera una nota o enviado un mensaje diciendo lo que haría.

Por más que quería convencerme de que exagerando el asunto, no podía dejar de imaginar lo peor. 

Que Madoka hiciera algo de lo que se pudiera arrepentir. Que se fuera sin dejar rastro. No quería que desapareciera, eso era lo único que tenía en mente mientras corría por las calles sin un rumbo preciso.

Mis acciones se me hicieron demasiado precipitadas por el hecho de correr sin tener idea de dónde pudiera estar el rubio. Sólo caminaba y corría sin un plan en especifico hasta que decidí frenarme para pensar mejor en lo que estaba haciendo.

No conseguiría nada con lo que hacía, pero, ¿dónde debía de buscar?

Miré a mi alrededor para ver en dónde era que estaba, aunque no vi nada que se me hiciera familiar. Era un callejón común, sin nada estrafalario en él. Lo que más resaltaba en sí era el extraño gato café claro con ojos azules que seguía cada movimiento mío con la mirada.

El gato y yo cruzamos miradas por unos instantes, hasta que éste saltó en frente de mí y comenzó a correr hacia algún lugar. Antes de desaparecer de mi campo de visión, él me miró por última vez unos segundos. Tomé eso como una especie de señal y comencé a correr detrás del gato, dejando que me guiara.

Fue un poco difícil no perderle el paso al gato, hasta que éste por fin se detuvo frente a la estación de trenes.

Desapareció entre los pies de las personas que subían y bajaban escaleras en esos momentos, pero eso no me preocupó. Ya no ocupaba seguirlo porque había encontrado lo que había estado buscando.

A punto de abordar el metro, Madoka sostenía una pequeña maleta; tenía el rostro serio, demasiado para ser él. Corrí lo más rápido que pude para alcanzarlo, pero frené de repente, no muy lejos de él.

Las imágenes de esos incidentes llegaron a mi mente. Y me hicieron dudar sobre si debía seguir o no. ¿Qué debía de hacer? No había pensado en eso desde que salí en busca del rubio. Simplemente, era algo crucial que había olvidado por completo.

Tenía el cuerpo paralizado. Antes me había dejado llevar por el miedo de jamás volver a verlo, dejando de lado el pavor que me había dado al descubrir que él... me veía... de esa forma. cosa que en verdad me había dejado en shock.

Faltaba muy poco para que cruzara esas puertas que harían que jamás lo volviera a ver, pero no podía moverme del lugar en el que estaba. Todo mi cuerpo estaba temblando.

Apreté mis puños y mordí mis labios. Sentía como un hilo comenzaba a tensarse hasta el punto de romperse con cada paso que daba Madoka. ¿En verdad no me importaría si él desaparecía por completo de mi vida después de haber entrado, sin permiso, a la mía?

No tenía tiempo para pensar. Debía de actuar ahora.

Abrí mi boca, y sin dubitación le llamé lo más alto que pude

—¡¡Madoka!!

——

–––––––

----------

Hola~ Bueno, esto lo quería subir ayer :'v pero tuve visita y no pude. En la noche (o en unas horas) subiré el siguiente capítulo que, lamentablemente, será el último (a no ser qué...) 

:3 espero que les haya gustado, no olviden dejar sus opiniones al respecto y votos de ser así.

Gracias por leer y nos leemos luego^^)/

Difícil de ocultar (Shounen Maid) (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora