Capítulo 33

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El entrenamiento comenzó esa misma noche. con pesos y los ojos vendados aprendí a ser más ligero y sentir los movimientos sin usar mis ojos. Intentaba pasar por el túnel de estacas en movimiento que habían preparado Demian y Ernest cuando caí al suelo

-Mierda- grité.

- ¡Elliot!, ¿te encuentras bien? -preguntó Demian acercándose a mi

-Si-dije quitándome la venda de los ojos- es imposible- reclamé- ya lo he intentado 20 veces y aún sigue derribándome cada vez que trato de pasar

-así no conseguirás nada-dijo una chica castaña. Tenía el pelo tomado y la tez morena- debes anticipar cada estaca solo con el sonido de su movimiento

- ¿Lauren, te importaría mostrarle al novato? -dijo Ernest

- ¡No soy un novato! -reclamé y observé como Lauren luego de atar sus ojos bailaba entre las estacas, ninguna la tocaba ni la lastimaba. Salió del paso de las estacas invicta- eso debes hacer

-Bufé- sé qué debo hacer

-Pues parece que no- dijo- cada vez que lo intentas la misma estaca te detiene- dijo y se retiró del campo

-No la tomes en cuenta, Lauren es así-dijo otra chica- me moría de ganas por conocerte. Mi nombre es Hannah, trabajo con el Mazo y Lauren con el cuchillo, escuché que tú eras el Maulit que rondaba por aquí- me tendió la mano

-Si. soy yo-dije tomándola para levantarme- aunque para ser un guerrero legendario esto no se me da bien

-Todos pasamos por lo mismo en el primer entrenamiento. Mejorarás- Dijo- ven, te enseñaré a hacerlo.

Con la ayuda de Hannah, en unos días me encontraba pasando por las estacas sin problema, logré que Lauren me hablara y con ambas como compañeras comenzamos a entrenar cada día más duro, les enseñé a usar el arco y la flecha y ellas el mazo y el cuchillo. Tardé unos días en unirme al clan de cazadores oficiales y cuando me nombraron cazador oficial me sentí lleno de orgullo. Demian, Ernest, Felisa y aimara se encontraban conmigo para recibir mi condecoración, pero extrañaba a mi familia, ellos no estaban.

Al cabo de unos meses nos encontrábamos listos para atacar a las Pierce. Diana se había transformado en la cabeza del laboratorio, Felisa con 8 años era una experta en la creación de flechas y su madre se había transformado en cazadora, ya no temía a nadie. Lauren y Hannah se habían transformado en mis compañeras de caza y juntos los tres derribábamos a vampiros pequeños que se encontraban en el camino.

Me encontraba en el paso del bosque a la ciudad. Sobre un árbol, mi misión era vigilar la entrada al claro y cazar lo que apareciera en el lugar. Sentí pasos y me escondí.

- ¿Elliot, que sucede? -preguntó Lauren

-Silencio, viene alguien-dije. Entre los árboles surgió una silueta, que se transformó en un chico. Le apunté a la cabeza- vamos, acércate más-dije. Miré con detenimiento y abrí los ojos. Bajé de un salto y me puse delante de él- ¡No disparen! -grité.

-El desconocido me miró con miedo- ¿Elliot? - preguntó

- ¿Jasper? -sonreí- ¿Qué haces aquí?

- Te buscaba- dijo con una sonrisa y se abalanzó sobre mi- ¡desapareciste por meses!

-Lo sé- dije- ¿recuerdas que papá me echó de casa?

-Jasper bajó la mirada- Lo siento

-No pasa nada-dije revolviendo su pelo

- ¿Elliot, debemos avisar que tienes visita? -preguntó Lauren

Linaje [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora