Capítulo 10

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Tal como lo prometió aquella mujer, a las 8 estábamos partiendo mis hermanos y yo rumbo a Alaska, un trayecto lo haríamos en tren y el otro en avión, así no levantaríamos sospechas.

Mamá no podía creer que no nos vería en años, apenas tenía 6 años, significaba que en 12 años más recién podría vernos, ella solo lloraba y lloraba y mis hermanos intentaban parecer fuertes delante de ella, pero no pudieron, hace ya 2 años nos habíamos escapado de Greenwich por la guerra y ahora nos volvíamos a escapar de una muerte segura y cercana, no podíamos creerlo.

Miraba por la ventana sentado en el avión, esa era la última vez que vería a mi amada Inglaterra, cerré la ventanilla mientras el avión se ponía en marcha, Seth tomó mi mano y me abrazó.

-Tranquilo hermano, verás cómo se nos pasa volando todo, además mamá nos enviará cartas y podrás asistir a la escuela-Me dijo Seth

-Extrañaré a mamá- Dije llorando

-Lo sé pequeño lo sé- Pero mira lo que me ha dado papá- dijo sacando un móvil de su bolsillo

-es el móvil del tío Ernest- Dije

- Si, es el móvil del tío Ernest- Me explicó- papá me lo ha dado con un nuevo número que solo saben él y la tía Lorraine, asique podremos hablar con ellos cuando queramos

- ¿Podemos llamarlos ahora? -pregunté

- Seth rio- en un avión no podemos utilizar los teléfonos Elliot, pero cuando nos bajemos la llamaremos para decirle que estamos bien y que no te has hecho pipí encima ¿De acuerdo?

-No me hago pipí encima Seth-Reclamé

-Lo se hermano, solo bromeaba- Ahora duerme que el viaje es largo-Dijo y me acomodó en su regazo para dormirnos.

Pasaron 17 horas y la azafata nos despertó a los 4 para decirnos que debíamos levantarnos para desayunar, me estiré y devoré todo lo que me dieron, cambiamos lugar con mis hermanos y Jasper y yo jugamos video juegos la media hora que nos quedaba de vuelo hasta que la pantalla y la voz de la azafata nos indicaron que debíamos prepararnos para aterrizar. Seth volvió a su asiento y me arregló el cinturón, tomó mi mano y en un cerrar de ojos observé por la ventana la enorme ciudad de Juneau, era la capital de Alaska, ahí nos juntaríamos con la tía Lorraine y en su avioneta viajaríamos a la pequeña localidad de Wainwright, lugar donde vivía ella y donde también se encontraba el aquelarre. Nuestro nuevo hogar.

Nos acostumbramos bastante bien al nuevo lugar, pasaron los días, meses y años, comenzamos a crecer más y más, Ethan y Jasper pasaron a formar parte del linaje como Seth y cada vez éramos más cercanos a nuestra Tía Lorraine.

Yo tenía 17 años, había dejado de ser un niño, pero no un mortal, aún no elegía mi camino, pero si aprendía día a día como ser un vampiro y como también en secreto como acabar con ellos.

-Si mamá, me he cepillado bien los dientes-Decía mientras hablaba con mamá y leía los libros que me había enviado por paquete- Oye, gracias por los libros, me encantaron- Le dije para cambiar el tema.

- ¡Eh, Elliot! ¡Corre que iremos al bosque Hermanito! - Grito Jasper- o te quedarás atrás otra vez, ¡pero esta no volveré por ti!

- ¡Ya voy! - grité- Bueno madre, debo irme, debo entrenar a mis hermanos, te llamo luego, te amo- Dije y corté.

Jasper había crecido un montón, su vida como mortal acabó a la edad de los 18 como la de Ethan. Pero la de Seth había acabado a los 16, aunque hoy en día tenía 18, los años vampíricos pasaban muy lentos, al contrario de los míos, yo seguía creciendo cada vez más. Los 3 tenían la misma edad, solo faltaba yo, pero aún me quedaba el año completo para decidirme. Mis hermanos habían cambiado de manera psíquica, pero física no, los 3 parecían adultos ahora, peleaban por la estatura, pero aun así seguía ganándoles, de los 4, era el más alto.

-Corrí hasta donde estaban mis hermanos- Está bien de verdad debo ponerme en forma si quiero seguirles el paso por todo el bosque- Me quejé

-Y valla que te hace falta pequeñín- Me molestó Ethan

-De pequeño nada, enano- Dije riendo- que aquí, de los 4 soy el más alto

-mejor baja esos humos de la cabeza, que aún sigues siendo el menor de los 4- Dijo Seth- ahora, sube a mi espalda que pretendemos llegar hasta el río esta vez

-Me subí a la espalda de mi hermano mayor con la mochila bien colocada- Les llevo provisiones, las necesitarán hoy

-Deberías tu bajar de peso en vez de tenernos a nosotros en forma- Se quejó Seth

-No te quejes tanto y vamos, que caerá lluvia pronto- Dije y me aferré a la espalda de mi hermano. En cosa de segundos llegamos Río arriba.

- Muy bien, que nos toca entrenar hoy- Dijo Jasper

- Pues hoy entrenarán con las máquinas para esquivar- Dije

- ¿Y eso de qué nos servirá? - Preguntó Ethan- se supone que nos enseñarías a cazar y correr más rápido Elliot

- Verás Ethan. Cuando te enfrentes a tus enemigos, ellos no se quitarán del camino solo porque te ven enorme- Dije

- Es la idea, por algo nos haces pesas todos los días- Se quejó Ethan

-hay algunos, que van armados Ethan y pueden hacer algo como esto- Dije y le apunté con el arco y disparé, la flecha dio justo en el brazo de mi hermano

- ¡Auch! - Grito Ethan- eso a que va

-si esa flecha lleva el veneno indicado, ahora estarías muerto, debes ser capaz de ver la flecha venir a ti y esquivarla antes de que siquiera te roce- Dije sacando la flecha del brazo de mi hermano, haciendo que se quejara nuevamente. Sonreí

Mientras mis hermanos se dedicaban a aprender más sobre el hecho de ser vampiros, yo me había vuelto un maestro del arco y flecha, podía disparar a kilómetros y dar en el blanco a mi enemigo, algo útil cuando no tienes colmillos afilados para desgarrar la carne de tu oponente.

-Pues bien, Jasper, irás primero, si logras pasar el circuito tendrás que esquivar mis flechas, si no tendrás que volver a hacerlo- Grité desde lo alto de una piedra- Recuerden que no pueden verme, pero yo si a ustedes por lo que deberán estar muy atentos a todo tipo de sonido para lograr predecir de donde les lanzaré las flechas.

Vi a mi hermano colocarse en el comienzo del circuito, a pesar de ser el más pequeño, era el más ágil. Siempre terminaba los circuitos completos sin reclamar, Ethan en cambio, aún no lograba pasar el primer bloque. Mis hermanos tenían fortalezas y debilidades, todas ellas las tenía registradas en el cuaderno que utilizaba para ayudarles.

-Listo Jasper- Grité- Ahora!

Mi hermano corrió a través de cada una de las estaciones sin dificultad alguna, hasta llegar a campo abierto, una vez ahí, lo vi cerrar los ojos y concentrarse, entonces comencé a dispararle flechas, no tuvo problemas en esquivar ninguna. Luego fue el turno de Seth, quien tampoco presentó problemas, pero Ethan... Ethan era un completo desastre. No logró completar las estaciones y las flechas que le lancé le dieron directo en los brazos y piernas. Si hubiesen estado cargadas mi hermano estaría muerto.

Decidimos tomar un descanso para almorzar.

-Buen trabajo hoy chicos-les felicité

-Dilo por ellos- Refunfuño Ethan

- Solo te falta moverte más, te quedas demasiado estático Ethan- Le dijo Jasper

- Ni que digas, no puedo adivinar nunca donde demonios se esconde Elliot- Dijo enojado

- Es la idea del entrenamiento- Dije- Nunca sabrás de donde te atacan Ethan

- Lo sé- Dijo decepcionado

- Tranquilo Hermano, aprenderás con el tiempo-Le confortó Seth

-Bien, terminamos por hoy, ¿les parece ir a casa a ver si Lorraine necesita ayuda? -Pregunté

-Claro- aceptó Seth. Empacamos y nos fuimos rumbo a casa, sin saber que en el lugar nos esperaba una enorme sorpresa.

Linaje [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora