Capítulo 27

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Miré a mi alrededor una vez más y vi como mi familia lentamente se acercaba a observar con mayor detenimiento, nadie entendía lo que estaba ocurriendo.

Los cazadores comenzaron a ponerse de pie lentamente y los susurros se volvían murmullos cada vez más fuertes, aún tenía la cabeza revuelta, no entendía en que influía el hecho de haber acabado con esos dos vampiros, para mí, solo era el resultado de una mortífera mezcla.

-Joven Elliot- salté ante la profunda voz de Ciro. Él tomó mis manos- eres aún más fuerte de lo que creíamos, y la iniciación ya no debe esperar más- Se volteó hacia los cazadores y levantó las manos- Hoy, daremos la bienvenida al Joven Elliot, quien será parte de nosotros desde ahora

Sentí un fuerte relámpago seguido de tambores que hacían vibrar el aire. El viejo abuelo me dedicó una leve sonrisa y me tranquilicé. Entonces, sentí como me arrastraban hacia el lago, miré aterrado hacia la oscuridad, No se distinguía donde terminaba el agua y donde comenzaba el cielo, solo había oscuridad. Dos cazadores jóvenes me habían tomado por las piernas y me llevaban en andas mientras los demás solo gritaban. Antes de tocar el agua, se detuvieron y me dejaron en la orilla.

-Elliot- volvió a decir Ciro- antes de ingresar al agua, deberás despojarte de tus zapatos, nada puede contaminar este mágico lago- Asentí y me quité con cuidado los botines, los dejé a un lado del lago y caminé descalzo lo que quedaba para sentir el agua. Ciro me acompañó mientras los tambores aumentaban el estruendo que tenían, él se detuvo antes de que el agua tocara sus pies y me incitó a Seguir. Me preparé para sentir el frío del agua, pero al contrario solo sentí su calidez, suspiré, cerré los ojos y avancé hasta que el agua me cubrió por completo.

Mantuve la respiración y los ojos cerrados, no sentía la presión del agua, tampoco me sentía mojado, solo sentía paz, noté que podía respirar con normalidad ya no tenía miedo.

-Elliot, puedes abrir los ojos-Dijo una voz lejana, le obedecí y vi a Ciro de pie, a mi lado- verás, la historia de los cazadores, surge aquí, en el centro del lago- Vi como el anciano apuntaba con el largo bastón a su alrededor- en este lugar, se determinará el arma que utilizarás, y la estirpe a la que pertenecerás desde ahora, cuando esto esté decidido, saldrás del agua como uno de nosotros

-Lo seguí en silencio hasta llegar a unas antiguas ruinas, observé cada pilar y sus extraños símbolos, reconocí algunos del libro del tío Ernest y sonreí, al menos no todo era desconocido- Ciro... ¿Cómo sabré lo que me has dicho? ¿Debo escoger un arma? -Pregunté

-No Elliot, todos los cazadores nacen con su arma y cuando llegues a ella lo sabrás-Dijo y siguió caminando con su bastón, seguí sus pasos hasta que se detuvo- es Aquí, ahora Elliot, deberás entrar solo, recorre cada una de las distintas armas que se presentarán delante tuyo, cuando llegué el momento de escoger lo sabrás-Dijo y desapareció

Avancé por el extraño pasillo en donde me había separado de Ciro, observé los pilares y el cielo, no había rastros de agua, no parecía estar en ella, me detuve ante una puerta y la abrí, dando paso a una gran sala, en donde se encontraban distintas armas, pistolas, hondas y mazos.

Caminé por cada una de ellas, observando el talismán, nada parecía activarlo, me sentía decepcionado, entonces vislumbré una silueta en la oscuridad que de inmediato llamó mi atención, dirigí mis pasos hacia ella y noté como mi talismán brillaba, sonreí y observé lo que tan bien conocía, el arco tenía forma de dragón de un llamativo color arcilla, las alas de éste eran los extremos que sostenían la cuerda, el carjac, de una extraña forma contenía flechas de color negro, las cuales tenían la forma de la cola de un dragón. Me acerqué lentamente mientras el brillo del talismán se acrecentaba y lo tomé entre las manos. El carjac se adaptó a mi cuerpo, una de las correas se ajustó a mi cintura mientras otra pasó por mi hombro y se cerró con la que se encontraba en mi cintura.

El suelo comenzó a temblar, apreté el arco contra mi pecho y noté como lo que había bajo mis pies subía. Sentí en mi brazo izquierdo un pinchazo y lo observé, en él se marcaban líneas gruesas y delgadas de color negro, mi respiración comenzó a acelerarse y en cosa de segundos me encontraba fuera del agua, frente a todos, la capa cayó ante mis pies y vi como en mi brazo tenía marcado unos extraños símbolos. Los cazadores me miraron asombrados y en cosa de segundos los tenía arrodillados otra vez.

-Elliot, has tomado el arco y flecha sagrados- me dijo Ciro

-yo...-titubeé- yo lo tomé y se amarró a mí, puedo... devolverlo

-Ciro rio- No Elliot, el arco y la flecha te han elegido, son tuyos- Dijo mirando mi brazo- ah, la estirpe Krakow

- ¿Estirpe Krakow? -pregunté

-Si Elliot, la estirpe más antigua que encontrarás de cazadores, la estirpe Krakow, es la estirpe originaria, de ella provenimos los demás, se dice que el maestro del arco y flecha, Maulit, le dio ese nombre debido a que montaba un dragón de color arcilla llamado Krakow, caballero y dragón eran los más temidos por los vampiros-Explicó

- ¿por qué el arco y la flecha se ven tan viejos? -volví a preguntar

-Elliot, Nadie en la historia había sido elegido por el arco y la flecha de Maulit, hace casi dos siglos que nadie había sido llamado para pertenecer a la estirpe Krakow, hasta ahora- Dijo el abuelo Demian arrodillándose ante mi

- ¿Quién será mi maestro entonces? -pregunté

-El único Krakow que queda con vida, Demian-Sentenció Ciro- Desde hoy, Elliot Haggards, eres un cazador, tu estirpe, Krakow, única en lo que queda de este mundo y tu arma, el Arco y Flecha de Maulit, juntos, deberán derrotar a los vampiros y también ser capaces de encontrar en el camino nuevos cazadores que aumenten la estirpe a la que perteneces, deberás enseñar el arco y la flecha, Elliot- Los cazadores gritaron, ya era oficialmente uno de ellos.

Luego de la ceremonia de Bienvenida, la comida y la bebida no se hizo esperar, el vino y la carne corrían por la mesa, era el banquete más grande que había presenciado jamás. Conocí a algunos otros cazadores de distintas estirpes, maestros del mazo y la honda, otros preferían como arma la espada. Aún no entendía como yo había sido llamado para usar el arco y flecha de un guerrero legendario.

-Elliot, ven aquí-dijo Demian. Le obedecí sin pestañear

- ¿Qué ocurre? -pregunté

-Bienvenido-Dijo Demian abrazándome- sabía que serías especial, y cuando vi tu destreza con tu viejo arco, supe de inmediato que serías un Krakow como yo- Me alejó del grupo con cautela para poder ir con mi familia

- Oh dios Elliot, un Krakow-dijo mamá abrazándome

- ¿Qué es eso? - preguntó Jasper

-Eso, Jasper es la estirpe de cazador más poderosa que ha pisado el planeta- dijo Diana sin mirarme- felicitaciones, caza vampiros

-La miré decepcionado- ya habíamos hablado que no te lastimaré, Diana-le dije

- ¿eso fue antes o después de que intentaras ahorcarme esta mañana? -me desafió con la mirada

-bajé la mirada- Lo lamento

-Eso pensé, siempre lo lamentas-dijo retirándose de donde nos encontrábamos. La miré marcharse decepcionado

-Elliot, debemos bajar, nadie puede notar que el primer Krakow en siglos ha desaparecido-dijo el abuelo

-Sí, Demian-dije decepcionado y bajé con la vista baja. Un montón de preguntas se agolpaban en mi cabeza, no entendía mucho que significaba tener esta estirpe, pero era peor pensar que debería hacerle daño a quienes quería, yo no quería matar vampiros, solo quería deshacerme de aquellos que causaban daño a los demás. Ahora era un cazador, había dejado atrás mi verdad linaje, el vampírico. pero... ¿podría deshacerme de ellos?

Linaje [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora