♣ Piccoli Momenti Familiari ♣

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La mañana siguiente  extrañamente su cuerpo se sentía pesado; abrió los ojos y su vista se topo con unos ojos conocidos. 

Mika, era él.

A mitad de la noche, el niño había tenido una pesadilla y se asustó al no reconocer el lugar donde estaba. Con cuidado de no hacer ruido, salió de la habitación; se encontró con un gato que entraba por una puerta a lado de donde había salido y lo siguió hasta allá me encontrándose con el rostro de su tío entre las cobijas. El pequeño subió a la cama y se acomodo junto a él.

El rubio soltó un suspiro y acomodo nuevamente al niño a su lado.

—¡Mika, es hora del desayuno! — le susurro al oído. El niño solo dejaba escapar pequeños gemiditos pudiéndolos percibir como ‘cállate y deja dormir’. A Yuri se le ocurrió otra manera para hacer que definitivamente, ese bello durmiente despertara. De nuevo se acerco a su oído y le susurro. —Hmm, tendré que darle los Hot Cake a Fare.

Y como si hubiera pronunciado las palabras mágicas,  Mika se despertó,  aún con sueño,  pero lo hizo. Se levantó de la cama,  aún adormilado,  y salió de la habitación hacia el baño a enjuagarse la cara para poder despertar.

Hmm… hora de hacer en desayuno. — vio desde la puerta de la habitación como Mika se dirigió al baño; después bajó a la cocina, junto lo que necesitaría para hacer los Hot Cakes y se puso a preparar la mezcla. — ¡Mika, ya casi están listos. Ve bajando! — le grito desde donde se encontraba.

Mika bajó e inmediatamente su nariz fue inundada por aquel olor peculiar que tanto amaba. Tomó asiento en uno de los bancos de la barra que se encontraba en la cocina y se puso a ver como Yuri vertía la mezcla en la sartén sobre la estufa.

—Espera un poco más, ya casi estarán listos. — el niño afirmo con la cabeza, y en eso, no pudo evitar que su estomago gruñera por el hambre. El rubio mayor soltó una pequeña risa ante aquello.

Saco del refrigerar un bote con mermelada de fresas, la miel de maple, una botella con jugo de naranjas y otra con leche. Los puso sobre la barra; acerco unos vasos, al igual que los cubiertos. Se giro nuevamente hacia la estufa y volteó el ultimo Hot Cake que estaba preparando. Mientras tanto, acomodaba los otros en tres platos, y cuando el ultimo estuvo listo, lo puso en el plato que era para su abuelo.

—Abuelo, ya esta listo el desayuno. — le dijo asomándose desde la cocina a la sala, su abuelo se encontraba leyendo el diario.

—Ya voy, ya voy. — Le contestó Nikolai, con un pequeño quejido al levantarse del sofá.

Valla, si que sentía nostalgia ante aquello. Recordaba cuando él solía hacerle el desayuno a su nieto, y ahora esos papeles se habían invertido.

El desayuno continuó con calma; Yuri intercambiaba palabras con su abuelo de vez en cuando y Mika… bueno, él devoraba un Hot Cake tras otro.
—Tranquilo, vas a terminar por ahogarte si sigues comiendo de esa manera.

—Hm… — se quejó el pequeño ante la llamada de atención del mayor. A la mente de Nikolai vino un recuerdo ante aquello…

Yuri de pequeño, no mas de 6 años de edad, en esa misma cocina. Ambos tomaban el desayuno solo que el pequeño rubio comía a prisa.
—Yuratchka, mas despacio que te ahogarás con esa cantidad de comida en la boca. — le advirtió a su pequeño nieto.

—… ¡Pero abuelo, no llegare a tiempo a la practica si no me apuro! — le dijo después de haber tragado la cantidad de comida que se encontraba en su boca.

—Es preferible que llegues tarde a un entrenamiento a ya no poder ir. — contrarrestó.

Yuri hizo un puchero y murmuro algo que Nikolai no alcanzó a escuchar bien, después de eso…Hmm, esta bien, ya no me apresurarse tanto con eso. — dicho y hecho, se tomaba su tiempo para comer.

Al llegar al lugar de la practica, una compañera que tomaba sus practicas con él le dijo que se habían cancelado, ya que el entrenador se había lastimado un tobillo.

—Que recuerdos mas gratos. — dijo con nostalgia Nikolai, de vuelta a la realidad.

—Hmm, ¿Qué cosa? — Preguntó curioso el rubio.

—No es nada, solo memorias de un viejo simple, como yo.

—Esta… bien, pero me gustaría que algún día para pudieras contarme.
El mayor dejo escapar una pequeña risa. — Algún día lo haré, y tu… — puso una mano sobre la cabeza de Mika. — … hazle caso, él sabe lo que te dice. 

Se escuchó sonar un celular en la sala, y el rubio sabia que era el suyo, pues sonaba como timbre de llamada Welcome to the madness, la canción que había usado en la gala en su primer debut como senior. Camino hasta donde se encontraba su móvil y vio en el identificador.

—¿Diga?... Si, soy yo… Esta bien, estaré presente a primera hora mañana. —era lo único que podía escuchar su abuelo desde la cocina. —… gracias, adiós. —colgó.

—¿Trabajo?

—Sip, mañana tengo que estar allá a las 9:00 en punto. — respondió entrando nuevamente a la cocina.
Levanto los platos que habían sido desocupados -en su mayoría todos-, y de la nevera saco el pedazo de pastel que había pedido ayer, cuando estaba con Mila en la cafetería. 

—No creo que tenga algo malo comer pastel como postre de desayuno, así que… — patio la rebanada en tres trozos iguales, y le dio uno a Mika, uno a Nikolai y el otro para él. — aquí esta su…

Sonó nuevamente su celular, y contestó.

—¿Hol…

—¡Yurio!— Yuri se vio interrumpido por esa voz, muy familiar voz.

—¡No me llames de esa manera, Víctor!— le reclamó. —… y ¿Qué quieres?

—¿Sabes? Mañana llegamos a Rusia y Mila nos dijo que llegáramos a Moscú, ¿A que se debe? ¿Los sabes tú? — pregunta un tanto rápido.

—Pues, ayer me encontré con ella en un parque, por casualidad, y me dijo que seria bueno reunirnos, el equipo ruso de nuevo…

Ya comprendo, la reunión será en Moscú, ¿verdad?

Víctor, ¿Qué reunión?— escucho el rubio otra voz por el auricular. — ¿con quien hablas?

Amor, es Yurio. Me esta explicando de reunión que Mila sugirió hace un rato.

—Oh, ya veo.

Yurio se comenzaba a exasperar.

—No los quiero interrumpir, así que voy a colgar, bye~

—oh, no seas tan malo…

—Cerdo, estoy a punto de probar el postre del desayuno, y temo que me lo vallan a ganar, así que… —colgó la llamada.

A los minutos recibió un mensaje de Víctor donde decía ‘Que malo (π.π(#))’ . No le dio importancia y continuó con lo que debía.

Comer esa rebanada de pastel de chocolate.

Continuará...

♣ Destinato A Voi ♣©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora