-Eres demasiado buena.- susurró Slash haciendo una mueca tras haber sonreído presionando sus heridas.
-Estás horrible.- se me escapó una sola lágrima que no tenía nada que ver con él.
-Hostia puta, ¡cuidado, tiene sentimientos!- rió y gimió al mismo tiempo porque burlarse de mí le hacía daño pero no podía parar. Eso me obligó a dejar escapar una carcajada.
Conseguir que riera era lo mejor que podía hacer, y él lo sabía.-Puedes contar conmigo.- dijo al haberse calmado, limpiando las lágrimas de mi mejilla. Su simple tacto me dio escalofríos, aparté la vista de sus penetrantes ojos por miedo a que me incitasen a besarle.
-Bueno, vamos allá.- salí del coche a toda prisa y entré en el hospital, Ricitos vino detrás de mí.
-Perdone, queremos hacer una visita.- le dije a la señora de recepción.
-¿Nombre del paciente?- Mierda. Por su forma desinteresada de tratarme supuse que no iba a colaborar mucho.
-Saul, ¿cómo se llamaba?- él encogió los hombros y temí no poder comprobar si la chica estaba bien, pero no había contado con el poder de la fama.
-¿Saul Hudson? ¡¿Slash?!- la recepcionista parecía a punto de estallar de emoción.- ¡Oh Dios mío! ¡Oh Dios mío! - me gustaría decir que era una reacción exagerada pero las había visto peores, las gunners están fatal de la cabeza.
-Soy yo.- ella saltó, literalmente, saltó el escritorio donde estaba para abrazarse a Slash.-Joder.- me miró sorprendido, yo le devolví una sonrisa y se quedó más tranquilo.- ¿Puedes ayudarme?
-¡Oh Dios mío! ¡Oh Dios mío!
En el siguiente capítulo...
Veremos cómo se consolida la relación entre Slash y Becca, en un lugar tan extraño como es un hospital.
Próximamente:
Parte37¿Me va a llamar Axl?
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Guns N Roses. La Debacle.
FanficAxl Rose (por todas conocido) sufre una ceguera temporal, en este periodo contrata a su secretaria, Becca. Y claro, tratándose de él, el romance está asegurado. Pero cuando se presenta su banda (Guns N Roses) se forma un triángulo amoroso entre Axl...