Un simple adiós no basta

-1- de Diciembre

Volvía a casa en un taxi luego de haber despedido a mi mejor amiga, el aeropuerto lucia triste y vacío, al igual que yo ese momento.

El viento corría, - ¿Cómo se sentirá ella en el avión? - me preguntaba, pero nadie estaba ahí para contestarme, mi madre se había quedado en casa.

Abrace contra mi pecho el regalo que Erika me habia dejado. Era un diario.

-1- de diciembre

Mi nombre es Jenny, en realidad no sé muy bien por qué estoy escribiendo, este "diario" me lo regalo Erika, ella es mi única amiga, es como mi hermana por lo que se transforma en la única familiar que me quiere... y ya no podre hablar con ella. Ella ahora esta muy lejos, el trabajo de su padre se la ha llevado. Probablemente se olvide de mi mañana, éramos muy cercanas, pero, comenzara una vida en Europa así que no la culparía por dejar todo atrás.

Se que te estarás preguntando, ¿Qué pasa con la tecnología?, lo sé, debería ser obvio que pudiéramos mantener el contacto, pero, porque hay un pero, yo ni siquiera tengo un teléfono que funcione bien.

Cuando acompañe a Erika al avión me entrego este diario, me prometió que sería igual de alentador que cuando hablábamos entre nosotras, dijo que me podría desahogar, y me podría enojar cuando todo se pudiese difícil con mi madre ya que, Athéa Sneijder, si es una madre capaz de detestar a su hija con todo su alma, y también es capaz de demostrarlo así que me desquitare contigo diario.

Espero que sirvas tanto como Erika prometió

Jenny