CAPITULO 15:
Salieron del ascensor besándose y llegaron hasta la puerta de la habitación tantiando el camino, Harry te arrecostó contra la puerta y la abrió. No se separaban ni para respirar, los dos todavía estaban mojados por el agua. Te lanzaste sobre la cama con él todavía besándote, pusiste una pierna en su cadera y él la acarició. Comenzó a deslizar el top de tu bikini pero lo detuviste, lo acostaste a él abajo y te sentaste sobre él. Te quitaste el top lentamente, el chico se estaba sonrojando. Intentó mirarte la cara pero no pudo contenerse y la desvió hacia tus senos. Las gotas todavía caían de tu cabello hacia tu piel. El rizado detelló todo lo que pudo. Sin resistirse más se sentó bruscamente y puso sus manos atras de tu espalda e hizo que tu pecho estuviera completamente pegado a el de él. Comenzó a lamer tu mejilla, luego tus labios y seguidamente tu cuello. Curvaste tu espalda para que hiciera lo que él ya tenía pensado hacer. Lamió las gotas que tenías de agua en tus senos y continuó besándolos. Pasó su lengua por todo tu abdomen y besó tu ombligo. Siguió bajando hasta tu braga y te la quitó para encontrar tu feminidad y comenzó a lamerla. Pusiste los ojos como platos porque no esperabas que hiciera eso, pero te encantó. El chico siguió lamiendo, ya casi llegabas al orgasmo cuando sentiste que derepente el chico te había penetrado. De nuevo era piel con piel y eso te volvía loca. Las embestidas comenzaron inmediatamente, el chico ya se había acostado sobre ti y sentías como sus dos cuerpos se movían al mismo tiempo arriba y hacia bajo. El chico gemía en tu oído pero casi sonaba como un susurro.
Te diste cuenta que se iba a retirar pero lo tomaste del cuello y le dijiste "Quédate"
((Cómo negarme a esa carita?))- pensó HarryEl chico se quedó dentro de ti y nuevamente sentiste cómo el líquido invadía tu vientre, era la mejor sensación que hayas tenido. Suspiraste de placer. El chico te abrazó y puso su rostro contra tu pecho y se quedó ahí. Cuando sus respiraciones se calmaron, se quedaron en silencio.
- No quiero que esto termine nunca- dijiste de repente.
- Yo menos, eres la mujer perfecta para mí- Y besó tu cuello. Al quedarse callados comenzaron a escuchar unos gritos de la habitación de al lado. Te pusiste una bata y saliste hacia la terraza. Era la voz de Rocío la que gritaba, pero Niall también gritaba sólo que más bajo... sonaba como si... sí, estaban gritando de placer. Te reíste y estuviste a punto de volver a la cama cuando notaste que en el otro balcón se asomó y Louis comiéndose a besos a una Pattie que tenía sus piernas enredadas a las caderas del chico. Ella tenía los ojos cerrados y Louis estaba de espalda así que ninguno de los dos te vio pero igual te devolviste corriendo a la habitación para no interrumpir la escena. Entraste riéndote en la cama y Harry te abrazó.
- Los demás también la pasan bien?- preguntó riéndose contigo.
- Más que bien diría yo- dijiste lanzando una carcajada.
A la mañana siguiente Harry seguía dormido, te levantaste lentamente de la cama y fuiste hacia las maletas para ver qué te podías poner. Lo primero que encontraste fue tu ropa interior, te sonrojaste al ver que era una nueva y no la habías comprado tú. Tenías distintos conjuntos pero decidiste ponerte uno de encaje negro. Cómo se suponía que Harry sabía la talla de tu sostén? Los rellenabas muy bien!.
Te bañaste y te vestiste lista para ir al restaurant a desayunar, tenías mucha hambre. Lo único que comiste en la noche fueron los labios de Harry, y desgraciadamente, no te alimentaban como quisieras. Al ponerte la blusa te diste cuenta que era transparente y se te veía el sostén, pero no te importó, a fin de cuentas esa fue la ropa que tu chico empacó por ti. Al salir del baño Harry estaba esperando sentado. Subió su mirada y cuando te vio tragó saliva.