Capítulo 6.

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Las vacaciones de Navidad fueron bastante tranquilas en la casa de los Black, y Violet por primera vez se sintió querida exceptuando el tiempo que disfrutaba con su padre y hermanos

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Las vacaciones de Navidad fueron bastante tranquilas en la casa de los Black, y Violet por primera vez se sintió querida exceptuando el tiempo que disfrutaba con su padre y hermanos. Orión y Walburga la acogieron durante esas semanas como si fuera de la familia.

No tenía ni idea de lo que rondaba por la mente de ambos adultos.

Una tarde fría Violet avanzaba por los pasillos de la mansión Black con un vestido de manga larga color gris y unos zapatos negros que sonaban con cada pisada que daba. Su cabello estaba suelto de manera suave y se movía elegantemente con ella.

Había sido advertida más de una vez por sus padres sobre el tema de curiosear y explorar una casa que no era suya pero Orión le dio permiso para pasear por la vivienda. Además, no tenía nada mejor que hacer en esos instantes.

En una de las muchas habitaciones de la casa halló un piano precioso, oscuro y brillante como la noche. Sin duda alguna la chica recordaba cómo su madre contrató a un mago para que le enseñara a tocar el piano. Pero fracasó totalmente, los instrumentos no eran lo suyo. Aunque le encantaba la música clásica, una pena que fuera tan mala aprendiendo a tocar el piano.

Cerró la puerta y tras darle varias vueltas decidió usar un hechizo silenciador sentándose frente al piano. Era un hechizo pequeño, esperaba que nada sucediera por ser menor de edad. No era la primera vez que realizaba algún hechizo inofensivo a lo largo de los años.

Con sus dedos índices comenzó a tocar lenta y torpemente Estrellita dónde estás de Mozart. Esa y la de Cumpleaños Feliz era las únicas que llegó a tocar medio bien.

Cuando Regulus caminaba por su casa en busca de la metamorfomaga tardó bastante en encontrarla tras haber llamado varias veces a su cuarto y encontrarlo vacío. Recorrió todas y cada una de las salas de la casa y llegando al final la encontró frente a un piano tocando, o intentando, una melodía que oía de pequeño junto a Sirius.

―No pareces tener mucho talento en el piano, pero con un poco de práctica podrías evolucionar mucho. Le doy un cinco.

Tomó a la chica por sorpresa, podía notarlo por el cambio de color de su cabello. Las emociones inesperadas todavía no eran controladas por la chica Yaxley. Algo que ella detestaba y él adoraba. Su cabello era como un interpretador de sentimientos y emociones.

―Oh, perdona pero no es mi culpa que todas las teclas me parezcan iguales. Además, aprendí a tocar el piano siendo muy pequeña y lo único que quería hacer en esa edad era jugar con mi hermano Max.

Regulus se sienta al lado de ella y comienza a tocar Para Elisa de Beethoven. No es hasta que termina de tocar la última nota que el muchacho habla ante la intensa mirada de Violet.

―Yo sí aprendí a tocar correctamente este instrumento. Era mi momento del día junto a mi madre. Ya apenas pasamos ratos así, sin ninguna preocupación, únicamente ella y yo.

La nostalgia se podía notar en su tono de voz al igual que la melancolía.

―Yo solía pasar tardes enteras jugando con mi hermano, a pesar de la diferencia de edad. A Cassandra no le gustaba correr de un lado a otro. Pero algo que nunca olvidaré serán los momentos que mi padre y yo pasábamos observando las estrellas y aprendiendo sobre la metamorfomagia. Mi tía, la hermana pequeña de mi padre era metamorfomaga al igual que yo. El gen circulaba por mi familia y en cuanto di síntomas de ese tipo de magia mi padre investigó e intentó informarse lo máximo posible para ayudarme.
Era distinta a los demás y eso me aterraba y molestaba. Se metían conmigo por eso.

Regulus cerró la tapa del piano y se apoyó sobre ella para observar a la chica.

―Yo me metía contigo por eso, y pido perdón por eso. Antes me daba gracia tu reacción, que todavía me da, pero sé que no actué bien. Por eso pido disculpas. La verdad es que ser metamorfomago tiene sus ventajas una vez que lo controlas bien.

―Ese es el problema, ¿cuándo sabes que lo controlas? ¿Se consigue con el paso de los años, la experiencia, la concentración? ¿Cuándo? A veces lo veo como una maldición, todo el mundo sabe que algo te sucede, y muchos de la comunidad mágica nos siguen mirando mal.

―Pues yo creo que es adorable ver tu cabello cambiar. Aunque el que mejor te queda es el naranja, aunque sepa que te he llegado a llamar zanahoria.

Y esas palabras bastaron para que un tono rosado comenzara a brotar por todo el pelo de la adolescente. Estaban cerca, y el chico ni se había dado cuenta hasta ese momento viendo a la ahora pelirrosa.

―Violet...

―¡Amo Regulus y señorita Yaxley los amos Black les esperan para tomar el té en el salón!

―¡Amo Regulus y señorita Yaxley los amos Black les esperan para tomar el té en el salón!

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Yaxley || Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora