Capítulo 22.

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ERA UNA COSTUMBRE PARA VIOLET VISITAR EL CEMENTERIO, TANTO QUE HASTA LOS EMPLEADOS QUE MANTENÍAN EL RECINTO LIMPIO ESPERABAN EL VERLA LLEGAR

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ERA UNA COSTUMBRE PARA VIOLET VISITAR EL CEMENTERIO, TANTO QUE HASTA LOS EMPLEADOS QUE MANTENÍAN EL RECINTO LIMPIO ESPERABAN EL VERLA LLEGAR. Era una visita habitual, aparecía todos los meses el mismo día a la misma hora aparte de las ocasiones especiales como el aniversario de su boda o el cumpleaños de Regulus. Iba dejando huellas en la nieve a cada paso que daba mientras se adentraba en el cementerio de la familia Black ( en el que, por cierto, había muchas tumbas a causa de ser una amplia y antigua familia y de los muchos niños que murieron siendo jóvenes debido a la procreación en muchos casos entre familiares ).

Apenas aparecía gente por ese sitio, es más, la mujer dudaba que muchos supieran del lugar. Solamente hubo movimiento de magos durante el funeral de Orión y más tarde Walburga Black, y no volvió a encontrarse con ninguna persona desde entonces. Todas las tumbas siempre estaban pulcras y sin decoración a excepción de la del menor de los Black, la cual tenía un centro de flores violetas y un marco de fotos encantado para que no se volara ni estropeara. El ambiente inspiraba tristeza y melancolía por lo que Violet se esforzaba por mantener la compostura intentando que su cabello no cambiara de color ( porque, para ella, ver sus mechones tornar un tono grisáceo significaba que todos esos sentimientos tristes realmente estaban ahí ).

Esa vez cambió el centro de flores por uno nuevo notando que alguien había dejado un ramo un tanto improvisado de flores del campo. Inconscientemente sonrió sabiendo de quién se trataba, comprendiendo que daba igual lo que uno u otro hubiera hecho, siempre tendría aprecio por Regulus. También limpió el cristal del marco de fotos que tenía un poco de escarcha dejándolo en su sitio y simplemente se quedó allí, observando la inscripción de la lápida en silencio.

REGULUS ARCTURUS BLACK

16 ABRIL 1961 - 26 DICIEMBRE 1979

amado hijo y esposo

la estrella más brillante de nuestro cielo


A Violet se le hacía muy raro hablar con una tumba que realmente estaba vacía ( ya que el cuerpo nunca fue encontrado ), pero con el tiempo se dio cuenta de que la constante presión que sentía en el pecho se disolvía un poco al contarle a su difunto marido cómo le había ido el día a ella y a los gemelos. Y daba igual los años que pasaran que ella siempre notaba alguna lágrima traicionera caer por su rostro, creando un río de pena que solamente mostraba en ese lugar. Solía pasar una hora hablando o solamente llorando en silencio cuando realmente estaba nostálgica, pero algún día, se decía, ya no iría solamente a llorarle, sino que tal vez recordaría todos los momentos buenos que tuvo a su lado y la tristeza sería distinta.

Alguna vez también se encontraba algún ratón o gato que se había colado entre los barrotes rondando por ahí  y debía sacarlo para que no estropeara nada y ese día fue el caso. Por lo que, decidiendo que llevaba mucho rato fuera de casa teniendo a sus sobrinos y queriendo pasar el máximo tiempo posible antes de que regresaran a Hogwarts, agarró entre sus brazos al peludo animal anaranjado ( dando gracias a Merlín que fuera un felino y no un ratón o rata ) y salió de allí dejándolo fuera tras acariciarlo y que este ronroneara moviendo su cabeza hacia las manos de la mujer.

Yaxley || Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora