Hoy me he despertado con dolor de cabeza,
y de estómago.
No sé si es la resaca, o si las mariposas que me has creado intentan matarme.
Sea lo que sea, esto es una catástrofe,
porque tú me odias por no saber mantener el control,
y yo me odio por no saber hacerte feliz, sin convertir todo en un completo desastre.
Y qué quieres que te diga,
si cuando me odias solo sé pedirte perdón,
y te lo he pedido tantas veces que ya no lo crees,
y cariño,
creeme,
porque eres lo único que tengo, y no me hace falta más que oírte reír para tener un buen día.
Entiendo que de vez en cuando no tengas motivos para quererme,
aunque siempre me has querido, y yo sigo sin saber porque.
Entiendo, que una persona como tú no tiene por que soportar a alguien como yo,
joder,
mírame,
estoy llena de rencor,
y nadie desea personas rencorosas cerca.
Y por último, termino pidiéndote perdón,
por no ser correcta,
por no saber mantener el orden,
por romper alguna que otra promesa,
por quererte tanto que hasta te hago daño,
y perdón,
perdón por ganarte jugando a querer,
porque las personas horribles como yo siempre están muy vacías,
y se aferran a personas que muestran estabilidad,
y las aman, las aman hasta morir,
y eso te lo prometo,
porque he muerto hace tiempo y te sigo amando.