"Addicted To You" •

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Era un día frío en las afueras de Nueva York, Ally trabajaba como camarera en un pequeño bar el cual era frecuentado por hombres mayores. La joven estaba limpiando la mesa del fondo cuando sonó la campana de la puerta, dejandole saber que un nuevo cliente había llegado y automáticamente la pequeña mesera se volteó a ver de quien se trataba.

Al lugar había llegado una mujer, no lucía mayor que ella. Llevaba un traje negro que estaba ceñido a sus curvas, un elegante abrigo color crema, tacones rojos y una boina del mismo color que el abrigo. Sus ojos verdes se encontraron con los de la joven camarera, la mujer de aspecto elegante le sonrió, Ally no pudo evitar sonrojarse y rápidamente apartó la vista de ella.

La misteriosa mujer llegó hasta la barra, donde le pidió un trago al dueño del bar. Mientras tomaba del mismo observaba como el hombre la miraba descaradamente, en cuanto terminó lanzó su vaso haciendo que estrellara contra la pared que estaba detrás del hombre. Todas las personas que estaban en el local voltearon a ver que ocurría, mientras Ally sacaba una pistola que llevaba escondida bajo su delantal, al igual que la ojiverde sacó una de su maletín y subió sobre la barra apuntándole al hombre.

"¡Echa todo el maldito dinero dentro del maletín! ¡Ahora!" gritó Lauren mientras Ally apuntaba a los clientes, asegurándose que ninguno interfiriera o llamara a la policía. "¡Abajo!" Gritó la pequeña retrocediendo hasta donde estaba Lauren, cuando vio que otros hombres se acercaban. "¡Abajo dije!" Sin temor alguno se acercó a los hombres, haciendo que estos se acostaran boca abajo en el suelo.

Cuando el dueño terminó de echar todo el dinero en el maletín Lauren lo tomó y corrió tomando a Ally de su mano. Ambas salieron corriendo hasta el auto de la ojiverde y en cuanto Lauren arrancó el vehículo Ally no podía parar de reír y besar a su novia. "Te amo Lolo." Susurró la joven cerca del oído de la pelinegra haciéndole sonreír. "También te amo princesa." Contestó Lauren dándole un beso fugaz en los labios.

Ambas eran unas famosas ladronas del este de los Estados Unidos. Recorrían en el BMW de Lauren los distintos estados robando bares, bancos y tiendas donde no hubiera vigilancia alguna. Era increíble como solo dos mujeres con dos simples armas habían sido las protagonistas de distintos y famosos atracos, y aun no las habían atrapado. No estaban seguras si era suerte o que la justicia no servía, aunque les daba igual si las atrapaban o no.

Ally no tenía ni la mínima idea de como se había enamorado de Lauren. Fue algo más que su cara bonita o su forma de ser, la chica de baja estatura no entendía aún, pero estaba jodidamente enamorada de ella. La ojiverde se sentía de igual forma. Decía que Ally era como una poderosa droga de la cual nunca se cansaba. Ally siempre que tenía la oportunidad se perdía en los ojos verdes de Lauren, al igual que la ojiverde se perdía en los ojos color chocolate de su amante. ¿Que podían hacer? Eran adictas una a la otra.

Varias semanas después.

La joven pareja había llegado hasta Toronto, donde lograrían perpetuar su mayor atraco en el banco más importante de la ciudad. A diferencia de las demás ocasiones, Ally estaba demasiado nerviosa. No estaba cien por ciento segura si el plan que habían preparado llegaría a funcionar. Pero Lauren, al igual que todas las veces, la calmó pues lograrían salir ilesas.

Lauren había aparcado su BMW frente al banco y comenzó a verificar que su escopeta estuviera bien cargada, que tuviera municiones de repuesto y que la bomba que habían preparado estuviera lista. Ally observaba atenta cada movimiento que hacía Lauren, observaba cada expresión y cada mueca que su novia hacía hasta que su mirada se cruzó con esos ojos verdes de los cuales se había enamorado hace un par de años.

"¿Estas bien? Has estado muy callada Als." Dijo Lauren mirando profundamente a la pequeña mujer. Ally alejó su mirada de Lauren y se mantuvo en silencio unos instantes antes de responder en un susurro "Tengo miedo..." Lauren la miró atenta "¿A que?" Dijo.

Ally volvió a mirarla, sus ojos estaban llenos de lagrimas mientras una resbalaba por su mejilla derecha. "Tengo miedo a perderte." Dijo y tomó un respiro antes de continuar, "Luego de cada aventura que he vivido junto a ti, me he dado cuenta que no podría vivir sin ti, se que me volvería loca." Dijo tomando las mejillas de Lauren y acercando su frente a la de ella, Lauren acariciaba sus manos y miraba sus ojos. "Cariño, no duraría ni una noche sola, no podría soportar el maldito dolor de no tenerte junto a mi." Susurró contra los labios de la ojiverde antes de besarla. Estuvieron besándose hasta que Ally se separó por falta de aire. Lauren limpió las lagrimas que rodaban por sus mejillas. "No pasará nada princesa." Dijo Lauren besando a Ally. "Soy adicta a ti." Susurró nuevamente Ally, antes de mirar su reloj y comenzar a guardar las pistolas antes de bajar del vehículo.

Lauren bajó unos segundos después, con el maletín en su mano izquierda, mientras que con la derecha agarró la mano de Ally. Ambas entraron al banco unos treinta minutos antes que cerrar. Lauren se separó de Ally y sacó su escopeta, disparando al techo haciendo que todos voltearan a verlas.

Ally sacó dos pistolas y comenzó a apuntar a cada persona que estaba en el lugar hasta que todos estuvieran acostados boca abajo, luego se subió sobre el mostrador para tener una vista panorámica del lugar, aún apuntando a los individuos.

Lauren se acercó al encargado del banco, tomándolo por el cuello de su camisa y apuntándole en la cabeza con la escopeta, tirando de él hasta llegar a la caja. "Ábrela... ¡Hazlo, maldita sea!" Gritó, llamando la atención de Ally y el hombre hizo rápidamente lo que se le pidió, luego se puso boca abajo en el suelo.

La ojiverde comenzó a meter todo el dinero en el maletín y cuando se dio cuenta que su novia la miraba tiró varios billetes al aire. Ally comenzó a reír y le tendió su mano a Lauren para que subiera también al mostrador. Lauren pegó a Ally tanto como pudo a su cuerpo y comenzó a besarla. Muchos las miraban con asco y repugnancia, pero a ellas no les importaba nada, hasta que el sonido de unas sirenas rompieron su burbuja de amor. Ally rápidamente tomó una de las pistolas y apuntó a la entrada, mientras Lauren bajó del mostrador sacando del maletín la bomba y pegándola a la caja fuerte, para dejar el tiempo correr en el reloj de la misma.

A lo lejos, un francotirador comenzó a apuntar con el rifle y miró por la mirilla a Ally que aún estaba sobre el mostrador. Luego movió un poco el arma y divisó a Lauren alejándose de la caja fuerte, entonces apuntó a su corazón. "Dispara, ahora." Dijo el teniente y el joven tomó una bocanada de aire antes de jalar el gatillo.

Un estruendo sonó en el lugar y Ally automáticamente miró a Lauren, que caía al suelo con una herida justo debajo de su corazón. "¡Lauren!" Gritó la pequeña bajando del mostrador y todas las personas que estaban en el lugar comenzaron a salir corriendo. Ally tiró de la mano de Lauren hasta llegar detrás del mostrador y la abrazó fuertemente. "Mierda Lauren no me dejes, por favor." Dijo mientras las lagrimas se acumulaban en sus ojos. Lauren casi no podía respirar, "Lo s-siento Als.. N-no hagas ninguna l-locura... Por favor.. Te amo." susurró Lauren, tomando la mano de Ally y dejando un pequeño beso, antes que perdiera la vida en los brazos del amor de su vida.

Ally besó su frente y susurró, "¿Que puedo hacer? Soy adicta a ti.."

Luego de un minuto Ally había salido del banco con el maletín en su mano derecha, aún estaba llorando. Habían muchos policías apuntándole desde detrás de los vehículos que rodeaban la entrada del banco. A unos metros pudo ver al teniente que había mandado a que mataran a Lauren. Ally miró con rabia al hombre y comenzó a correr hacia él, agarrado el maletín con ambas manos y en cuanto llegó al hombre la bomba que estaba dentro del maletín detonó, llevándose consigo la adicción de la joven.

One Shots {a.b.h & l.m.j} (CANCELADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora