|Capítulo III|

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-¿Ya son todas las maletas? - pregunto Landon mientras arrastraba las últimas dos maletas.
Asentí con la cabeza y cerré la puerta de aquel apartamento.

Landon se había ofrecido a llevar todas nuestras pertenencias a su casa.
Durante el camino, comencé a invadirme de aquellos recuerdos en el apartamento 518, desde que Jamie y yo lo adquirimos. Me puse melancólica ante eso, sacudí mi cabeza y me puse a pensar en aquel chico de ojos grises. Aquel hombre sombrío y seco, y por supuesto apuesto con esa gran melena negra y sus comienzos de barba. Me recordé ese dulce aroma de su fragancia mientras yo iba en sus brazos como toda princesa rescatada por el príncipe. Pero en este caso el no era un príncipe, era más bien un demonio que atormentaba mis pensamientos de manera oscura.

***
Llegamos a una casa grande blanca con decoraciones azul rey y puedes creerlo ¡con una alberca! y césped alrededor.
Landon aparco la camioneta en la cochera y bajamos..
No podía dejar de observar lo hermosa y grande que era aquellos casa. Despues de unos segundos de impresion y estupidez de mi parte sostuve algunas maletas y espere a que Landon nos encaminará hacia adentro.
Subí por la rampa y por dentro la casa tenía dos grandes escaleras en forma de caracol que llegaban a una sola puerta de madera.
Mis ojos no paraban de voltear a todos lados, y moría por conocer cada rincón de la casa

- Esperen, bajaré el resto del equipaje- dijo Landon y se retiró.
-Es asombrosa está casa Jamie- dije
-Si que lo es- respondió sonriendo de oreja a oreja.

De repente salió una mujer en bikini azul corriendo de aquella puerta de madera y bajo corriendo las escaleras. Y se escondió detrás de mí. Me quedé asombrada por aquel acto, cuando escuche una voz conocida.
-¡Caroline, no estoy para tus juegos tontos!
Era el. Aquel chico de los ojos grises. Mi corazón empezó a palpitar aún más rápido.
La joven de nombre Caroline se desprendió de mi y se escondió en el baño.
Dirigí mi vista hacia la puerta grande de manera y el salió al balcon.
Bajo las escalerase con shorts y el abdomen descubierto. Venía tocandose el cabello de forma sensual. Una vez abajo se dirigió hacia a mi, y en eso entro Landon.

Volvi la mirada hacia Landon para disimular
-¡Ey! Damon, ¿Cuántas veces te he dicho que les digas a tus mujeres que no pasen semi desnudas por la casa?
Soltó una carcajada y puso los ojos en blanco.
Dirigió la mirada hacia a mi y preguntó
-¿Cómo está tu tobillo?
- Mejor gracias- me limité a decir
-¡Damon! Ven a la piscina conmigo- exclamó la rubia que estaba parada de repente en el barandal de la escalera.

Tenía una pose sexy, aquel bikini la hacía ver bien, un cuerpo tan delgado, y una melena larga. ¡Claro! Qué hombre podría resistirse a ella.
-Vete Caroline - dijo Damon, dirigió la mirada hacia ella, mientras se tocaba el cabello.
-¿Qué?- exclamó Caroline
-Lo que escuchaste- dijo en seco
Damon volvio la mirada hacia a mi, y yo la desvíe.
Caroline subió las escaleras y se perdió de vista.

Landon y Damon comenzaron a subir las maletas. Landon me cedió mi habitación al igual que a Jamie.

Comencé a desempacar y recapitulaba una y otra vez aquel escena que había presenciado.
¡Damon! Se llama Damon. En esos minutos, descifre la persona que era Damon. Egocéntrico y mujeriego. Trato aquella chica como si fuera de trapo. Esa actitud me había molestado por completo, era un cretino.

Estaba decidida a defenderme ante el si intentaba tratarme asi.
Era evidente que ese hombre me ponía de nervios y era extraño compartir el mismo techo con el.

Evadi esos pensamientos y trataría de que los siguientes días calmaran mis ansias.

Escuche una puerta azotar fuertemente, la puerta de mi habitación estaba entre abierta y vi a Caroline salir enojada.

Cuando termine decidí tomar un baño así que me puse mis audífonos y termine escuchando 'Swimming in stars de Wayfarers'.

Me puse a cantar mientras me lavaba la cara llena de jabon

- ¡Vaya vaya!
Eche un grito y salte del susto, y quedé ciega por un instante.
Damon echo una carcajada.

Sentí su mano en mi cara, quitando el jabón de mis ojos
-¿Disfrutando el baño?- mostró una gran sonrisa.
Se sentó en la orilla de la bañero y estaba descubierto aún del abdomen.
-¿Es tu costumbre entrar a las habitaciones sin llamar la puerta?- pregunté mientras me quitaba los audífonos - Casi me matas del susto
-Si llame la puerta y nadie respondio así que entre para verificar que las cosas estuvieran en orden
Sonrió y se peino el cabello con los dedos.
-¡Ya sal de aquí!- exclamé y lo salpique con el agua.
Se alejó burlándose y se volvió a la puerta.
-Bonitos senos Nora
Guiño el ojo y se fue.
Resople y seguí salpicando con agua del enojo.

|El Amor Realmente Duele Sin Ti|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora