|Capitulo VIII|

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En las últimas horas Jamie y Landon habían regresado y nos fuimos a casa. Así como decía su canción, Damon seguía desaparecido.
Una vez en casa, Jamie recibió la llamada del dueño de la que sería nuestra futura casa. Mañana podríamos mudarnos.
Estaba claro que Jamie no quería irse, pero yo sí.

Fui a recostarme a mi habitación y mande un mensaje a Ezra.

'Ezra, dispensame por lo ocurrido la otra noche. Espero siga en pie nuestra cita, así que te espero hoy a las ocho como acordamos
Nora'

Enseguida recibí su respuesta

'No te preocupes Nora, ahí estare'

Dejé mi celular y me acomode para tomar una siesta.

***
Yacía en la piscina de la casa, cada tres minutos cambiaba de posición para un mejor bronceado. Mientras tanto Jamie estaba nadando con Landon.

Hacía falta relajarme y lo que quería evitar era seguir pensando en Damon. Pero por más que quisiera no podía sacar de mi cabeza aquel dulce y apasionado beso que nos dimos. En todo este día no se había dignado en aparecer y por increíble que sonora me preocupa el saber dónde estaba.
-Oye Nora, ven un rato a la piscina- dijo Jamie.
-Aun me estoy relajando- dije sonriendo
-No hagas que te tire a la piscina - dijo Landon.
-Okay, ustedes ganan.
Me levanté de la camilla y me dirigí a la orilla de la piscina y me tiré a ella con un clavado.
El agua sumergió mis narinas y solté el aire.

Salí al exterior y lo ví. Damon venía con una chica de cabello rubio cenizo, ojos claros y bikini rosa.
Patán.
-¿Puedo unirme?- cuestionó sonriente
La rubia soltó su brazo y Damon se quitó la playera negra que yacía en el.
Retrocedió de la piscina y se avento en un clavado.
Inmediatamente salí de la piscina y tome la toalla para secarme.
Damon salió y aventó a la chica, mientras está gritaba eufórica. En cambio el en ningún momento volteo la vista hacia mi.
Me retire de la piscina y me dirigí a mi habitación.
Desde hoy iba a alejarme de Damon. Yo habia perdido la cordura ante el.

***
-Te ves fantastica- me decía Ezra
-Muchas gracias - me limité a sonreir.
Para nuestra pequeña cena, había optado por un vestido rosa pálido de tirantes y unas plataformas.
Dejé mi cabello suelto y pinte mis labios rosa claro.
Ezra vestía un traje azul y una corbata roja que resaltaba a la perfección.
Tendió su brazo y coloque mi mano en el. Me abrió la puerta del coche y partimos.
Llegamos a un pequeño restaurante muy rústico, decorado de pura madera y colores caobas.

Pidió una botella de vino y la especialidad de la casa. Lasaña.
-¿Cuando te mudas a tu nueva casa?
-Mañana comenzaré a llevar nuestras pertenencias- respondí
-Me gustaría ayudar
-Me encantaría que ayudaras- dije mientras daba un sorbo de vino.

Terminamos la cena y me llevo a casa.
-Fue una linda velada- dijo
-Lo mismo digo
Se acercó con intención de darme un beso, pero gire la cabeza y terminó plantandolo en mi mejilla.
Sonrió y le devolví el gesto.

Entre a la casa y enseguida me encontré a la chica de cabello rubio cenizo. Yacía sentada en la escalera con una pijama de cupcakes. La chica dirigió la mirada hacia mí.
-¿Tu eres Nora Badwin verdad?- preguntó
Asentí con la cabeza extrañada.
-Soy Rachel, Rachel Donovan.
Me tendió la mano para saludarme.
¿Porque una chica de Damon se presentaría ante mi?
-Un placer- me limité a sonreir.
Y le respondí el gesto.
-Soy hermana de Damon, bueno media hermana
¡Carajo!, Claro su media hermana. ¡Nora que estúpida eres!
Me quedé sin palabras
-Supongo que esa no era la reacción que esperaba- dijo sonriente
-Amm... Discúlpame, que torpe soy- ¡estúpida diría yo!- fue un día extraño
Sonreí como boba.
-Supongo que si- sonrió mostrando su gran dentadura blanca.
-Me hubiera querido presentar hace rato, pero desapareciste y Damon tiene pésimos modales
Reímos.
-Esta bien, no te preocupes
-Bueno te dejo para que vayas a descansar
-Gracias y un placer Rachel
Sonrió y se fue.
Subí las escaleras, regañandome a mi misma por ser estúpida. Es su hermana. Y yo pensando mal.
Demonios. no voy a negar que siento un poco de felicidad, saber que Rachel es hermana de Damon.

Cambié mi vestido por una pijama y de repente escuche que alguien llamaba a mi puerta.
Abri y me encontré con el.
Damon, vestía un pantalón y camiseta negra. Y Lucía tan atractivo con la barba crecida.
-Quería disculparme por lo de anoche- dijo mientras se tocaba el cabello con la mano.
-No tienes que hacerlo, tu más grande truco es desaparecer de las situaciones más impredecibles.
Me crucé de brazos.
-Nora
-No digas mas- interrumpí- me permití sentir algo incorrecto
-No es que sea incorrecto
-Sabes Damon, lo que pienso, es que tienes miedo de que alguien te quiera de verdad, que alguien quiera estar contigo, y si no superas ese miedo, seguirás siendo aquel capitán solitario como dice tu estúpida canción.
Antes de que pudiera decir algo, cerré la puerta sin más. Me apoye en esta y me resbale lentamente al suelo.
Sentí una lluvia de emociones que me hacían perder la cordura.

***
A primera hora, había mandado un mensaje a Ezra para que me ayudara a llevar nuestro equipaje a la nueva casa. Un par de horas después, acompañados de pizza y cerveza logramos acomodar todo. Por suerte la nueva casa contaba con muebles.
-¿Quisieras ir a una fiesta?- pregunto Ezra
-¿Fiesta?
-Si, mi fraternidad hará una celebrando a los de nuevo ingreso.
-Me encantaría- dije
-Te espero mañana entonces

Paso el tiempo y Ezra se fue. Un buen baño me relajo, despues me senté en el sillón y encendí la televisión.

Después de varios capítulos The Big Bang Theory, llamaron a la puerta y lo que encontré no fue de mi agrado.
Peter Vanderwall, estaba parada frente a mi puerta con un arreglo floral.
-Traje este detalle para ti... Y para Jamie para su dulce hogar.
Lo invite a pasar haciendo un gesto con la mano.
-En la mesa, por favor.
-Es pero que puedas perdonarme también, por haber sido un patán
-No tengo nada que disculpar
Me encogí de hombros y enseguida me crucé de brazos.
-Nora, estoy enamorado de ti- comenzó acercarse a mi- como un loco, sé que soy un cretino y...
-¡Basta!- interrumpi y lo detuve con la mano.- Peter
-No digas más Nora, yo sé que sí te dieras la oportunidad podrías enamorarte de mi
-Eso no va a suceder Peter
-Esta bien, pero te juro que seguiré insistiendo hasta tenerte- señaló y se fue.
En ese instante me reí, Peter Vanderwall jamás me gustaría, jamás tendría mi corazón... De eso estaba completamente segura


|El Amor Realmente Duele Sin Ti|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora