Grace Collins.
Hola, de nuevo aquí, su querida amiga Grace; en este momento voy de camino en un avión a Carolina del Norte junto con mi hermano por 4 años mayor Connor, se preguntarán ¿y eso que tiene que ver en esta historia? Pues importa y mucho, pero mejor se los explico desde donde se desarrolla todo esto.
Una semana atrás...
Estaba apenas acostándome en mi cómoda cama cuando escucho que tocan la puerta. Han de ser mamá y papá, así que no le tomo tanta importancia y le grito a Connor que abra.
-¡CONNOR TOCAN LA MALDITA PUERTA Y EMMM... Y ESTOY DORMIDA!–Ok, cuando ando somnolienta no me doy cuenta de las tonterías que digo.
-Hay Grace si estuvieras dormida, ni siquiera te hubieras percatado de que tocaban la puerta, ya que duermes como un tronco.- Dijo Connor al abrir MI puerta sin MI permiso. Pero con su ya típica sonrisa burlona acompañándolo.
-Solo abre, yo enseguida bajo.- Me bajo de la cama y me pongo mis pantuflas; en lo que Connor baja, escucho que abre la puerta y unas voces y distingo y no son las de mis padres hablan con mi hermano, por lo cual amarro mi cabello en un moño desaliñado. Cuando de repente Connor entra a mi habitación nuevamente sin MI PERMISO pero ahora entra con los ojos llorosos y más pálidos de lo normal.
-Mamá y papá tuvieron un accidente, están en el hospital.- Y esa fue la señal para que las lágrimas bajen de mis ojos.
-Pero... ¿cómo?- Dije tartamudeando en cada palabra.
-No se enana, no se.- Dice Connor y me abraza, uno de esos abrazos en los que te sientes protegida, y saber que todo estará bien.
-No sé cómo paso pero vístete que hay que ir al hospital ¡RÁPIDO!- Dijo Connor al soltarme y salir de mi recamara.
Agarre lo primero que en mi closet y me los puse más rápido que el mismísimo Flash. Y en menos de dos minutos ya estaba en el carro con Connor. Arrancó y solo hubo silencio en el camino, claro sumándole mis sollozos; a lo que Connor supongo yo, lo ponía más nervioso.
-Grace, tranquilízate por favor.- Dijo al tratar de retener las lágrimas.
Al llegar, mi hermano y yo bajamos del carro y corrimos hacia la entrada de urgencias, que según Connor, ahí es donde se encontraban. Él se acercó a recepción.
-Hola, disculpe, ¿en dónde se encuentran Jamie y Mark Collins?- Preguntó mi hermano tratando de calmarse.
-Disculpe pero es...- No terminó su frase ya que un doctor la interrumpió.
-¿Familiares de Jamie y Mark Collins?- Preguntó el doctor que parece que acaba de salir de cirugía lo cual me pone aún más nervios.
-Nosotros- Respondimos al unísono Connor y yo.
-Acompáñenme.- Veo a mi hermano dudoso y el solo asintió con la cabeza, mientras camina detrás del doctor. Pero yo no avanzo.
-¡Enana date prisa!- Me reclama mi hermano.
-No...- Digo con la voz casi inaudible.
-¿Qué tienes Nita?-Tenía tiempo que no me decía así y solo lo hacía para verme sonreír, pero esta vez no funcionó.
-Tengo un mal presentimiento.- Respondo lo más sincera posible.- Tengo miedo de lo que vaya a decir el doctor o de ver cómo están mamá y papá.
-Yo igual enana, yo igual.- Dice al pasarme un brazo por los hombros y llevándome en contra de mi voluntad a donde sea que nos vaya a llevar doctor. *Sé que esto no acabará bien, presiento algo raro... pero nunca me han gustado los hospitales debe ser eso, sí solo eso* Pensé al tratar de convencerme a mis misma.
Nota de la autora:
¡Hey!, solo quería decirles que es mi primer historia, y sé que tendré una que otra falta de ortografía; así que por favor, en los comentarios díganme si les va gustando o no la historia, si creen que le hace falta algo, o si tienen dudas.
No se que días publicaré, a lo mejor un día por semana, o los fines de semana, aún no se; pero eso sí me comprometo a acabar esta historia.
-Con Cariño, A.
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Encontrándome
Novela JuvenilMi nombre es Grace Collins, tengo 15 años de edad, me tocó tener los mejores padres del mundo y tengo un hermano mayor al que amo. Mi vida nunca fue fácil, siempre tratando de acoplarme en cada grupo de mi escuela, como son los populares, los nerds...