La chica fantasma (Editando)

1-Entrevista

—Sam, apúrate o llegarás tarde —me dice Kim; mi hermana mayor.

—¡Ya voy! —grito desde el patio trasero de la casa al tiempo que tomo unas fotos del hermoso amanecer —Ya está, la chica fantasma tendrá buen contenido hoy —digo para mí misma.

Llego a la editorial y veo a Damián muy concentrado en su escritorio.

—Buenos días, Damián —lo saludo

—Oh, hola Sam, estaba leyendo lo último de la chica fantasma, sobre la naturaleza —me dice sonriendo.

Yo sonrío, pero es porque Damián lee lo que la chica fantasma publica y eso me hace feliz, pues él no sabe que yo soy la chica fantasma y bueno sonrío porque Damián me trae loquita desde el día que él llegó a la editorial.

—Se nota que te gustan sus publicaciones —digo

—Sí, ella tiene mucho talento, para la fotografía y para lo que escribe.

Me voy a mi puesto y puedo ver que Liz no ha llegado lo cual es algo maravilloso, no la soporto.

Me encargo de la sección de farándula en la revista, bueno, más bien los chismes de los famosos. Yo solo los escribo hay otros encargados de hacerme llegar la información.

Al rato me doy cuenta que mi felicidad y mi paz se terminan ya que Liz llega.

Se sienta en su escritorio justo al frente del mío, ella se encarga de la sección de moda donde dan consejos y ese tipo de cosas.

Para mí esa sección está mal hecha, claro si no fuera Liz la que la hiciera fuera mucho mejor la sección, pues me parece que en vez de enseñar buenos conjuntos creo que critica la forma de vestir y pienso que todos tenemos derecho a usar lo que se nos venga en gana.

Quiero que un día exista una sección de la chica fantasma donde pueda publicar mis fotos y comentar lo que yo quiera o un día llegar a hacer una exposición de mis fotografías.

—Samantha, te llama el Sr. Jackson —me avisa su asistente.

—Está bien, ya voy.

—Te tocará acompañar a Damián a hacer una entrevista —me informe mi jefe.

—¿Sí?

—A mi parecer eres una de las mejores, tú deberás sacar las fotos mientras Damián se encarga de las preguntas.

—Está bien.

Cuando regreso a mi puesto comienzo a buscar un archivo que estoy escribiendo para la edición de la semana, pero por más que busco no lo encuentro.

Levanto la mirada hacia el escritorio de Liz y ella está sonriendo, sé entonces que ha sido ella quien borró el archivo.

—La odio —susurro para mí.

—¿A quién? —me pregunta Damián acercándose.

—Genial, he hablado sin darme cuenta de que él podía escucharme —pienso

—¿Qué?, no nada —digo sonriendo.

—Bien, ¿nos vamos? —Damián se ríe suavemente.

Sonrío también —Sí, vámonos.

Llegamos al lugar donde es la entrevista y mientras Damián está haciendo las preguntas yo estoy al pendiente de todos los movimientos de ambos para poder sacar la foto en el momento perfecto.

Hay un instante donde Damián sonríe tan despreocupadamente que no puedo evitar capturar esa hermosa sonrisa, después me la enviaré a mi correo y la chica fantasma se la ingeniará para publicarla sin delatar a la persona.

Cuando regresamos a la editorial voy a mi escritorio para pasarme la foto y borrarla antes de entregarle las demás al Sr. Jackson para que elija la que quiera en el artículo.

Ya en casa subo a mi habitación y me siento frente a la computadora para iniciar mi trabajo como la chica fantasma.

La primera foto que subiré será la de Damián, la cual antes de subirla edito para quitarle el fondo y que no se vea el rostro de la persona, luego de eso escribo:

¿Saben cuándo un día es bueno y luego se vuelve mucho mejor?

Bueno, esta fotografía representa la felicidad y me sentí encantada de haber captado ese momento y más porque es de una persona muy especial.

Y es entonces cuando te das cuenta que encuentras alegría en las cosas más pequeñas e inesperadas. Lo lindo que es sonreírle a la vida y que sin importar nada siempre permanezcas sonriendo, sentirte un guerrero contra cualquier cosa y sentirte capaz de hacer lo que sea porque somos capaces de hacer lo que sea.

~La chica fantasma