Capítulo 3

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Ricardo
Despierto en un cuarto pequeño, las paredes están pintadas de azul y estoy acostado sobre una pequeña cama antigua de madera. La tela parece fina y se siente muy bien al tacto, también me mantuvo bastante caliente.
Por alguna razón tengo un ligero dolor de cabeza y me siento algo mareado, también logro notar que en el cuarto hay una aroma casi nostálgico que no logro identificar muy bien.
Me levanto de la cama y el frío se apodera al instante de mi cuerpo. Me sorprende mucho la temperatura tan baja dado que donde vivimos el clima es generalmente cálido y ni siquiera hay ventanas en la habitación por donde hubiera podido filtrarse.
Tras confirmar que el lugar en el que desperté es completamente desconocido para mí decido salir a descubrir dónde me encuentro.
La única puerta en la habitación es de madera y tiene algunos relieves que le dan un aspecto bastante antiguo. Tras tomar el picaporte y abrir la puerta una silueta familiar aparece frente a mí y quedo en shock por algunos minutos.
-¿Sofi? ¿Eres tú? -Digo con una expresión de extremo terror en el rostro. ¿Mi hermana muerta está frente a mí? ¿Qué clase de sueño es este?
-Ricky!! -Mi hermanita grita al tiempo que las lagrimas salen de sus ojos a chorros, no puedo creer lo real que se ve esto.- No sabes cuanto he sufrido desde que llegue aquí, todos esos niños son muy pesados. Se creen muy maduros a pesar de que todos ellos se la pasan pensando en volver a ver a sus familias. Es triste en cierto modo a pesar de que tratan de controlarnos a todos para sentirse poderosos.
-Espera un momento, Sofi, ¿Quienes son ellos? ¿En dónde estamos?
-Ellos se llaman a sí mismos La Orden de la Mariposa, son los que mandan entre los niños de aquí. Y sobre el lugar donde estamos... No lo sé, Ricky. Se supone que es un orfanato pero cosas raras pasan aquí.

De repente un ruido raro nos llama la atención.
-Es Nora, Ricky, tenemos que escondernos o nos castigará.
Al momento de decir eso Sofía me empuja de nuevo a la habitación en la que desperte y cierra la puerta por fuera. Cuando trato de abrirla de nuevo me encuentro con otra pequeña, en un pasillo diferente al de la vez anterior.
La pequeña tiene un lindo vestido antiguo, es rubia y parece una muñequita. Al parecer está llorando. Su tristeza es tan grande que incluso a mi me alcanza a llegar su sentimiento así que me acerco con la esperanza de poder calmar un poco su llanto.
-Hola pequeña, ¿Qué te sucede?
-Mis papás... Ellos me trajeron aquí, ¡Ellos me odian!
-Claro que no te odian, pequeña, estoy seguro de que tuvieron alguna razón para traerte. Ellos también debieron sufrir al dejarte aquí.
-¿Cómo puedes saberlo?, Por cierto, es descortéz platicar con alguien sin saber su nombre. El mío es Elisa, ¿El tuyo?
-Mi nombre es Ricardo.
-Ya veo, así que tú eres el hermano de esa ingrata, ¿Sofía era su nombre?, Sofía, Sandía Camila, dá igual. De cualquier forma, tú hermana nos ha dado muchos problemas y tú pagarás por ello.

¿Mi hermana les causó problemas? ¿Cómo puede ser eso cierto? Esto debe ser meramente un sueño. Mi hermana murió hace un año y mi subconsiente se niega a aceptarlo. Eso debe ser, no hay ninguna manera de que esto sea real.
Mientras pienso eso alcanzo a ver un cuchillo viajando por el aire directo a mi cara y antes de que toque mi frente vuelvo a perder control de mis sentidos.
***
-Ricardo, ¿estás bien?
Una voz dulce retumba en mis oídos. Mi cuerpo se siente completamente adolorido.
-Ricardo, ¿Qué te pasó? ¿Cómo terminaste en el suelo?
Abro los ojos lentamente y un lindo par de ojos me dá la bienvenida detrás de mis parpados.
-Mía... ¿Dónde estoy?
-Te encontre tirado en la calle cuando me dirigía a tu casa así que con ayuda de un señir que iba pasando te traje hasta aquí. Que suerte que dejas tu llave bajo el tapete.
-¿Bajo el tapete? ¿Cual tapete?
-¿O tal vez sólo tome tu llave de tu maleta cuando saliste al baño en alguna clase y tome una plantilla para duplicarla? ¿Quién sabe? Es un gran misterio, lo importante es que ya despertaste. ¿Qué fue lo que te ocurrió?
-Pues... La ví otra vez, no recuerdo muy bien pero tuve un sueño raro tras verla y cuando reaccioné ya estaba aquí con tu cara frente a la mía.
Una pequeña sonrisa se alcanzó a notar en su cara.
-Más importante, encontré algo de información.
-¿Información? ¿Sobre qué?
-La doctora Patricia Jimenez. Al parecer tras la muerte de mi tío la doctora comenzó a deteriorarse mentalmente hasta llegar al manicomio. Tras algunos meses se recuperó y salió de ahí. Ahora se dedica a la recepción en el hospital de la ciudad.
-¿La doctora Patricia Jimenez es la amable señora de la recepción del hospital?
-Sí, y no solo eso. Según lo que pude entender de las cartas, ella tenía un hijo llamado Joaquín que era el enfermero de Alicia.
-¿Y qué encontraste sobre ella y su relación con nosotros?
-Estela Alicia, llegó al hospital por una gripe pero empeoró gravemente en poco tiempo, al parecer padecía de alguna enfermedad del sistema inmunológico. Mi tío fue llamado para tratarla. Ella resultó tener SIDA pero fue trasladada a otro centro de salud fuera de la ciudad. Luego de eso todo en las cartas se pone raro. Mi tío dejó de enviarle cartas a la doctora y ella cada vez insistía más en el peligro que corría Alicia. Al final ella dejó de enviar cartas, probablemente porque fue internada.

La expresión en su rostro era de extrema seriedad, como el rostro de un hacker cuando está a punto de encontrar una vulnerabilidad en un sistema, o el de un jugador de ajedréz que ha llevado a su oponente a la desesperación.

-¿No te has puesto a pensar en si lo que vimos no es una simple ilusión, Mía?
-Yo misma pensé en eso... pero ella me mostró un recuerdo. Algo que según todas mis fuerzas y mis sentidos no debería de estár ahí, sin embargo... Estoy segura de que es real.

Alice's Memories (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora