Enamorada del hombre de mis sueños

Capitulo 4

Menudo imbécil

La clase estaba vacía a excepción de la zorra de Claudia y Eithan los cuales parecían estar muy cómodos. Esta, estaba demasiado cerca de Eithan, dándole una perfecta vista de sus enormes y operados pechos, mientras le tocaba los pectorales de una forma bastante provocativa mientras él no hacía nada para impedir su contacto.

Decidí no interrumpir, de lo contrario acabaría vomitando así que me quede en el pasillo esperando que la clase estuviese completa, y olvidándome de la advertencia del profesor Eithan sobre donde debo sentarme. –Que se vaya a la mierda –dije en voz alta sin querer.

-Wow, has herido mis sentimientos –dijo una voz que no conocía burlonamente.
-Me alegro –dije chula. Lo miré y ¡vaya! pedazo de chico estaba a mi lado, tenía el pelo castaño, al igual que sus hermosos y grandes ojos, sus labios rojos y carnosos, alto y su cuerpo increíble musculoso pero no exagerado.
-Me gustan las chicas duras, un placer soy Marco Lorenz tu futuro novio –dijo sonriendo, mientras tomaba mi mano a la antigua y la besaba.
-Ashley, tu peor pesadilla –dije retirando mi mano.
-Creo que me he enamorado –dijo sonriendo burlonamente. 

Entre a clase al lado de un chico del cual solo sabía su nombre y que estaba realmente muy bueno. Toda la clase nos miraba incluyendo a Eithan. Las chicas cuchicheaban y yo simplemente las ignoraba.

Me senté en un pupitre al fondo de la clase y Marco se sentó a mi lado. La clase avanzaba rápidamente, Eithan no me miraba, ni siquiera me reclamo por sentarme detrás, no me hizo preguntas incomodas, simplemente me ignoro, al igual que yo a él ya que estaba muy ocupada conociendo al guaperas de mi lado.

La clase finalizo, empecé a recoger mis útiles y a salir de clases al lado de Marco.

-Ashley puedes venir tengo que hablar contigo –escuche que dijeron detrás mío.
-Te espero fuera guapísima –dijo Marcos besando mi mejilla.
Mire hacia atrás, y hay estaba al lado de su escritorio, con cara de póker, imponente y tremendamente guapo.
-No tengo nada que hablar con usted Sr Russel –dije mientras me apresuraba a salir de la clase, tenía los nervios a flor de piel y para agravarlo estábamos solos otra vez.

Eithan me impidió salir y cerró la puerta con llave.

-Te juro Eithan Russel que como no abras la puta puerta en este preciso momento, conocerás la fiera que hay en mí –dije ofuscada. Mientras este se acercaba a mí. Ábreme la puerta Eithan –volví a decir en un hilo de voz. Estaba demasiado cerca y cuando intente alejarme me encontré acorralada entre la dura y fría pared y el cuerpo de Eithan.

No dijo nada, solo me miro a los ojos, me toco el rostro con sus manos como queriendo recordar cada centímetro de él, y me besó con posesión. Quisiera decir que lo detuve, pero no fue así, seguí su beso, sentir sus labios en los míos era tan delicioso. Me aleje y le pegue una bofetada.

-No me vuelvas a besar Eithan. Eres mi profesor y yo, no quiero más complicaciones en mi vida.
-Aunque quieras negarlo sé que te gusto y sé que mis besos provocan miles de cosas en ti, lo sé  porque yo siento lo mismo.
-Ábreme ya Eithan por favor –dije desesperada, Marco me está esperando.
-No me gusta ese chico, es una mala influencia para ti. –dijo cabreado, pero al final abrió la puerta. 
-No te debe gustar a ti, sino a mí, dije saliendo de la clase, y encontrándome con Marco.

Marco es un chico genial, guapo, simpático, educado, y un poco loco como yo. Además le gusta la adrenalina tanto como a mí, me ha traído a casa, al principio me negué pero ante su insistencia y su increíble moto no pude resistirme a la tentación.

(…)
Esta tarde-noche he quedado con Sofía, ha llegado desde Madrid y viene a verme, es mi mejor amiga desde que llegue a España, se puede decir que me ha salvado la vida, me ayudo sin conocerme y gracias a ella estoy aquí en Mallorca.

Quedaban varias horas para ir a por mi amiga así que aproveche para preparar la habitación en la cual se quedaría Sofía y al terminar me quede profundamente agotada y dormida en el sofá.  

(…)
-Hola princesa, tengo una sorpresa para ti–dijo mientras cubría mis ojos con sus manos y me guiaba por el camino. Ya puedes abrir los ojos.
-¡Dios! esto es hermoso, este lugar es impresionante, parece sacado de un cuento.

Estaba atónita, aquel lugar me transmitía muchas sensaciones hermosas, estábamos en una bahía, el gran mar del mediterráneo se juntaba con las grandes rocas de la montaña, la belleza de aquel lugar incalculable. Gracias gracias gracias –dije mientras le abrazaba.
-Este es un lugar especial para mí princesa, es mi lugar favorito en el mundo, aquí me siento tan pequeño y a la vez tan fuerte, aquí puedo desahogarme y sentirme libre y quiero compartirlo contigo, quiero que también sea tu lugar favorito, siempre me encontraras aquí.

Me desperté con muchas preguntas en mi cabeza, pero debía darme prisa o como siempre llegaría tarde al aeropuerto. Quiero estar ahí cuando mi mejor amigan llegue, la hecho mucho de menos.

(…)
Había llegado justo a tiempo al aeropuerto, mire en las pantallas y su vuelo ya había llegado, me senté a esperar y unos minutos después diviso a los lejos una mujer alta, rubia, de pelo ondulado y muy guapa.

-Joder Sofí estas preciosa, te he extrañado muchísimo –dije mientras le daba dos besos.
-Jo sí que te he extrañado nita mía (nita = hermanita), déjate de besos y abrázame.
No lo pensé ni un segundo, y me abalance sobre ella.

Llegamos a casa y pedimos comida china ya que a Sofí le enloquecen los rollitos de primavera.

-Cuéntame nita ¿cómo va todo por aquí?, te note muy estresada por teléfono, por eso decidí adelantar mi viaje, no quiero volver a verte mal.
-Me han sucedido tantas cosas, que no sé por dónde empezar. Me enrolle con mi profesor, además cada día me sueño con el mismo hombre, es hermoso y créeme en el sueño me hace el amor como un maniático.
-Haber vamos por partes, entonces te enrollaste con tu profesor –dijo en tono gracioso, quien te veía y quien te ve jeje. Al parecer te estoy enseñando bien.
-bueno no me enrolle, o si, es que no lo sé, pero nos besamos dos veces y créeme que si no fuera porque la primera vez él se detuvo por mi nos hubiéramos acostado.
-Tú eres una mujer adulta, sabes lo que quieres. No me preocupa que te hayas besado con tu profesor, me preocupa que el besarte con él te cause tanta controversia, eres una mujer liberal y fuerte, hace unas semanas esto no te quitaría el sueño.
-Es que él es mi profesor y bueno, no quiero problemas. Estoy cansada Sofí, voy a dormir, buenas noches –dije, le di dos besos, me levanté del sofá y fui a la cama.

(…)
Vaya noche he pasado, no he podido pegar ojo, los recuerdos de aquel día me atormentan, quiero borrarlos y/o sacarlos de mi mente pero no puedo y me duele, me duele demasiado.

Me levante y prepare dos capuchinos y unas tostadas con mermeladas.

-Buenos días Sofí –dije mientras le entregaba un café y unas tostadas.
-Buenos días Nita, vaya cara tienes, has dormido bien –me pregunto,  mientras comía su tostada. 
-Sí, estoy bien, es solo que no dormí bien, hacía mucho calor.
-Si, si mucho calor en primavera –dijo sarcástica. Hoy nos vamos de fiesta a ver si te olvidas de lo que te está comiendo la cabeza, quiero que te pongas bien sexy, hoy nos vamos de caza.