capítulo 1

22 1 0
                                    

El comienzo de todo
Capítulo 1

El comienzo de todo

Nuestros gemidos se escuchaban por toda la habitación. Oh si no pares -ordene. Mientras clavaba mis uñas en su espalda. Dios esto se siente tan bien -gemí.

- Oh si nena, córrete para mí.

Sus embestidas aumentaron, mientras mi voz temblaba eran cada vez más rápidas e intensas. Mis piernas se habrían por reflejo en busca de su contacto. Dios como puede ser tan delicioso -grite.

Mis gemidos no cesaban, mi sexo palpitaba incontroladamente, mientras yo recibía los espasmos de mi inminente orgasmo.

- No cierres los ojos nena quiero que mires como me hundo en ti. Quiero que veas lo mucho que disfruto cada vez que te penetro -dijo con voz ronca, mientras me cargaba y empotraba contra la pared.

No podía hablar, mi excitación era tal que las palabras no salían de mi boca y con un sonoro gemido me corrí viendo esos hermosos ojos que me vuelven loca, que hacen que toda mi piel se erice y todo mi ser estremezca.

Mis gemidos lo activaron más, ya que sus embestidas eran cada vez más potentes, ¡madre mía! nunca pensé que podía llegar a este nivel de placer -pensé.

Si, si, oh Dios -chille, esto se siente jodidamente bien.

¡Oh si nena! córrete conmigo-ordeno. Su miembro palpitaba dentro de mí y unos minutos más tarde me corrí por segunda vez junto a él entre estruendosos gemidos y besos llenos de pasión.

Bip bip bip -suena el despertador.

Dios como odio este sonido -dije mientras apagaba el despertador. Hoy tenía clases muy temprano en la universidad e iba con el tiempo en el culo. Como no me dé prisa llegare tarde. Entre en el baño, me lave los dientes, duche, vestí, pinte mis labios y por ultimo tomé mi capuchino como cada mañana.

Tome las llames de mi coche y salí de casa directo a la universidad. Al llegar allí, me senté en una de las últimas filas ya que había llegado tarde y estaba un poco desubicada, ya que me tocaba citogenética y mi viejo profesor cascarrabias no estaba, en su lugar estaba un hombre de unos 35 años al cual no veía muy bien desde esta distancia y al que no le prestaba mucha atención.

- Disculpe señorita -dijo el profesor, mirándome, ya que ha llegado tarde y presta tanta atención, puede decirme que es el síndrome de Turner?

- Mmmm, pues es - pensé un minuto -una enfermedad genética caracterizada por la presencia de un solo cromosoma x, y si no me equivoco inhibe el desarrollo sexual y causa infertilidad -respondí, un poco descolocada por la aptitud de aquel profesor al que no conocía.

- Si, muy bien, ¿cuál es su nombre?

- Ashley, señor Ashley -luego me arrepentí de haberle llamado señor, ya que este me ha mirado de una manera que no pude descifrar. Seguro se ha enfadado -pensé. Bah me da igual.

Ya se había terminado la clase, tenía media hora para llegar a mi otra clase que por suerte estaba cerca. Y cuando estaba saliendo de clases escuche:

- Disculpa puedes venir un momento por favor.

- Voltee sobre mí y vi a mi profesor, el cual no conocía, llamándome. ya no quedaba nadie más en la clase solo él y yo. Si claro -dije, mientras me acercaba a su escritorio.

- Ashley ¿no? -Me pregunto.

- Yo asentí, en eso mire sus ojos, eran hermosos de un azul grisáceo y me perdí en ellos durante un minuto, aunque lo sentí como si fuese una eternidad.

Enamorada del hombre de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora