Mes 12

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Anhelaba el observar tú sonrisa, el sentir tú cuerpo envolviendo al mío en un abrazo, sentir tu perfume, que al besarte se te escapase una sonrisa y un suspiro.

Deseaba a tú cuerpo sobre el mío, y tras rogarte un par de veces, al fin lo hiciste, nuestras piernas entrelazadas, igual que nuestras manos, tu rostro escondido en mi cuello; y a pesar de no verte podía sentir tu sonrisa, podía sentir tu respiración calmada.

«Cuando tú mano toca la mía, es allí cuando las galaxias chocan»

Y únicamente me sentía completo, feliz, me sentía yo mismo, me sentía libre cuando estaba contigo. No había otra manera en la que pudiese sentirme vivo sí no era a tu lado.

“—No voy a dejarte
—¿Nunca?
—Nunca
—¿Sin importar qué?
—Sin importar qué
—¿Lo prometes?
—Lo prometo”

Justo Antes De PerderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora