Neji Hyuga

8.1K 692 193
                                    

Faltaban 2 benditos días para la boda.

Y como era de imaginar, todo el mundo estaba con las energías a tope, comprando y preparando las cosas necesarias para la ceremonia y la fiesta en general.

Claro que antes de esto, la Hyuga y el Uchiha aclararon que fuera de la familia, nadie más tenia que enterarse. Así, descartaron la idea de invitar a los Uzumaki y a los Haruno, por muy amigos que fueran.

La ceremonia no seria inmensa, pero no por eso podía ser sencilla.

Hecho en el que Sasuke estuvo de acuerdo. Su Hinata se merecía lo mejor y si estaba en sus manos, no dudaría en dárselo.

De ahí en fuera, todo estaba estupendo.

La futura Uchiha estaba más que emocionada con ese evento y su prometido, estaba realmente feliz de verla contenta.

Pero como bien dicen, "No todo es perfecto".

Justo en ese momento, estaba que se moría de los celos.

Pues como bien sabemos, Sasuke Uchiha, era un hombre un "poco" celoso y posesivo. Y como era natural, estos aumentaban con la oji-perla.

Pero vamos, sus celos eran justificables. ¿Quien no estaría hirviendo de la rabia, cuando tu futura mujer, no te ha prestado atención por estar con otro hombre?

Ese hombre, para su desgracia, no era nadie más y nadie menos, que Neji Hyuga, el adorado primo de su chica.

El Hyuga había llegado hace una semana, así capturando la completa y absoluta atención de su Hime.

Y como lo odiaba.

Parecía que el maldito, aprovechaba cualquier excusa para interrumpir en los mejores momentos...



'Sus labios devoraban con ansias y deseo los de Hinata.
Sus manos, se paseaban en esas deliciosas y sexys curvas de la susodicha.

Como la amaba... Como la deseaba.

Desde hace tres días que peleaba su atención y ahora que la tenia en sus brazos, no pensaba soltarla.

-S-sasuke-kun...-Soltó en un suspiro la peli-azul, al sentir la mano traviesa del azabache ir bajo de su espalda.

-Maldición Hinata... No creo aguantar hasta la luna de miel.-Dijo mientras daba una que otra mordida en los labios y cuello de la chica.

De manera inconsciente, acorralo a la Hyuga entre una de las paredes de la habitación y su cuerpo.

Nuestro SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora