El Edo Tensei

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La aldea de Konoha seguía creciendo más y más, incluso me entere de que otros clanes querían formar parte de la Villa Oculta entre las Hojas, el nombre que Madara le dio. Por supuesto, Hashirama quiere nombrarlo Hokage que significa "Sombra de Fuego" pero yo no estoy de acuerdo, aunque mi hermano haya fundado la villa junto a él, no debe tomarse esas libertades.

¿Cómo me llevo con Madara?, nada bien, pero soporto sus miradas acusadoras que día a día me recuerdan que yo mismo provoque la muerte de Izuna, no lo demuestro, pero la culpa me devora diariamente y me desquito hablando mal del clan Uchiha.

Después del último ataque de Madara y así como su muerte, desee ser yo quien lo hubiera matado, no debió permitir que Izuna rechazara la oferta de Hashirama de vivir en paz, quizá... ambos hubiésemos dejado de fingir indiferencia y estaríamos juntos. Cada noche me siento en medio del bosque, evito siempre mirar al cielo ¿para qué?, si él ya no está conmigo no tiene caso ver hacia arriba.

Como me prometí, todos los días voy a la tumba de Izuna a dejarle un ramo de flores así como incienso y comida. Cada que lo visito, le cuento como he tratado de seguir mi vida, como ha avanzado la villa, con cada relato antes de irme le pido perdón por mi estupidez luego de decirle cuanto lo amo y extraño... nunca fue mi intención herirlo gravemente.

Los días para mi pasan más lento, Hashirama sigue cumpliendo con sus obligaciones como Hokage, mientras yo guio a mi equipo durante las misiones. Cuando no estamos haciendo nada, yo me dedico a perfeccionar mis técnicas y gracias a eso, he creado el Jutsu Clones de Sombra pero siento que puedo crear algo más.

Como mencione, cuando mi equipo y yo estamos en misiones, la mayoría para sacar información, en ocasiones no conseguimos nada debido a que nuestros enemigos se suicidan antes de preguntarles y eso, es una gran desventaja. Si tan solo pudiera haber algo que los hiciera hablar aunque sea solo un momento, con eso daría por completada la misión.

- ¿Tobirama-sensei?

- ¿Qué pasa, Saru?

- Bueno...

- Díselo Hiruzen - escucho a Koharu

- Bueno... lamento haber fallado, si hubiera reaccionado más rápido, ese ninja no se hubiera clavado el kunai y obtendríamos esa información

- Está bien Saru, ni siquiera yo lo hubiera detenido sonriéndole

Esa noche, dormimos al aire libre, como siempre evito ver al cielo y sus estrellas. Pero esa noche sería diferente: por alguna razón, me encontraba en el campo de batalla, pero no veo a nadie, entonces una voz me hace reaccionar

- Tobirama

- ¿Izuna? - comenzando a caminar pero me detengo

- Sí, soy yo - viéndolo cabizbajo - Tobirama, ¿Por qué?

- ¿Eh?

- ¿Por qué? - tocando su vientre y mostrando la herida que le hice - ¡prometiste que estaríamos juntos!

- Izuna...

- CÁLLATE... YO CREÍ Y CONFIÉ EN TI, PENSÉ QUE ME AMABAS... PERO TU...

- Yo... lo

- TE ODIO... más de lo que te imaginas

Lo último que vi en mi sueño, Izuna siendo tragado por el suelo, yo por supuesto me despierto asustado dándome cuenta que solo fue una pesadilla. Izuna, ¿de verdad me odias?, ojala pudieras decírmelo. Me acerco al rio y lavo mi cara, cuando vi algo un poco inusual: una lagartija peleando contra una araña por su vida, el bicho tiene al reptil atrapado de su cola con su red pero el animal se desprende de ella mientras el arácnido envuelve la cola que aún se mueve hasta quedarse "muerta", gracias a eso, la lagartija se salvó.

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