PRÓLOGO

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A veces la oscuridad te envuelve y te hace desaparecer de tal forma, que incluso las pupilas mas dilatadas no son capaces de percibir tu silueta en la penumbra. Ya no existes, al menos, no tu verdadero tu. En su lugar, aparecen pequeñas luces de colores, producto de la luz residual de los ojos. Sin embargo, esos colores no son reales, son solo trazos de lo que un día fuiste y no volverás a ser, son marcas subjetivas e ilusorias que varían en función de quien las mira. Y mientras el mundo sigue girando, proyectando en ti solo lo que la gente quiere ver, tu te quedas acurrucada en las galerías oscuras de tu alma, esperando que algún día alguien encienda la luz.

En las galerias del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora