Todo esta en silencio, como si alguien o algo hubiese absorbido todo el sonido del universo o como si, de repente, yo ya no formara parte de él. Un dolor recorre mi cuerpo de arrriba a abajo, desde mis pies descalzos hasta mi magullada cabeza y, poco a poco, soy consciente de que me encuentro tumbada en posición fetal, pegada a una fría pared. Es agradable sentir ese frío, teniendo en cuenta que parece que haya fuego fluyendo por mis venas. A pesar de que tengo los ojos cerrados, sé que todo esta oscuro a mi alrededor, puedo notar su temible apariencia acechádome en todo momento.
-Despierta Iris, es hora de jugar-dice una voz profunda y maltratada cuyo origen no tengo muy claro. ¿Viene de la oscuridad? ¿O esta solo en mi cabeza? No lo se, ni tengo fuerzas para averiguarlo.
-Sé que estas despierta Iris, siempre lo sé ¿acaso no quieres jugar conmigo?
No por favor, otra vez no. Solo quiero que se calle, que vuelva en silencio para poder fundirme con él y desaparecer. Para siempre.
-No me dejas otra opción Iris. ¿Acaso quieres que te recuerde lo que pasó la ultima vez? No fue muy agradable para ninguna de las dos.
No quiero recordar. Estoy cansada de los recuerdos. Todo ese pasado, esas personas, ese dolor, me asfixia y no puedo casi ni respirar. Pero se que la voz no se refiere a eso, no está hablando de las razones por las que llegué aquí. Esta amenazándome con las consecuencias de no seguir adelante, de no intentar salir. Porque siempre que me rindo y me caigo, siempre que me doy por vencida, me persigue y, cuando me alcanza, llega la tortura.
Ya oigo sus pasos avanzando por los estrechos pasillos de este maldito laberinto sin salida. Escucho como sus uñas rozan la pared al caminar y casi puedo visualizar las marcas que esta dejando en las paredes, esas huellas de su existencia que veo siempre que recorro los caminos y que me recuerdan que el peligro es real, que no estoy loca.
-Te veo Iris y estoy muy cerca.
Lágrimas calientes recorren mis mejillas y limpian a su paso parte de la suciedad de mi rostro. Esta justo delante de mi, lo sé y, por mucho que me digo a mi misma que esto no es real, que todo es solo fruto de mi mente trastornada, no puedo evitar estremecerme cuando siento el contacto de sus alargados y retorcidos dedos en mi piel desnuda. Entonces, se detiene, su voz impasible deja de resonar en mi cabeza y el tiempo se para. En ese momento, se exactamente lo que va ocurrir y, cuando noto su húmedo aliento en mi oído, me pongo a sollozar sin reparos.
-Vamos a jugar, Iris ya verás lo bien que lo vamos pasar.
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En las galerias del alma
Mystery / ThrillerIris está perdida y dividida. Parte de ella se encuentra en el sanatorio, donde los médicos intentan llegar a ella y descubrir los misterios que esconde su mente trastornada. La otra se encuentra en el Laberinto de las almas perdidas, lugar al que n...