Epílogo

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Maratón 5 de 5
Ahí estaba Trevor, apoyado en la pared del instituto buscándome con la mirada. Llevaba su cabello negro perfectamente peinado y su sudadera gris bajo una chaqueta negra.
Tenía unos guantes de lana con los que intentaba calentarse y una bufanda que parecía estar a punto de ahogarlo. Su piel pálida se estaba volviendo casi azul por el frío.
Sus ojos miel se conectaron con mis ojos azules, sentí como un fuego que se había mantenido bajo comenzaba a arder con fuerza dentro de mi, él también pareció sentir lo mismo pues con rapidez sus mejillas dejaron el tono azulado y se volvieron rojas.
Corrió hacia mi.
Sus labios me tocaron segundos antes de que todo su cuerpo me envolviera.
Mi cabello castaño se interpuso entre nosotros debido al viento. A Trevor no le importó. Estábamos juntos una vez más.

—Tenías razón, ella no es tú.

Trevor mi mejor amigo desde los cinco años.
Trevor mi primer amor.
Trevor el primero en romper mi corazón.
Trevor el único dueño de mi vida.
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Los meses pasaban y con Trevor todo era perfecto. Mis amigas me preguntaban como había logrado perdonarlo. Simplemente era por confianza, cuando me contó que Mandi se le había lanzado y él se había demorado en alejarla sentí como mi corazón se detenía, pero sus ojos me susurraban perdón y eso fue lo que hice.
Sabía que se arrepentiría toda su vida y también que intentaría amarme toda esta.
Después de todo, él sabía que no había nadie como yo.
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Fiiiiin
Si, nuestra Bella era muy segura de si misma.

She's not meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora