ヘルプ [Yankee!Todomatsu]

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Todomatsu es un chico de tan solo 14 años, es un buen estudiante, tiene buenas notas, es amable con todos y siempre estaba con una sonrisa en su rostro. Le gustaban los comics y los videojuegos. La lectura de novelas de ciencia ficción era su adicción.

[Me salió verso sin esfuerzo we, soy bien cool]

Él nunca le había hecho mal a nadie, entonces ¿Por qué ahora mismo yacía en el suelo mientras era rodeado por unos chicos mayores que él?

"Imbécil"

"Bueno para nada"

"Mariquita"

"Debilucho"

"Rarito"

"Perra"

Eran las palabras que se escuchaban por el lugar, Todomatsu contenía las ganas de llorar mientras era maltratado por esos chicos, si le miraban de esa manera era seguro que no lo dejarían en paz por mucho tiempo.

Su abdomen dolía, ¿Cuántas patadas había recibido ya? Su ojo izquierdo palpitaba y molestaba al intentar abrirlo, ojala hubiese podido esquivar el puñetazo. Aquel líquido que salía de su boca ¿Era sangre o saliva?

Los pocos estudiantes que miraban tan horrible escena pasaban de largo, fingían no enterarse o simplemente desviaban la mirada a otro punto, algunos ni siquiera se atrevían a pasar por ahí.

Nadie le ayudaba, nadie quería terminar como él. Era el típico pensamiento egoísta de "Esta bien mientras no sea yo".

Era común ver al pobre Todomatsu en esa situación, nadie sabía el por qué y desde cuando era víctima de aquellos grandulones, algunos se sentían indignados de tal maltrato que intentaban intervenir, pero se acobardaban al instante, nadie tenía el valor de plantearles cara, ni siquiera algunos maestros que se hacían de la vista gorda ya sea por temor o por simples sobornos.

Pero siempre hay algún valiente héroe o en este caso heroína, capaz de hacer detener las injusticias por medios poco convencionales.

Mientras uno de los chicos presionaba la cabeza de Todomatsu contra el suelo con su pie y los demás cavernícolas reían de manera sádica, una fina pero fuerte voz se escuchó desde sus espaldas.

- ¡Muy bien malditos gorilas! Déjenlo en paz o se las verán conmigo.

Los brabucones giraron a ver a la persona que les hablaba, era una chica no muy alta ni muy baja, vestía el uniforme de béisbol de la escuela y llevaba un bate de madera en manos.

- ¿O que harás? ¿Te pondrás a llorar hasta que nos vayamos? -Retó aquel que parecía ser el líder haciendo que sus camaradas rieran ante su "ingenioso" sarcasmo o chiste, lo que fuese.

- No, los únicos que terminaran llorando serán ustedes ­-Les apuntó con el bate- Cuando les reviente esto en la cabeza.

- ¿Crees que podrás contra todos nosotros? Somos más que tú.

- Tienes razón, mejor haré esto -Lanzó una pelota de béisbol al aire -que quien sabe de dónde sacó- y la bateó hacia su dirección, la pelota terminó estampada en el estómago de uno de ellos.

Sin darles tiempo de reaccionar bateo más pelotas hacia ellos, golpeando así sus estómagos, frentes y partes nobles.

Aquellos idiotas habían salido huyendo del lugar llorando como bebés. La chica se sentía satisfecha, les había dado su merecido.

Todomatsu estaba tratando de levantarse del suelo, su cuerpo estaba tan débil que sus brazos no soportaban su peso para así ponerse de pie, cuando sus delgados brazos flaquearon pensó que volvería a estamparse contra el piso pero no, su mejilla tocó algo blando en lugar del frio y duro suelo, se trataba del brazo de la chica.

Osomatsu-san おそ松さん | one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora