Osomatsu-san おそ松さん | one-shots

It's a sin to be friendly to the DeadlySins [All]

Siempre considere que mi vida era normal y simple, siempre fui una chica de casa y escuela, era insípida y para nada sobresaliente. Pero al final de cuentas una buena chica.

Debí quedarme así. Ahora mi vida esta "patas arriba".

No recuerdo exactamente qué pasó o que hice aquella noche de fiesta (que por primera vez en mi vida fui invitada y decidí asistir), solo sé que al despertar estaba en el suelo de mi sala siendo observada por unos orbes rojos y otros dorados.

Como era de esperarse me asusté y corrí a uno de los rincones de la habitación misma.

–– Tranquila, no queremos hacerte daño ––dijo aquel de sudadera blanca con voz calma.

–– Habla por ti Kamimatsu, me está comenzando a irritar, tiembla como Chihuahua con roña ––su compañero con mala pinta mi miraba de pies a cabeza con desdén–– Solo dile y vámonos.

–– Akumatsu, tranquilo... Todo a su tiempo ––me miró con amabilidad y cariño, de pronto dejé de sentir miedo. ––Eso es, mira solo queremos decirte algo muy, pero muy importante. Es difícil de explicar por qué pero ahora se te ha encomendado una tarea, una misión, un desafío que hasta el momento no proceso el por qué tú y como cayó sobre tus pequeños hombros.

–– ¿Misión? Yo no sé de qué hablas, ni siquiera recuerdo nada explícamelo mejor ¿Kamimatsu?

Él sonrió y estaba a punto de hablar cuando el otro chico de ropas negras lo alejó con brusquedad y se posó ante mí con cara de matar y destripar.

–– Si dejo que te explique esto se tomara más tiempo del que estoy dispuesto a aguantar, escúchame bien fémina ––me señaló con su largo dedo y golpeó con él mi frente unas tres veces. ––Tienes que cuidar y de alguna manera "educar" a nuestros hermanos y una amiga, ¿el tiempo que te tomara? No lo sé, quizás toda la vida. ¿Puedes negarte? No, no puedes.

No entendía nada, ¿de pronto me encomendaban ser niñera?, tan abrumada estaba que no procese el momento en que Akumatsu chaqueó los dedos y se abrió un portal color rojo, Kamimatsu hizo lo mismo solo que su portal brillaba como el sol.

–– Por cierto, pronto llegaran aquí ––Kamimatsu me miraba con preocupación–– Trata de ser fuerte y no sucumbir ante ellos, principalmente el mayor él es... bueno, ya lo sabrás.

De pronto se adentraron en esos extraños portales y desaparecieron al mismo tiempo. Me deje caer en el suelo sin saber en qué pensar o que hacer.

El timbre de casa sonó y con piernas de ciervo recién nacido me levante a abrir, frente a mi había seis chicos con rostros iguales y una guapa chica.

Nunca pensé en que en el momento en que pusieron un pie en mi casa todo cambiaría.

Ya ha sido un año desde ese día en que tuve que hacerme cargo de ellos, aun trato de entender la situación. Un año viviendo con los pecados capitales.

–– (N), ¿has visto mi hermoso espejo de oro? ––aquel de sudadera azul comenzó a remover todo y a desordenarlo todo a su paso.

–– No le he visto Karamatsu pero como es de oro puede que lo tenga Totty ––hablé sin despegar mi vista de la revista que tenía en manos–– Ya sabes que a él le gusta mucho todo lo que brille.

Todomatsu, la avaricia; es el deseo incontrolable por posesiones materiales.

–– ¡¿Cómo se atreve?! Nadie más que mi apuesto y perfecto rostro puede ser reflejado en él. ––se arremangó más las mangas de su sudadera y salió a paso firme de mi habitación.