The Red Dragon🔥[Osomatsu]

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Desde que tengo uso de razón he deseado ser un héroe aventurero como mi padre, o en este caso una heroína, en este reino es difícil creer que una "damisela" tenga un sueño como ese pero me da igual, entrené día y noche sin descanso para poder resistir a los duros porvenires, y si de nada sirve todo el tiempo y esfuerzo que invertí no importa, no pierdo nada por intentarlo.

Ahora mismo estoy haciendo una muy difícil prueba para su majestad, necesito presentar ante sus ojos "La lágrima de Raktokk", la leyenda dice que es una gema que emana y refleja un sinfín de colores, emana un aura con dotes curativos y al parecer, solamente quien la porte es reconocido como "Gobernante Iluminado", ya que es digno de ser rey o reina y los dioses le otorgan la bendición a través de dicha gema.

En fin, mi meta es encontrar dicha gema y entregársela a mi reina. Es hora de partir, llevo mi armadura, unas cuantas medicinas, alimento y la vieja espada de mi padre.

Partí sin rumbo y sin ninguna información, para mi suerte en el primer pueblo al cual hice intercepción un viejo sacerdote me contó sobre una criatura mística que se adueña de todo lo que sea hermoso y brille, quizás la antigua gema este en sus posesiones.

Nadie se atreve a quitarle "La Lagrima de Raktokk", nadie quiere pelear con un dragón.

[...]

-- Muy bien, si no me equivoco esta debe ser la cueva de ese dragón -- me detengo frente a una enorme cueva, esta está sobre una alta montaña. -- No parece tan tenebroso, al fondo parece haber luz --comienzo a entrar en el lugar y como dije, hasta el final del sitio había una luz, conforme me estaba acercando mi vista estaba siendo iluminada.

-- ¿Aquí vive un dragón? --frente a mi había unos enorme escalones que descendían a lo que parecía ser un camino empedrado que terminaba al centro de un lago, al final de la plataforma había una especie de trono de piedra, todo estaba rodeado por enormes paredes de piedra y columnas.

La luz provenía de unas antorchas pegadas a dichas paredes. A las orillas del lago había montones y montones de tesoros, incluso al fondo del lago había oro y otras cosas.

Baje con cautela los escalones, siendo cuidadosa de que ninguna trampa se activara o algo por el estilo, cuando llegué al último escalón un ruido proveniente a mi costado me hizo ponerme en guardia, al parecer al lado de dichos escalones había una especie de habitación, en lugar de una puerta había cortinas de seda y una tenue luz brillaba en su interior.

Una mujer semidesnuda y despeinada salió de dicho lugar riendo a carcajadas, parecía ebria.

Me oculté detrás de uno de los pilares y la observe, detrás de ella apareció un joven castaño acomodándose la ropa.

-- Eso fue increíble, vuelve cuando quieras preciosa --dijo el joven mientras la empujaba a la salida. -- Ahora vete que ya me aburriste --le dio una nalgada a la mujer y esta se fue obedientemente.

-- Ugh, es un patán --hable en voz baja pero al parecer este me escuchó porque miró hacia mi dirección.

Me oculte lo más rápido que pude, cuando volví a asomarme el chico ya no estaba, di un paso hacia atrás y mi espalda chocó con algo, me quedé con la piel de gallina cuando una respiración chocó contra mi cuello.

-- Y bien, ¿qué tenemos aquí? --torpemente me aparte y desenfunde mi espada. --Wow, tranquila dulzura~

-- ¡Quédate quieto! --mantuve mi distancia y mi postura, ahora que lo tenía frente a mi podía desempeñarme aún mejor. -- ¿Quién eres?

Osomatsu-san おそ松さん | one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora