CAPITULO 3

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LA FIESTA

... Me sigo preguntando que rayos le pasa. ¿Me quiere de nuevo? ¿Para qué? Burlarse de mi de nuevo, hacerme como él quiere, ver como disfruta tan solo que deje caer una lagrima sobre mi mejilla. Andrew Blake, estas equivocado, no volveré a caer en tu juego, en tu farsa, en esos labios tan suaves que me encantan, en tus manos suaves acariciando mi piel (Bell, concéntrate). Esto debe parar ya.

"Te quiero a ti de nuevo" –lo repito riéndome

-Si, a ti de nuevo Bell, no es broma. –con seriedad y con voz tartamudeando lo dice.

-Andrew, ya estoy arta de esto, perdonarte siempre. ¿Tienes alguna razón para regresar contigo? ¡Dímelo! Quiero saberlo, dame una buena razón o motivo para hacerlo. No demuestras ni un cambio o tipo de arrepentimiento, si, arrepentimiento después de todo lo que me has hecho. ¿Crees que lo olvidare tan rápido Andrew? –contínuo con voz fuerte y gritándole con tal cólera que el solo queda en silencio escuchándome (raro en el) –Jamás olvidare todas tus traiciones. Me juraste ante Dios Andrew, cosas que hacías. Y la verdad ya he dicho mucho, contigo solo es gastar palabras que se van al alba y al vacío, porque a ti ni te toca la conciencia ni el remordimiento. Vete el infierno –Pero Bell... me dice y le cuelgo. Me pongo a llorar como boba y siento la necesidad de las chicas pero estoy enfadadas con ellas.

No puedo creer que me haya dicho eso una vez más, ya no se en que creer. Él es un asqueroso y repugnante mentiroso, todo, completito hasta el núcleo. A veces es mejor decir ya no más a algo que no es amor, solo es costumbre a la persona, a la que nos hace sentir bien. Porque diferencia entre amor y aprecio es distinto. Espero que esta utopía llena de confunciones acabe pronto, porque ya me estoy cansando de la misma parodia.

Me acuesto en mi cama y tomo una gran siesta, lo necesitaba después de todo lo que pase el día de hoy; es para locos.

1:00 PM

Me levanto asustada de una gran pesadilla que tuve. Soñé que caía un gran meteorito en el planeta tierra, fuertes terremotos, inundaciones; catástrofes sobrenaturales, algo así como la profecía, como el fin de los tiempos. Era horrible, las personas corriendo de un lado a otro; confusas por no saber lo que pasaba. En fin, fue horrible. Bell ven a comer –grita mi mamá.

Ordeno mi cama y salgo a comer, mama estaba sentada en el comedor devorándose una sopa de pollo. Mamá es idéntica a mí, en el cabello, nariz, ojos, todos los rasgos físicos los herede de ella. Me senté y comí. Platique un poco sobre mi día con mamá. –Que tal tu día Bell –me pregunta emocionada. –No sé, igual como siempre, tareas, las chicas. Lo mismo de siempre. Al solo recordar el tremendo pancho que armaron las chicas y más la pelea de Andrew, me cuestionaría completa; no acepta a Andrew para nada, no me deja tener nada con chicos.

Termino de comer y recojo la mesa. Mamá va a dar una siesta, porque a las 2:00 tiene que marchar para el trabajo (Trabaja en una embotelladora, es asistente).

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