CAPITULO 33 FELICIDAD ETERNA

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Despertó en los brazos de Murat, el aun dormía muy plácidamente y ella se complació en observarlo.

Ya su rostro no tenia ninguna rigidez, porque finalmente el había encontrado la paz.

No sabia que le deparaba el futuro, pero en este presente, en este ahora eran solo ellos, y este breve espacio que permanecieran juntos seria su felicidad Eterna.

Porque el tiempo es efímero, se puede vivir cien años, pero basta solo unos minutos para saber que la vida valió la pena vivirla.

Asi que este tiempo que se les permitiera compartir eran suficiente para sentir que valió la pena todo.

El despertó y sus hermoso ojos grises la miraron extasiado, se incorporo y le dio un dulce beso en la boca y ella le correspondió feliz y ya sin dudas de ningún tipo.

- Tienes hambre,- le pregunto- porque yo tengo mucha.

- Pero yo hoy prepararé el desayuno y tú te quedas en la cama, es mi turno de atenderte y mimarte.

- Eso me gusta-inquirio feliz y  volvió a besarla y el deseo regresa, pero ella lo frena diciéndole.

- Dejame preparar el desayuno y luego si quieres seguimos acostados todo el día.

- Esa idea me encanta mas- el la besa y ella muy a su pesar se libera de su abrazo y se va a la cocina a preparar la comida.

Lo encuentra bañado, solo una toalla cubre su torso y ella se deleita en su bien trabajado cuerpo.

Murat era hermoso por donde se le mirara.

- Por tu expresión, creo que quieres que yo sea tu desayuno- bromea el pero lo cierto es que el deseo lo invade y a ella también

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- Por tu expresión, creo que quieres que yo sea tu desayuno- bromea el pero lo cierto es que el deseo lo invade y a ella también.

Ella deja la bandeja en la mesita de noche y luego se dirige a el, se pone de puntilla, rodea su cuello con sus manos y lo besa.

- Tú siempre tienes la razón.- apunta ella.

Tanto la toalla de el como la ropa de ella pronto pasan a la historia y se dejan caer en la cama para hacer el amor de nuevo. Porque ya no hay dudas ni miedos que le impidan amarse como lo quieren hacer.

Murat en ese momento se acuerda que no uso protección la noche anterior, y busca rápidamente en su cajón uno, pero Ayla que se había incorporado y lo ve, le dice

- No quiero que lo uses, -su mirada se oscureció - me recuerda que siempre se protegió y....

El levanta su rostro y hace que se miren a los ojos. Le duele saber que recuerda de nuevo esos terribles momentos de su violación y deja a un lado el condon.

Sabe que corren el riesgo que ella quede embarazada, pero eso, no seria maravilloso, un hijo de el y Ayla, y por fin tendría a la familia que perdió.

Ahora la besa, un beso suave y siente que ella nuevamente se entrega completamente y eso lo incita a continuar.

MURAT "Deseo hecho realidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora