Mingus Nanny ( Norman Reedus y tú)

Dance School

Seguí caminando por las calles de Manhattan sin parar de pensar en el encuentro que había tenido minutos antes, imaginé que lo de encontrarte a famosos actores y actrices mientras vas a comprar el pan era algo habitual en esta ciudad, pero no podía evitar que el corazón me parara de latir tan rápido. Me había puesto extremadamente nerviosa, casi al nivel de una fan loca, pero lo había hecho con razón.

Norman Reedus era digno de admirar en todos los sentidos, su trabajo era realmente espectacular y su físico mas de lo mismo teniendo en cuenta que pasaba los cuarenta años y yo no había llegado a los veintisiete. Estaba muy convencida de que me habría visto como a una fan adolescente medio tarada de la cabeza.

Sin darme cuenta de la dirección en la que andaba y sonriéndome por fin la dichosa suerte que no me había acompañado en el viaje en taxi, me vi de repente ante la escuela de danza. No era un gran edificio, estaba mas bien escondida. Tenía una pequeña puerta translucida de color oscuro que daba a la calle y cuando entrabas solo se podían ver unas escaleras que te llevaban al primer piso. Entré y subí por estas olvidándome del momento fan que había tenido y poniéndome nerviosa de nuevo pero por el echo de llegar nueva a un sitio.

La escuela de danza era humilde y estaba escondida pero sabía el prestigio que aun así tenía, por lo menos por la zona. Solo había una gran sala con un espejo a ambos lados de esta, imagino que para que ensayaran con la misma música dos grupos diferentes y así aprovechar el poco espacio que tenían.

Las paredes eran de color burdeos en estucado, y a ambos laterales de la gran sala tenían bancos o banquetas para quien tenía que esperar a su turno o para los acompañantes. Me quedé en la pequeña puerta observándolo todo, encantada pese a la humildad de la escuela, al fin y al cabo era lo que yo quería y pasaría todo el verano aquí antes de volver a la universidad.

Un chico me sobresaltó de repente, hacía unos segundos que estaba bailando con dos compañeros mas frente a uno de los espejos el principio de la canción Give It Up To Me de Shakira y Lil Wayne. No sabía como había pasado de admirar aquella sala a admirarlo a él y por eso me asustó cuando se aproximó dejando a los otros dos chicos bailando solos.

Era moreno de piel y de cabello, tenía los ojos marrones y su físico era perfecto, tanto su cuerpo como su cara. Me puse un poco roja al instante, no era mi tipo pero no podía negar lo guapo que me parecía, en resumidas cuentas era como un modelo y encima bailaba hip hop muy bien.

Se me quedó mirando riéndose porque yo no lograba reaccionar, muchos encontronazos en una sola hora, buscó mi mirada y por fin habló.

- Bienvenida eres (____) verdad? -.

- S-Sí -. Respondí saliendo de mi trance. 

- Mi nombre es Mario, soy profesor aquí -. Y extendió su mano a modo de presentación. - Me mandaron un vídeo tuyo bailando y te necesitaré para dar clases a parte de para ensayar -. Lo miré con miedo y él se percató. - Tranquila, de momento a ancianos y niños que es lo mas sencillo, hasta que te adaptes -. Dijo riéndose. - Ven, te presentaré a las chicas y te cuento como va esto  -.

- Vale, muchas gracias -. Al ver al grupo de chicas que estaban sentadas en los bancos de el lateral mas alejado de la sala me puse histérica, no sabría como estas me aceptarían. Seguí a Mario a dos metros de distancia con las manos entrelazadas por mis nervios.

- Chicas esta es (____), no es de aquí como yo así que tratarla bien u os las veréis conmigo -. Dijo burlón mientras me abrazaba por los hombros fingiendo protección. - Tengo que ir a ensayar hablamos luego -. Y con eso se fue a seguir ensayando con los otros dos chicos.

Yo me quedé con el grupo de cuatro chicas desconocidas que mas o menos tenían mi edad. Estaba frente a ellas sin saber que decir, eran americanas y yo una extranjera, así que no tenía claro como sería su trato hacia a mi, pensaba en un principio que negativo hasta que hablaron.