Capitulo 7 - De nuevo rutina

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-Apenas conseguí dormir esa noche, había intervalos en los cuales me despertaba bañada en sudor y llorando, Luciel hacia lo que podía para intentar tranquilizarme me preparo varias infusiones y en la última estoy segura que añadió alguna clase de somníferos ya que caí rendida y para cuando quise despertarme ya eran las cuatro de la tarde, pero aun así Luciel no incumplió su promesa en ningún momento todas las veces que me desperté estaba a mi lado, en esta ocasión tenía su portátil con él y por fin se había dignado a ponerse la camiseta.

-Buenos días, ¿estas mejor?

-Supongo que sí, aunque ayer me drogaras para que me durmiese. –Empezó a reír a carcajadas en verdad él era adorable.

-Fue por tu bien, te pasaste toda la noche intentando darte golpes o arañándote y cuando intentaba evitar eso era cuanto te despertabas. –Así que sufrí una crisis de ansiedad mientras dormía, bueno mejor dicho varias.

-Lo siento hacia mucho que no me pasaba, supongo que el sótano no es lo mío.

-Bueno eso se debe a que eres débil, dentro de unos pocos meses entrenando con Carlos, podrás volver a bajar, solo si tú quieres, por supuesto. –Al parecer ver tantas series macabras y películas por fin me había servido para algo, aunque no me esperaba que fuese para impresionar al líder de una organización criminal.

-Así que débil...

-Retire el portátil y me monte encima de él, me acerque para besarle, nuestras narices estaban apuntó de rozarse, las respiraciones sonaban a la vez, pero antes de que se lo esperara y aprovechando que había colocado las manos sobre mi cabeza para reducir la distancia entre nuestros labios conseguí inmovilizarle con una luxación que Carlos me había enseñado en nuestra última clase.

-No está mal. –Mierda la situación acababa de cambiar completamente ahora los dos estábamos de pie junto a la cama y uno de sus brazos rodeaba mi cuello mientras lamia el lóbulo de mi oreja. –Pero meterte con un cinturón negro segundo dan.

-Palmeé todo lo rápido que pude cuando comencé a sentir un poco de presión en mi nuez, Luciel soltó al ver que me había rendido dejándole así la victoria a él.

-Voy a ir a pedirle a Gustavo algo para que comas, ¿tienes algún antojo?

-La verdad es que me apetece una sopa, después de lo de ayer no tengo mucho apetito. –Él solo afirmo y salió por la puerta.

-Bueno voy a ducharme, me siento pegajosa de haberme pasado toda la noche sudando por las pesadillas, eran horribles sentía como David se levantaba de la silla después de haberle introducido el primer clavo y conseguía matarme a golpes, este sueño fue recurrente durante toda la noche. Al salir de la ducha me encontré con la sopa caliente encima del escritorio con una nota 'Disfruta hoy es tu último día perdiendo clase'. Así que mañana volvería a clase, después de una semana sin que nadie tuviese noticias de mi iba siendo hora de reaparecer, Emma estaría preocupada y no sabía si le iba a explicar mi situación actual, al principio seguramente me trataría como una loca, pero conociéndola cuando empezara a creerse lo que la estoy diciendo estará deseando venir a visitar la mansión, aunque no sé si debería de pedirle permiso a Evan y a Luciel, mañana de camino al instituto se lo preguntaría a Evan de todas formas el seguía siendo mi compañero de clase. ¿Por cierto y Evan? Ayer estaba fatal, al menos la última vez que yo lo vi, decidido empieza la búsqueda. Al haberme recorrido media mansión pensé que en el único sitio que tenía posibilidades de estar era en el Dojo y efectivamente allí le encontré peleando con unos cuantos cinturones negros.

-Ah, hola Gaia, Luciel me dijo que estabas descasando que después de lo de ayer que no te sentías muy bien. –Parecía recién levantado, aunque hubiese cinco tíos tirados en el suelo llenos de golpes.

-Sí, al parecer aun no tengo estomago para eso, ¿y tú por lo que veo ya estas recuperado?

-Bueno se me han quitado las ganas de acercarme por el sótano, pero estoy bastante bien.

-Me alegro, voy a ir a descansar que mañana tenemos vuelta a la rutina.

-Mañana nos vemos. –Me lanzo un beso y consecutivamente uno de sus oponentes que había tenido el valor de levantarse del suelo recibió una patada que lo dejo sin aire en el suelo.

-Bendito valiente. –Dije riéndome para adentro.

-Bueno debería de conseguir el móvil de Emma y avisarla de que mañana iba a volver y que dejara de pegar carteles en todas las farolas, bueno algo bastante exagerado, pero no lo suficiente para ser ella. ¿Dónde podía tener apuntado su número? Ya está Instagram, se lo podía preguntar por un mensaje directo. Diez minutos después obtuve respuesta de mi queridísima hermana y justo cuando la envié el primer mensaje por WhatsApp no tardó diez segundos en llamarme.

-Puedes explicarme donde narices estas y porque tu tía no deja de decirme que volverás pronto. –Mierda estaba cabreada, muy cabreada.

-Bueno pues mira por dónde empezar. –Me invadió una risa nerviosa. –Lo primero de todo soy la descendiente del jefe de una organización criminal, y Evan el nuevo compañero de clase es el actual jefe de esa organización junto a el buenorro de su hermano Luciel.

- ¿Así que buenorro no? –Mierda cuando había entrado a mi habitación. –Lo siento mucho Emma mañana te lo explicara, si quieres puedes venir aquí por la tarde y que te lo explique todo de una forma más tranquila, eso si no puedes decir nada.

- ¡Pero me cago en tú puta madre sabes! ¿Ese es el buenorro? Mira chaval más te vale estar cuidando a mi hermanita bien sino vas a tener problemas tú, tu hermano y hasta el perro si es que acaso tenéis uno.

-Que violenta es tu amiguita. –Luciel no podía aguantar más la risa.

-Me cago en la hostia, encima se ríe el gilipollas mañana te veo y más te vale estar perfecta. –A colgado, mierda Luciel la acaba de cabrear más aun como se nota que él no se tiene que enfrentar a ella mañana.

-Luciel podrías ser más considerado si ella mañana decide venir.

-Lo intentare, pero es muy graciosa y se nota que te quiere con locura, acaba de amenazar al jefazo de la mafia, los jóvenes de hoy en día estáis locos. –Prosiguió riéndose, después de salir de mi habitación.

-Es agotador.

-Después de estar navegando una hora por internet decidí que iba siendo hora de dormir de una vez, aún seguía agotada psicológicamente, pero el pensar que mañana podría abrazar a Emma me ponía nerviosa, la echaba de menos.

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