EL ENCUENTRO...

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Sacó de la bolsa de su pantalón,su celular para revisar la hora

-3:45 pm,es temprano-dijo Victoria para su interior,en ese momento se distrajo en un segundo para guardar su celular y de pronto,todo pasó demasiado rápido pues ya se encontraba en el suelo apoyada sobre sus rodillas y codos que se encontraban ya raspados ya que habian amortiguado el golpe,alzó la mirada para encontrar la razón por la que se encontraba ahí tirada en la calle, y se topó con los ojos grandes y azules de Marcos.

-Disculpa,venia un poco distraído y no me percaté de tu presencia-se dirigio Marcos a la joven que aún se encontraba en el suelo.

-No te preocupes,yo al igual que tú,me encontraba distraída- le respondió Victoria a Marcos,mientras este le ayudaba a incorporarse.

-Hola marcos,te estaba buscando- se dirigio Victoria a Marcos,mientras sacudia con una mano, la parte en donde se encontraban sus rodillas.

-¿se podria saber para que me necesitas?-.

-solo para charlar un rato y conocernos mejor,creó que me caes bien-, al decir esto, Victoria no dejaba de mirar esos ojos que escondian un secreto,que tarde o temprano Victoria lo hiba a descubrir.

-bueno y no piensas invitarme un café o algo por el estilo-habló Victoria con un tono sarcastico.

-Ahora no puedo, como vez,llevo algo de prisa-le contestó Marcos mostrando distancia en sus palabras,ademas de que,tenia una cara de seriedad,y su mirada puesta en el suelo,casi ignorando por completo a Victoria.

Lo que victoria se preguntaba en ese preciso momento era:¿por que lleva mucha prisa?¿que cosa mas importante tiene que hacer,como para no invitarme un café, y conversar conmigo?.

-bueno, esta bien, no quisiera interrumpirte mas,talves sea en otra ocasión-le contestó Victoria con voz seca y a la vez cortante.

- Adios- dijo Marcos, mientras daba pasos firmes, largos y rapidos,se alejó lo antes posible,sospechando de la mujer que queria descubrir sus secretos.

Victoria no sentia tristeza por que Marcos no la hubiera invitado y aceptado una conversacion, al contrario,ella pensaba que de paso en paso,ya sean pequeños o largos,desenmascararia al joven.

Mientras hiba pensando en esto,se dirigia camino a su casa y cuando menos lo esperó,se encontraba ya en la puerta grande y de color marrón de su casa.

Sacó las llaves de el bolsillo de su pantalón,tomó el manojo de llaves y metió la llave indicada en el cerrojo y con un giro muy rapido,abrió la puerta.

EL ULTIMO SUSPIRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora