Capítulo 22: Inocencia robada

47 3 0
                                    

Este capitulo esta algo fuerte, si lo leen será bajo su responsabilidad.

Narra Sakae

Hoy después del desayuno y de nuestra pequeña sesión de terapia salí a la camioneta por algo de ropa, estaba muy sucia y no quería que él me viera así, tome algo de ropa y me fui a bañar. El agua estaba helada, pero se sentía bien, en verano no había nada mejor. Aun no hablo mucho con ellos. En nuestra terapia solo mencione que era de 3° de secundaria, tenia 14 años y el mes que entra cumpliría 15. Mencione que tenia una hermana y rápido se ofrecieron para ir a buscarla pero la verdad es que dudo que este viva, ella iba en la tarde, cuando salí yo la vi entrar al instituto.

Seguro la habían atrapado y ahora era una mas de ellos. El solo pensar en que no pude proteger a mi hermana menor hace que broten las lágrimas.

Término de bañarme y vestirme. Salgo luciendo un vestido color blanco floreado muy lindo, con un pequeño moño en la cintura por la parte derecha y mis converse blancos.

Salí a la sala y noté como Roberto me veía de pies a cabeza, me estaba comiendo con la mirada, lástima que es mucho mayor que yo, aunque eso no seria un impedimento. Para el amor no hay edad.

+Te ves hermosa
Esas palabras me estremecieron. Su voz me atraía, están tan lindo!! A pesar de ser mucho mas grande que yo, aun tenia cara de niño. Estaba totalmente roja, parecía tomate.
+Gra-gracias -solo logre decir eso tartamudeando-

Seguí con mi camino hasta donde estaban las chicas. Estaban hablando de artistas, de como íbamos a vivir de ahora en adelante, tocamos muchos temas hasta que llego el atardecer. salí a tomar aire y para mi sorpresa me encontré a los chicos bebiendo y pude persivir un ligero olor a tabaco.

Entre de nuevo y escuche unos pasos seguirme lo que me puso nerviosa, pronto sentí unas manos fuertes tomarme por los brazos y obligarme a entrar a la habitación donde habían encontrado a la zombie.

El lugar ya no tenía ningún olor desagradable, las sábanas sucias habían sido reemplazadas con unas azul cielo adornada con puntitos blancos.


senti un fuerte empujón que me hizo caer en la cama. Me gire y a quien pude ver era al muchacho que me gusta, pero....estaba totalmente borracho, al ver que se quitaba él cinturón me asusté. ¿Qué haría conmigo ahora? Ojala no sea lo que estoy pensando.

+por favor...no me lastimes -dije entre sollozos-
+lastimarte? Yo solo te quiero dar amor princesa...

Se sentó en la cama y empezó a pasear su mano por mis piernas hasta llegar abajo del vestido. Intente detenerlo pero hábilmente con su otra mano tomo las mías y las posicionó sobre mi cabeza. Estaba indefensa ante él, siguió tocando todo lo que veía, mis piernas, mi cintura, acaricio mi cabello para después lamer mi cuello, un escalofrío recorrió mi cuerpo, paso sus dedos por mis labios seguido de eso posó sus labios sobre los mios, estaba tan desconcertada que no sabia que hacer, si gritaba los zombies me escucharían y no sabia cuantos de ellos vendrían. Solo podía forcejear. Pero era muy fuerte para mi.

NO QUIERO SER VIOLADA!!!

Y empecé a gritar por ayuda.

+AUXILIO!!! AYUDENME!! POR FAVO-fui interrumpida por su mano que me tapó la boca, rasgo mi vestido con su mano libre haciéndose de una tira con la que tapó mi boca, de tal manera que mis gritos fueron opacados, aunque gritara más fuerte no sería escuchada y tal parece que mis gritos anteriores tampoco lo fueron, nadie vino a salvarme.

+me gustas mucho...me encantas -me dijon con una voz que casi parecía sensual pero por lo borracho daba miedo, ahora solo podía esperar lo peor-

Se quitó la camiseta que traía puesta y sus pantalones, tenía un muy bien trabajado abdomen. se puso sobre mi y empezó a besar mi cuello, a lamerlo y dejaba una que otra mordida por ahí mientras que sus manos se ocupaban del vestido que en cuestión de segundos termino en él piso.

Ahora me tenia en ropa interior frente a él, las lágrimas no paraban de fluir por mis mejillas, no quería perder la virginidad de esta manera.

Hizo un recorrido de besos y mordidas desde mi cuello pasando por mis pechos bajando a mi cintura y llegando por último a esa zona tan delicada, me daba asco que este chico me tocara de esa manera, me gustaba pero yo no quería esto, lo esta haciendo contra mi voluntad.

+te voy a cuidar muy bien, no tienes nada de que preocuparte. Tal vez te duela un poco -decía mientras me tocaba sobre la fina tela de mis bragas, era lo único que se interponía entre su mano y mi piel. Me estremecía, bajo lentamente ese pequeño trozo de tela dejando mi entrada visible ante él. Dios...porque me tenia que estar pasando esto a mi
No podía dejar de sollozar, quería que alguien llegara y me salvara pero como lo harían si nadie sabia que estaba ahí.

Con una mano me estaba masajeando el pecho izquierdo mientras que se divertía abajo lamiendome, se sentía fatal, me daba asco...solté un grito ahogado al sentir como metía uno de sus dedos en mi. Me dolía mucho, empezó a hurgar en mi como si buscara algo y él segundo dedo no se hizo esperar haciéndome soltar otro grito.

+tranquila solo te estoy preparando, tienes que estar bien lubricada o te dolerá más.

Mientras decía eso acariciaba mi cabello, entonces dejo de hurgar y empezó a simular pequeñas embestidas y después más rápido. Metió un tercer dedo, Dios! Esto es demasiado!! Mis lágrimas seguían cayendo sin parar, me dolía mucho, Alcé la mirada y al ver su erección me asuste, tres dedos me dolían demasiado y tener esa cosa penetrandome era demasiado.

+ya no aguantó mas....

No me había dado cuenta de que me había quitado él brassier también, entonces tomo mis piernas y las separo, las puso sobre su caderas y se me quedo viendo.

+seré delicado, seguro eres virgen o eso quiero creer maldita zorra. Ahora seras mi perra.

Me tomó por la cintura y poco a poco se fue abriendo paso en mi interior.

+ahhhh!

+a juzgar por ese grito veo que si eras virgen y te acabo de romper el himen

Era. ya no era virgen, me acaban de robar mi inocencia, porque esto me tiene que pasar a mi.

Vi como sacaba su miembro y limpiaba la sangre. Definitivamente ya no era virgen. Al terminar lo volvió a meter mas fácilmente. Dejo que mi cuerpo se acostumbrara a tenerlo dentro, enseguida inicio con movimientos lentos que fueron aumentando de velocidad cada vez más, yo solo me quejaba, ya no mostraba resistencia. Ya nada importaba, entonces sentí ese liquido caliente llenar mi interior. Era algo repugnante. Lo odiaba. Después de correrse salió de mi, se vistió y salió de la habitación como todo un cobarde. Estaba agotada, cerré mis ojos deseando no estar viva. Ojala todo esto solo hubiese sido un mal sueño. Después de eso ya no supe mas de mi.

El nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora